Las Mejores Películas de Robert Redford
Robert Redford no solo es una de las mejores figuras actorales que ha dado el cine, sino que también se ha labrado una elogiable carrera director. Pero lo más importante es que Redford ha trascendido ya a otro nivel fílmico al ser el creador y vigente director del Festival de Sundance, uno de los más importantes festivales a nivel mundial y primero en exposición del circuito indie de donde se ha originado la mayor tasa de nuevos cineastas internacionales desde la década de los 80.
Nacido un día como hoy, Redford vivió una infancia y juventud muy complicada tras la temprana muerte de su madre, trágico evento que lo llevó a un camino de excesos, alcohol, rebeldía y abandono del hogar que en una primera etapa lo llevó a Europa a auto descubrirse en una vida bohemia. Tras su regreso conoce al amor de su vida, Lola Van Wagenen, se casa, deja de beber y comienza sus estudios de arte, interesado más que nada en la dirección y diseño de escenarios para el teatro.
Aunque no le interesaba la actuación, por recomendación e influencia de su esposa y uno de sus profesores, comienza a aceptar papeles en Broadway para 1958, y después para la televisión para 1960, mismos que se extenderían hasta 1965, año de su llegada oficial al cine (aunque ya había debutado en 1962). Aunque en ese momento estaba interesado en retomar su vida bohemia en Europa, pronto los papeles comenzarían a surgir, retornándolo al cine y estableciéndose con su familia permanentemente en Estados Unidos, donde consecuentemente alcanzaría su clímax como actor desde finales de los 60 hasta principios de los 80.
Carismático, versátil, de físico tan atractivo como rudo, Redford dominaría la escena romántica, el thriller, la aventura, el western y el drama con singular talento, formando parte de algunas delas cintas más icónicas del cine americano. Para la década de los 80 no solo se concentraría en formalizar el sueño de Sundance, que comenzaría como un instituto educacional y de apoyo para nuevos cineastas, sino que también retomaría la pasión por dirigir, mismo que le sumarían 8 títulos en el banquillo y uno de ellos “Mejor Película” dentro de los Oscar.
Sin duda una leyenda, Redford se retiraría de la actuación en 2018 como todo un grande (aunque aparecería en un cameo en Avengers: Endgame para 2019), recolectando un currículo de 83 títulos como actor, 10 como director y 55 como productor, haciéndose de más de 40 premios de entre los que destacan 1 Oscar, 1 BAFTA, 5 Globos de Oro y dos reconocimientos de Venecia.
Con 88 años cumplidos el día de hoy, repasemos la gran carrera de Robert Redford con sus Mejores Películas.
Bonus – Indecent Proposal (Adrian Lyne, 1993)
POR KIM TOBIAS
He aquí mi bodrio romántico favorito. Llámenme ridícula, si quieren, pero es que encuentro en esta historia de amor un sentimentalismo que me mueve fibras. Claro, hay quienes pensarán que la historia ni siquiera resulta creíble: un multimillonario ofrece un millón de dólares por pasar una noche con Diane, la esposa de David; un matrimonio joven pero sólido que necesitan urgentemente el dinero para salvar una cuantiosa deuda. Y quién haría algo así, ¿cierto? Cualquiera podría afirmar que jamás dejaría que el amor de su vida estuviera con otro hombre ni por todo el dinero del mundo; pero como dice John Cage “es fácil decirlo porque es una situación hipotética”. Y por supuesto está el otro factor, un Robert Redford que se roba la película
15 – The Great Gatsby (Jack Clayton, 1974)
POR EDGAR DEL VALLE
Basada en la gran novela de F. Scott Fitzgerald y con guion del mismísimo Francis Ford Coppola, narra la historia de Jay Gatsby, un hombre de origen humilde que después de la primera guerra mundial se ha enriquecido y vive en una lujosa mansión, donde continuamente organiza grandes fiestas. Sin embargo, la vida del millonario es una pantalla que esconde un desprecio romántico, pues Gatsby vive atormentado por el amor de Daisy (Mia Farrow) -el amor de su vida- que ha contraído matrimonio con otro hombre. A pesar de una buena actuación en esta cinta, los críticos no fueron benévolos con la actuación de Robert Redford ni de Mia Farrow, quedando infravalorada e incluso un poco enterrada por la consecuente adaptación de Baz Lhurman.
