Las Mejores Películas de Michael Biehn
Uno de los actores de reparto definitorios del cine de acción y ciencia ficción de los 80, la figura de Michael Biehn se ha ido desvaneciendo con el tiempo a pesar de no solo ser una de las presencias más carismáticas de aquella década, sino también el actor con más participaciones en la filmografía de James Cameron (junto a Bill Paxton).
Nacido un día como hoy de 1956, Biehn comenzó en la televisión en 1977, para un año después saltar al cine como un pequeñísimo papel en el clásico musical “Grease”, participación que incluso fue cortada del corte oficial. Pasarían otros 6 años picando piedra en ambas pantallas, hasta que un desconocido director llamado James Cameron le otorgó uno de los protagónicos en su cinta de bajo presupuesto y ciencia ficción de nombre “The Terminator”, y el resto fue historia.
Escalando junto con Cameron, los finales de los 80 fueron el clímax artístico de Biehn, participando en otras 3 ocasiones a lado de su compinche director (aunque la última en Terminator 2 fue sacada del corte final); sin embargo entrando la década de los 90, sus varios rechazos de papeles, conflictos con la Fox a raíz de la eliminación de su personaje más famoso de una incierta tercera parte, y sin duda la fama de su mal carácter y roses con los productores, lo llevaron poco a poco a perder el foco de atención, relegándolo al cine serie b e incluso bajando en la escala nominal a personaje terciario o hasta extra tanto en el cine como en la televisión.
Con más de 100 títulos (su última aparición la pudimos ver en el episodio “The Jedi” en The Mandalorian), sin duda Biehn quedó como un remanente masculino (tanto villano “badass” como héroe “cool”) de las generaciones X y Y, excusa suficiente para hacer un recuento de sus mejores películas y/o apariciones.
Bonus – The Rock (Michael Bay, 1996)
La única película buena de Michael Bay, una especie de thriller de acción y espionaje que agarró prestado el arquetipo de James Bond para ponerle explosivos por doquier ¡Y que le sale muy bien! La inclusión de Sean Connery y de Ed Harris (este último con un villanazo) son sobresalientes, incluso dándoles a estos veteranos una de las mejores participaciones de sus carrera. Con ciertos asomos de homenaje a las cintas del 007 (lo de Connery no fue casualidad), Nicolas Cage experimenta el papel de “patiño” protagonista, pero sin duda quien incluso le gana en un papel similar es Michael Biehn, tejido a mano para este papel secundario, de sus muy pocos sobresalientes ya en los 90
5 – Planet Terror (Rodríguez, 2007)
Confirmando su currículo en el serie b (dónde casi se la ha pasado desde principios de los 90), Tarantino y Rodríguez resucitaron mediáticamente su carrera al incluirlo como una de las piezas principales y más veteranas de esta locura zombi, tan desagradable como absurda y divertida. Interpretando al rudo sheriff de la ciudad, Michael Biehn hace uso de su arquetipo ochentero para enfrentar amenazas en masas, pero por desgracia ni su carisma ni su presencia nostálgica le alcanzará para sobrevivir, teniendo uno de las despedidas más “dramáticas” y cursis del film al hacer las pases al final con su hermano mientras mueren entre tripas y salsa de barbacoa. Fue bueno reencontrárselo
4 – The Abyss (Cameron, 1989)
The Abyss vendría a posicionarse como una de las cintas más infravaloradas de Cameron, que si bien deja de lado muchos aspectos del estilo trepidante y de acción de Terminator y Aliens, su fortaleza radica en el tratamiento y registro dramático de su ciencia ficción, consiguiendo una pieza muy entretenida y hasta de una mitología fresca e interesante alrededor del contacto extraterrestre. La amenaza aquí vendría del resquebrajamiento humano patrocinado por Michael Biehn, que logra un buen villano que incluso en su momento fue patrocinado por la productora para pujar por una nominación al Oscar. No era para tanto, pero si fue un buen “hijo de puta”
3 – Tombstone (Cosmatos, 1993)
Esta genial aventura daría una importante revitalización al género western al congeniar la maximización de la figura heróica de Wyatt Erap con la historia gansteril de “los cowboys”, la primera mafia norteamericana bajo una justificación argumental sin igual y soportada en una pequeña y precisa narración y archivo visual ni más ni menos proveniente de The Great Train Robbery (1903). La figura del vengador se levanta de una forma majestuosamente entretenida y bien dirigida, de donde resalta también su estela de villanos, principalmente el de Michael Biehn, que se preparó en el disparo y manejo de armas del oeste para lograr la credibilidad en su papel del pistolero Johnny Ringo (que por cierto es referido por el mismo Biehn como su actuación favorita).
2 – The Terminator (Cameron, 1984)
Nadie daba un peso por ella (ni por su director, ni por sus actores) y terminó siendo una de las mejores y más influyentes historias de ciencia ficción. Así pues y dentro del formato “serie b”, Cameron confiaría en Michael Biehn para su papel de Kyle Reese, el protector venido del futuro y progenitor del salvador de la humanidad, trágica pieza intermedia que el histrión cumple con creces al interpretarlo y revelarlo como lo que es: una herramienta para el cumplimiento del ciclo y del tiempo. Existe una pequeña pero aun así interesante participación y repetición de su personaje en la segunda parte, donde Sarah se imagina a un Reese que la consuela y acompaña en su encierro, secuencia que a pesar de ser eliminada provee de un mejor trasfondo y redención al personaje
1 – Aliens (Cameron, 1986)
Había que ponerle una contraparte masculina a la heroína matriarcal, empoderada y “badass” por excelencia, y vaya que Michael Biehn supo el lugar que le correspondía haciendo una mancuerna sublime a lado de Weaver. Como el Cabo Hicks, Biehn se confirmaba como uno de los grandes héroes de los 80, incluso logrando una muy creíble química dramática con su compañera pese a los tonos de horror, acción y ciencia ficción en los que se sustentaba la cinta y la franquicia. Irónico que aquí empezaran sus problemas fuera de cámaras, pues al ser su personaje aniquilado sin justificación en la parte 3, el actor demandó a la productora en uno de los casos más sonados donde un actor “si pudo ganar” ante los monstruos corporativos. Y si, nos quedamos con más ganas del Cabo Hicks