Las Mejores Películas de Paolo Sorrentino
Heredero del estilo y el talento de Federico Fellini, quizá a Paolo Sorrentino le falte un poco más de tiempo para consolidarse, pero su consistente y hermosa obra ya lo posiciona como uno de los mejores narradores de nuestra era, con al menos cuatro monumentales producciones que adquieren la crudeza de la sociedad italiana, para transformarla en un espiral de emociones y momentos surrealistas que maquillen la “realidad”.
Al igual que Fellini, el arte de Sorrentino se originaría a partir de la tragedia, y es que mientras Federico y su esposa perderían a su hijo, Paolo y sus hermanos verían muy jóvenes fallecer a sus padres en un evento fortuito, casi surrealista. Este origen queda manifestado en su última joya, “Fue la mano de Dios”, donde el joven Paolo sumido en su duelo exclama “que la realidad no le gusta”, haciéndola su enemiga y alterándola a partir de una rica gama de simbolismos y metáforas que aluden a la desgracia familiar, a la crisis emocionales y depresiones de mediana edad, sin olvidar también una implícita crítica a la hipocresía de la sociedad, a las esferas políticas, artísticas y religiosas, este último elemento casi siempre presente en su obra y no exento de polémica, incluso llevando a cabo una serie que aquejó a la comunidad católica.
Al igual que Fellini, sus protagonistas no son héroes, sino seres de cuestionables acciones que buscan la comprensión y empatía; Sorrentino gusta de explorar incluso la conciencia de estos tanto visual como narrativamente; desde lo visual, al incrustar varias metáforas y extractos que parecen proyectar la alteración de su realidad; desde lo narrativo, cuando de manera soberbia encausa una serie de líneas de diálogo o a manera de narración, donde el director – guionista se sirve para agregar complejidad a su tragedia, y de cómo esta, ya sea como causa o consecuencia de ciertos actos, arrastra a su personaje a un profundo cambio de conciencia o ideología ¡Brillante!
Celebremos los 54 años de Paolo Sorrentino con sus 5 Mejores Películas
Bonus – This Must be the Place (2011)
Por El Fett
De cierta manera es la película “menos Sorrentino” de Sorrentino, pero aún fuera de su zona de confort, el italiano no deja de lado el tono trágico y complejo que despliega esta especie de road – movie y cacería, en la que una acabada estrella de rock irlandesa, deberá recorrer América en la búsqueda del agente nazi que humilló y torturó a su recién difunto padre. El juego de Sorrentino consiste en que la relación entre padre e hijo es ajena, por lo que este errante personaje tomará como excusa su búsqueda para encontrar un nuevo propósito a su vida, dejando de lado la redención familiar que su objetivo pudiera conllevar. De tono ácido y tragicómico, la actuación de Sean Penn es maravillosa
5 – Las consecuencias del amor (2004)
Por El Fett
Un fastuoso ensayo para La Gran Belleza, Paolo Sorrentino emprende un viaje introspectivo del dolor que causa el amor y de cómo este permanece esperanzado a ser sentido por los individuos. Mediante un protagonista desprendido y alejado de la realidad y la humanidad, el director encausa su primer gran obra en un ensayo sobre los roles de la sociedad y los límites de la hipocresía y la artificialidad, de cómo bajo mecanismos repetitivos nos construimos una barrera del sufrimiento que puede llegar a causar la propia interacción humana. Un tema que será recurrente en su obra y que madurará con el tiempo. Aún así, esta es considerada por la crítica de su país como una de las grandes cintas italianas de este milenio
4 – Il Divo (2008)
Sorrentino sorprende con la historia del político Giulio Andreotti, un personaje quizás desconocido para el resto de mortales pero que en Italia forjó una carrera casi macabra para la obtención y control del poder. Lo muestra sin tapujos, a veces con un sentido del humor mordaz pero siempre crítico ante un personaje definitivamente siniestro. El director poco a poco obtiene ese estilo ya conocido gracias al movimiento de cámara y la fotografía dentro de sitios encerrados tipo noir sin llegar enteramente a ser parte de este género. Aun así se nota claramente la comparación entre la política y la mafia sin decirlo tan abiertamente, más bien con sutilezas y detalles lo que da un sentido irónico a toda la trama que saca una sonrisa aun sabiendo que estamos ante algo sórdido.
3 – La grande belleza (2013)
Por Arquicruz
Un fragmento importante de la vida de Gep Gambardella, quien a pesar de vivir la soltería a rienda suelta y de moverse en los círculos más exclusivos de la alta sociedad de la Roma moderna, ha empezado a notar que algo falta en su vida. Pero a la vez, el protagonista nos sirve de guía para ver y conocer muchas historias casi invisibles que giran alrededor de este. A lo largo de la historia vemos como Gambardella se enfrenta con el hecho de siempre haber estado enamorado de la misma mujer y que a pesar de no sentirse un hombre religioso o creyente, existe una inquietud de su espiritualidad que no sabe cómo afrontar. Un filme muy masculino que muestra las cualidades y conflictos del hombre en una época donde masculino se confunde arteramente con machista.
2 – È stata la mano di Dio (2021)
Por El Fett
Sorrentino confirma su estatus no solo como el mejor director italiano en la era moderna, sino también como el claro preservador del cine de Fellini en este extraño pero enriquecedor coqueteo del neorrealismo con elementos surreales que vuelven a sus personales relatos en un manjar de exquisitez narrativa. Con “Fue La Mano de Dios”, Sorrentino se desnuda en una biopic que invita al espectador hacer parte de su familia, de su vida y finalmente de su tragedia, por la cual encontraría la vocación al cine como un escape de la realidad, pero irónicamente como un retrato de la misma. Una biopic tierna, honesta e imprescindible, que ya podemos catalogar como uno de los mejores “coming of age” de la historia (y sin blanco y negro de por medio)
1 – Youth (2016)
Por El Fett
Una auto crítica al arte y a su equilibrio con el contexto de celebridad desde todas sus perspectivas (cine, teatro, música, deporte y belleza), bajo una impresión de comedia negra y drama astutos, inclementes y crueles en forma, pero bellos en su estética, gracias al cobijo directivo y narrativo de Sorrentino. Personajes entrañables y diálogos frescos, y hasta en cierta forma filosóficos, el cineasta rodea a este estudio emocional y artístico de una naturalidad apremiante, llevando a cabo una gran pieza de cine. El giro de tuerca, un impactante momento que funge como punto de llegada de la historia, y de partida en cuanto la redención de su protagonista, es un suceso enmarcado en la historia del cine, lleno de sensibilidad y de un duelo compartido con la audiencia