14 – Brubaker (Stuart Rosenberg, 1980)
POR EDGAR DEL VALLE
Drama carcelario basado en la historia de Tom Murtom, el director de prisiones que conmocionó el mundo político al destapar los escandalosos abusos y asesinatos que tuvieron lugar en la prisión estatal. Otro genial papel de Robert Redford, el cual se hace pasar por un preso para descubrir todo el sistema podrido y de corrupción. Experto en este tipo de cintas, Rosenberg logra su segunda mejor película también tras las rejas, inyectando ese sentido de tensión y pesimismo a una historia que parece no tener esperanza o redención. Nominada al Oscar a mejor guion, las potentes actuaciones destacan más por parte de la corrupción que de los condenados.
13 – Inside Daisy Clover (Robert Mulligan, 1965)
POR EL FETT
Dista de ser una buena película, sin embargo, la historia sobre una joven que en los años 30 se convierte de la noche a la mañana en una afamada estrella de Hollywood, es quizá el papel más cercano a la psicología de Wood, que prácticamente vivió en carne propia las tribulaciones y excesos de una industria que finalmente la llevaría a la muerte. Mucha actuación para tan pobre película, Wood demuestra como su talento rebasa a la propia narrativa, haciendo suyo toda la psique y desarrollo de su personaje. La cinta fácilmente pudo haberse llamado “Inside Natalie Wood”. Redford antes de su primer gran papel en The Chase, llamaría aquí mucho la atención.
12 – The Way We Were (Sidney Pollack, 1973)
POR EL FETT
Culebrón anti romántico que causó mucho impacto en su época gracias a la impresión de una cruda verdad: el matrimonio resquebrajado por diferentes personalidades muy a pesar del amor profesado. Al contrario de “A Star is Born”, aquí Streisand se encuentra solemne, en pleno dominio de su personaje y encausando una química soberbia con Robert Redford, de donde saldrían chispas gracias a la rotunda inmisericordia narrativa de Pollack y su brutal pero honesto retrato sobre la infelicidad conyugal, enmarcado en una época social complicada dentro de los Estados Unidos, y que al final funciona como principal simbolismo para enaltecer el conflicto ideológico – políticos de la pareja en cuestión.
11 – All the President’s Men (Alan J. Pakula, 1976)
POR EDGAR DEL VALLE
Para muchos la mejor película del director Alan J. Pakula, que relata el llamado caso Watergate y todas sus implicaciones políticas, que llevaron a la caída del presidente Nixon. La historia cuenta como dos jóvenes periodistas en 1972 protagonizados por Robert Redford (Bob Woodward) y Dustin Hoffman (Bob Woodward) lograron desentrañar lo que en su momento se convirtió en uno de los grandes casos de espionaje político en los Estados Unidos. Buena dirección y magníficas actuaciones en una de las películas que se convirtió en una de las preferidas del género y en un clásico de culto alrededor de la investigación periodística.
10 – The Natural (Levinson, 1984)
POR EL FETT
Mucha de la crítica sepultó n un principio este manifiesto e idealización optima de la sociedad americana de los 30 debido a su naturaleza de fábula, sin embargo desde su comienzo Levinson establece sin tapujos que esto sería una fantasía sustentada en dos de los símbolos de competencia y esperanza más reconocidos de los gringos: el baseball y por supuesto Robert Redford, este último actuando en automático, solvente, carismático y como pez en el agua. Uno de los clímax más raros pero más emocionantes del cine gringo se erige aquí sobre un más extraño (pero aun así funcional) cuento de hadas, resaltando también las grandes cualidades de su banda sonora y de la fotografía.
