Las Mejores Películas de Maggie Gyllenhaal
Una de las actrices para mi gusto más desperdiciadas y aun así con una cantidad de cintas de calidad dramática muy importante, hoy cumple 46 años Maggie Gyllenhaal, sin duda uno de los rostros femeninos más reconocibles de la actuación en la primera década del nuevo milenio.
Descendiente de la realeza sueca, hija de director y de familia artística, Maggie Gyllenhaal comenzó su carrera a los 15 años, casi a la par que la de su hermano menor, Jake, con el cual en esa primera etapa incluso pudo compartir su primer ascenso en la cinta de culto, Donnie Darko, de 2001. Maggie Gyllenhaal tuvo que esperar solo un año más para saltar a la fama de la mano de una comedia negra muy peculiar, tan romántica como sadomasoquista; dicho escalafón le valdría una cierta imagen de símbolo sexual, provista de una belleza tan particular como dicho film. Dicha posición la acompañaría durante toda su carrera, sujeta a papeles con algún toque de extravagancia o erotismo, sin serle ajeno el drama, la comedia, el romance y/o el thriller, confirmando siempre su talento y versatilidad tanto en roles secundarios como en protagónicos.
Con más de 49 créditos entre cine y televisión en su haber, el cuidado con el que selecciona sus proyectos también la ha convertido en una actriz de una constancia “no comercial”, teniendo una especie de renacimiento histriónico hace apenas un par de años.
Ganadora de 21 premios, de entre los que destaca un Globo de Oro, celebremos el cumpleaños de Maggie Gyllenhaal con sus Mejores Películas
Bonus – Mona Lisa Smile (Newell, 2003)
Una película sobre empoderamiento antes de que empezáramos a llamarle así, y probablemente una de las películas más desconocidas de Julia Roberts, en donde interpreta a una maestra que comienza a dar clases en una prestigiosa universidad exclusiva para mujeres en los años 40, y donde pretende enseñar arte y libertad ¿el problema? Que la institutriz se topa con pared cuando se da cuenta que básicamente todos le dan más importancia a la clase de “como poner la mesa para la cena con el jefe de tu marido” que a las clases de leyes. Comienza un intercambio de ideologías, en donde ambos espectros empatizan y sinceramente es muy reconfortante.
Bonus – The Dark Knight (Nolan, 2008)
POR EL CINE ACTUARIO
Si bien Batman Begins ya había establecido los cimientos de algo completamente diferente, The Dark Knight vino a terminar la obra. Ya no solamente fue el desarrollar las características de los personajes, sino extraer los conceptos morales de la lucha entre el bien y mal, y las implicaciones políticas y sociales que tendría en una sociedad tan caótica y corrompida. The Dark Knight exploraba la importancia de los símbolos más allá de la mera condición humana, rompiendo los maniqueísmos que nos tenía tan acostumbrados el poco cine de este subgénero que se realizaba. Maggie Gyllenhaal reemplazaría a Katie Holmes como Rachel, proveyendo una mejora impresionante en el tono dramático necesario para el desenlace ya conocido del personaje
5 – Frank (Abrahamson, 2014)
POR EL FETT
Una gran cinta, tesis cinematográfica de la subcultura musical hipster y/o de garaje, es en la cuestión actoral donde se refleja el verdadero tono del film, pues más que comedia estamos ante un tratamiento tragicómico que al final incluso se puede convertir bajo un humor muy negro, en algo cruento y “especial”. La química que logra el trío de Fassbender y su cabezota, la narración de Domhnall Gleeson y la figura anti heroica de Maggie Gyllenhaal regala momentos de buen valor histriónico los cuales se disparan en la secuencia final, donde el protagonista nos recuerda de que fue toda la cinta exclamando “Amo tu pared! “Los amo a todos”, un discurso que solo podrán comprender los que ya han visto el film
4 – Stranger than Fiction (Forster, 2006)
POR EL FETT
Entrañable comedia negra de corte surrealista donde el papel de Maggie Gyllenhaal, a pesar de tener pocos minutos en pantalla, es fundamental para crear la naturalidad dramática del film, ya que su rol de reparto es el que interactúa de manera directa con un Will Ferrell irreconocible y en una actuación dramática única y buena en su carrera. La química es palpable en un secundario cuento romántico entre estos dos seres totalmente distintos, y en donde Maggie funge con esa sensualidad y rebeldía que la caracterizaría desde sus inicios 4 años antes. La mejor escena del film sigue siendo el clímax de dicho romance, donde la voz de Ferrell se combinan con la canción original de Wreckless Erick “Whole Wide World”.
3 – Crazy Heart (Cooper, 2009)
POR EL FETT
Maggie Gyllenhaal cerraría una década de ensueño (acababa también de suplir a Holmes en The Dark Knight) con su única nominación al Oscar en el rubro de actriz de reparto, papel que le permitió sacudirse un poco esa estela de morbo para adentrare en un rol maternal de fuertes emociones y de gran apoyo para el consecuente y justo Oscar a un Jeff Bridges desgarrador. De nuevo, es de notarse la compenetración dramática de Maggie hacía con estos pequeños pero sustanciales papeles secundarios, desempeños que le permiten explotar con claridad todo su potencial en las secuencias que es requerida. Todo bien hasta ese 2009, lo único malo es que a partir de esta cinta su presencia en pantallas se reduciría de manera importante
2 – Secretary (Shainberg, 2002)
POR EL FETT
Tan polémica como exquisitamente retorcida, esta divertidísima fábula de romance y sadomasoquismo permitió a James Spader cerrar su proceso de galán enfermizo, mientras del otro lado protagonista vio nacer a una Maggie Gyllenhaal tan sensual como dramáticamente inmejorable. El tono ácido con el que incluso comienza el film (al suplir el trastorno de ella con un accidental intento de suicidio) acompaña la estructura de un personaje entrañable y ciertamente foco de atracción y morbo, en una química sublime que desembocará en un giro un poco sorpresivo dadas las condiciones “anti románticas” primeramente descritas por su narrativa. Un cuento romántico revolucionario, cómico y trasgresor, su toque surreal es la cereza del pastel
1 – The Kindergarten Teacher (Colangelo, 2018)
POR EL FETT
A pesar de los ciertos baches narrativos, una efectiva tarea de reestructura en su guion permite emerger el brillante desempeño de Maggie Gyllenhaal en el que sin duda es el más complejo y maduro papel de su carrera. La actriz entrega un exquisito y enfermizo (y hasta un poco sexual, sello de la casa) retrato de obsesión y auto destrucción con una singular frialdad que para su clímax llega a estremecer. Ella es el punto clave del film que acapara todo las esquinas de su argumento y en el que recae todo el sentido y esfuerzo directivo de Colangelo, en lo que se convierte en una química directora – actriz fascinante. Sin duda un remake que gracias a Gyllenhaal es incluso superior a su original presentación de origen israelí.