Las Mejores Películas de Michelangelo Antonioni
Artistas tan completos como Michelangelo Antonioni son raros de encontrar. Antes de convertirse en uno de los mejores guionistas en la historia fílmica, el italiano desarrolló una pasión por el dibujo y la música, convirtiéndose desde muy joven en un hijo de la revolución artística, dejando a su familia atrás para viajar a Roma, donde encontraría su despertar como escritor, primero desde la crítica, luego desde la literatura, y al final como guionista, sin dejar de lado sus pininos como asistente de dirección,
Aunque en una primera etapa sus guiones y películas serían vinculados con la corriente neorrealista, Michelangelo Antonioni daría cuenta que la crudeza de dicho estilo podría ser llevada a otro nivel de crítica, centrándose en la “alienación” de la sociedad por parte de los factores laborales, económicos y burgueses de su entorno. Es evidente que dicho “trastorno” ideológico y/o social es el principal protagonista de su filmografía, donde sus protagonistas parece actuar manipulados por las situaciones externas que se les presentan.
Por otro lado, es de suma importancia reparar en la figura femenina en su obra, y principalmente de parte de su musa, Monica Vitti, con la que se inmiscuiría artística y sentimentalmente, y donde director y actriz encontrarían el clímax de su carrera al poner a este “arquetipo” de ninfa, como el punto de inflexión y/o de conflicto en muchos de sus films.
Aunque la década de los 60 fue su punto más álgido como guionista y director, Michelangelo Antonioni cambiaría nuevamente de tono y estilo hacía los 70, con narrativas más mórbidas y adeptas a occidente, pero quizá sea su último cambio el que terminaría por definir su carrera y vida, en donde abandona el cine para atender a su primera pasión: la pintura.
Grande Michelangelo Antonioni, el italiano se haría en su carrera de la triple corona de Europa: Oso, Palma y León de Oro, más 47 galardones internacionales, muchos de ellos repitiendo en diferentes categorías y años en Cannes y Venecia. Recordemos al gran cineasta y guionista italiano con sus Mejores Películas
Bonus – El Grito (1957)
Michelangelo Antonioni refiere un grito interior, un grito de “no querer hacer nada” frente a la búsqueda de un todo, un grito que otorgue algún significado a la mundana vida y a la soledad de un grupo de personas que, en su situación marginal y de desamparo sentimental, encuentran una relación pasajera que al menos por un instante regala algo de alegría (o más incertidumbre) a su vida y futuro. Una road movie surrealista, Antonioni dicta el camino de un hombre que, al ser dejado por su mujer, emprende un viaje sin rumbo en donde encuentra palabra y encuentros con un grupo de mujeres en su misma condición emocional. Muy profunda pieza sobre la soledad
Bonus – Desierto Rojo (1964)
La primera película a color del maestro Michelangelo Antonioni, fue un estudio psicológico muy profundo y complejo sobre las relaciones interpersonales y el sentido permanente de soledad. También uno de los mejores retratos sobre las emociones femeninas, en este se desarrolla la historia de una mujer que, al sufrir un accidente, las secuelas físicas y mentales le hacen percibir a su entorno como un “desierto rojo”, imposibilitándola de sus capacidades de interacción social. Una magnífica metáfora sobre la depresión y la búsqueda por el sentido de la vida tras un evento de impacto, Harris acompaña a una excelsa Monica Vitti en una cinta que despliega una poesía erótica y visual avasallante.
5 – El Eclipse (1962)
El cierre de la llamada “Trilogía de la incomunicación”. Resulta clave ver como Michelangelo Antonioni posiciona a su musa, Monica Vitti, como un símbolo dentro del resquebrajamiento social y del tabú sobre el deseo, pero siempre manteniendo ese arraigo dentro del sufrimiento de la mirada social, y sobre todo de su propio pasado. Una mujer que acaba de terminar con su pareja tras una discusión, se ve inmiscuida rápidamente en otro pasional romance con el que parece la antítesis de su abandonado “arquetipo” de hombre. Un cierre perfecto a la trilogía ideológica del director, este “tira y afloja” de la imposición social es una cinta compleja, muy psicológica y hasta por momentos muy tensa de apreciar
4 – El Pasajero (1975)
Aunque mantiene su ideología dentro de aquella teoría de la “alienación social”, se nota como Michelangelo Antonioni en los 70’s decidió enfocarse en una crítica social más punzante y en usar a esta como una metáfora del resquebrajamiento de los sueños, los engaños y la soledad de sus protagonistas. Un thriller de tintes políticos, el director se vale de un mcguffin argumental centrado en la labor periodística de su protagonista, un reportero que investiga sobre el origen y la implantación de las dictaduras en África y el arraigo de la sociedad en estas, para construir una cinta sobre los cambios de personalidad y de las propias ideologías, algo que incluso luce como una expiación autoral de su propio director
3 – La Aventura (1960)
Gran premio del jurado en Cannes, aunque “la aventura” refiere al encuentro de una mujer, su novio, y su mejor amiga, dentro de un crucero, Michelangelo Antonioni usa esta excusa para encausar un filosófico y contemplativo manifiesto sobre la imposibilidad de la comunicación de pareja, dejando que este crezca a un punto donde saldrá de la relación para convertirse nuevamente en un problema social. Jugando de nuevo con la aceptación personal y lo moralmente correcto, el director impactó en su tiempo a la audiencia y crítica en lo que tal vez sea una de las películas más bellamente filmadas de la historia, aspecto técnico – visual que tan complementa como burla su punzante crítica social
2 – Blowup (1966)
Su título engloba de manera perfecta la sensación de esta obra de culto, una pieza de la cultura pop londinense que se aleja lo más posible de la convencionalidad narrativa para ejercer una fuerza tan extraña como hipnótica, digna de la adaptación de un cuento de Julio Cortázar. El cineasta italiano será criticado incluso por no denotar un principio o un fin, pero será en su sentido más voyerista, en donde el fotógrafo de modas protagonista de este relato se convertirá no solo en una extensión del propio director, sino también en una analogía de todo espectador que ve reflejado en el cine todos sus sueños y más siniestras obsesiones. Michelangelo Antonioni confundió a Cannes y al mundo con una obra rara y compleja.
1 – La Notte (1961)
Tal vez la mejor película de Michelangelo Antonioni , el legendario director logra una seductora amalgama entre su drama anti romántico y la fina crítica a la burguesía italiana por parte también de una extraordinario cast y la precisa decisión de filmar en blanco y negro, imprimiendo así un hilo de nostalgia, suspenso y hasta erotismo en su tercer acto, cuando esta pareja en crisis, despliegue sus deseos e hipocresías más desenfrenadas. La nostalgia, la muerte y por supuesto la sociedad italiana son temas que el director toca en este final de era y cambio de batuta del cine italiano, haciendo una perfecta alegoría del porvenir de la propia industria. Las actuaciones por supuesto son de un nivel máximo.