Las Mejores Películas de Leslie Caron

Bailarina desde chiquita, Leslie Caron fue instruida por su propia madre, una profesional artística de la danza, para convertirse en uno de los mayores símbolos del cine musical en Hollywood.

Descubierta por Gene Kelly y seleccionada por este mismo para protagonizar An American in Paris, Leslie Caron no solo se hizo de uno de los mejores debuts en la historia, sino también de la inmediata internacionalización con la ganadora del Oscar, firmando un contrato con MGM que la llevaría no solo a protagonizar otra ganadora de la academia, sino a ser un símbolo de calidad dentro del género musical.

Una leyenda viva, celebramos a Leslie Caron con sus mejores películas

 

Bonus – Chocolat (Lasse Hallström, 2000)

POR MRS. PUNISHER

Seguro ustedes recuerdan a la bella Binoche en su papel de Vianne Rocher, la extraña mujer que se apersona junto con una su hija en una pequeña población francesa de recatadas costumbres por 1959. Vianne instala su “chocolatería” en donde además de ofrecer cosas deliciosas, también se da a la tarea hacer una especie de psicoanálisis para recetar el chocolate correcto a sus clientes. Sus pociones más que una receta son un conjuro que nace de civilizaciones milenarias centroamericanas (ya ve que para los gringos del Rio Bravo para abajo, todo es Centroamérica). La belleza de la narrativa puede llegar a ser un distractor en el verdadero mensaje de la historia. Leslie Caron tendrá uno de sus últimos papeles

 

Bonus – Father Goose (Dir. Ralph Nelson, 1964)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

En medio de la Segunda Guerra Mundial y de los enfrentamientos entre americanos y japoneses, una serie de eventos afortunados provocan que el guardacostas Walter Eckland quede varado en una paradisiaca isla del Pacífico junto con seis niñas, su institutriz francesa y mucho whiskey y analgésicos. Esta comedia romántica logra ser completamente adorable, basándose tanto en el carisma de Cary Grant como en el del resto del reparto (incluída una deliciosa Leslie Caron). La forma de nivelar la comedia (que por momentos como el de una mordedura de serpiente llegan a ser inofensivamente hilarantes) con el acecho de la guerra crean un resultado interesante. La película ganaría el Oscar como Mejor Guion Original

 

5 – Fanny (Joshua Logan, 1961)

POR EDGAR DEL VALLE

El drama irregular, pero de muy buena labor actoral, provee un duro mensaje sobre la paternidad, la cual manifiesta el hecho de que padre no es aquel que engendra, sino el que educa, provee y cuida. El objetivo de conmover y aleccionar sobre este tema se cumple, por lo que la cinta se ha revalorado por su buen encausamiento sentimental

 

4 – Lili (Walters, 1953) 

POR EDGAR DEL VALLE

Una adolescente francesa huérfana e ingenua (Leslie Caron), se enamora de un hombre que trabaja en un circo y al no tener hogar ni recursos se queda a vivir en el mismo. Ahí trabaja también un titiritero lisiado (Mel Ferrer), y la chica entabla amistad con los títeres confiándoles sus sentimientos, lo que provoca que el titiritero se enamore de ella. Una película que con el tiempo se convirtió en clásica. La interpretación del actor es magnifica y llena de emotividad. Una gran fábula romántica que además de su correcto guion y grandes actuaciones, cuenta con una ambientación de ensueña, y que ayuda a profundizar en los sentimientos de sus personajes

 

3 – The L Shaped Room (Bryan Forbes, 1962)

Por El Fett

Para su época y para el momento que vivía la actriz, este drama sobre una mujer francesa y soltera que viaja a Londres para abortar significó para Leslie Caron un renacimiento de su etapa histriónica fuera de su zona de confort y que le permitió demostrar sus dotes y registros actorales más allá de la entrañable chiquilla bailadora que había interpretado. El director no solo moldea aquella habitación para generar la tensión dentro de esta dual tragedia, sino que también moldea la narrativa para el “tour de force” de Caron, que se come la pantalla en cada una de sus apariciones. La actriz lograría su única nominación al Oscar y el reconocimiento del BAFTA como mejor actriz. La cinta en general vale mucho la pena por el trabajo de Leslie Caron

 

2 – An American in Paris (Vincente Minnelli, 1951)

POR KIM TOBIAS

¡Qué mejor que la ciudad más romántica del mundo para trasladar un musical!  Kelly interpreta a un pintor americano que vive en París tratando de vender sus cuadros de forma poco exitosa; pero una mañana conoce a una americana adinerada que se enamora de él y decide promocionar su carrera, justo el mismo día que conoce a una sencilla chica de la que él se enamora. Un musical con un triángulo amoroso en el que resulta difícil no caer ante el carisma y los números musicales; una cinta cuya mayor virtud no es su historia de amor, sino la extravagancia que la rodea. En definitiva, un ostentoso y espectacular número final de 17 minutos es lo que termina por colocar a este musical como IMPRESCINDIBLE.

 

1 – Gigi (Minnelli, 1958)

POR JOSE ROBERTO ORTEGA

Repleta de elegancia y clase, Gigi se convirtió en uno de los musicales más recordados de la época de oro del género, en manos de uno de los directores que más clásicos le aportó. La alegría se transmite a través de la historia de Gastón Lachaille, un rico y carismático playboy quien encuentra en Gigi a una joven quien, en su tránsito hacia la madurez, logra conquistar su corazón, pasando de una amistad inocente hacia la pasión. Leslie Caron transmite toda la dulzura e ingenuidad con un toque de rebeldía en su interpretación, mientras que Maurice Chevalier dota de picardía y humor a la trama. Las canciones, la cuidada fotografía, la escenografía y los vestuarios hacen de este un musical épico y fastuoso que, sin embargo, no sobreviviría al escrutinio de los tiempos actuales. Sí, es un producto de su época, y aún así: “Thank Heaven for Little Girls!”.

 

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