9 – The Chase (Penn, 1966)
POR EDGAR DEL VALLE
Gran película dirigida por Arthur Penn y con un reparto que incluía a Marlon Brando, Angie Dickinson, Jane Fonda, E.G. Marshall, Robert Duvall y Redford en uno de sus primeros papeles. Un crudo drama sobre la vida rural sureña de los Estados Unidos y su gran fanatismo existente: un hombre (Redford) que ha escapado de la cárcel vuelve a su pueblo, pero sus habitantes emprenden su cacería como si se tratará de una diversión más. Solo el sheriff (Brando), un hombre íntegro y cabal tratará de evitar su linchamiento. La película no recibió el reconocimiento debido en su momento por parte del público y la crítica, pero con el tiempo se ha tornado en un filme emblemático y en donde Redford daría prueba de su talento y posterior gran carrera actoral.
8 – The Old Man and the Gun (Lowery, 2018)
POR EL FETT
Encantadora cinta que basa su gran valor en dejar que Redford afronte su retiro de manera ceremonial, con una personificación (más que actuación) tan íntima que pareciera que el “Lord” de Sundance guarda más parecidos con aquel veterano criminal de lo que uno hubiera pensado, por ejemplo y en una primera instancia, en esa desgraciada etapa llamada vejez donde el cuerpo debe detenerse pese a que el talento y la adrenalina siguen intachables en la mente y en su corazón ¡Tremendo! A pesar de mantener un tono convencional, la cinta se vuelve rítmica, agradable, romántica y divertida gracias al innegable y gran carisma de Redford, y a la entonación de la química que él mismo origina con sus compañeros veteranos Glover y Waits, pero en especial con Spacek.
7 – Out of Africa (Pollack, 1985)
POR CLEMENTINE
Galardonada con 7 premios de la Academia incluida la de Mejor Película, Out of Africa de Sidney Pollack fue la encargada de unir a Redford y a Streep, en lo que es un gran romance épico basado en una historia real. Sin minimizar la gran calidad narrativa del guion y aunque Streep es el alma de la película, con un magnetismo increíble y dotando a su personaje de emociones que permiten conectar con ella, cabe resaltar la excelente, galante y carismática contraparte masculina de Redford, elemento que ayuda a la evolución del personaje de Streep en una introspección de admirar y a base de pura fuerza interpretativa. Aunque ya con mucho menos constancia en la labor histriónica, a Redford aún le quedaba tiempo para establecerse como un galán
6 – Three Days of the Condor (Pollack, 1975)
POR EDGAR DEL VALLE
Cinta de intriga y espionaje, que constituye la cuarta colaboración entre Sidney Pollack y Robert Redford y que plantea un thriller de conspiraciones políticas en el cual un investigador de la CIA descubre que todos sus compañeros de trabajo están muertos y que el siguiente es él, por lo que se deberá de dar a la tarea de encontrar una explicación a lo sucedido. Redford encarna de manera sutil y creíble al investigador Joseph turne, quien es conocido con el seudónimo de Condor, siendo el protagonista y objeto de la persecución motivo de este filme. La película fue estrenada posteriormente al escándalo de Watergate, con un buen éxito comercial y de crítica, siendo nominada al premio Oscar por mejor edición.
5 – Jeremiah Johnson (Pollack, 1972)
POR EL FETT
Antes de “The Revenant” existió Jeremiah Johnson, cinta que con bastante libertad creativa intentó dignificar e imprimir en celuloide el mito del llamado “Devorador de Hígados”, un montañés que se volvió el “Bogeyman” de los nativos de la región hasta su muerte registrada en 1900. Lo interesante de este film es que la aproximación de Pollack es la de un resquebrajamiento emocional, que a pesar de “crear” un motivo para su cacería constante de nativos, funcionó de manera lógica y elocuente gracias a la gran interpretación de Robert Redford (insertar legendario gif aquí). Ni 20 Chivos Lubezkis podrían con la superioridad narrativa de este film, en mucha parte gracias que el personaje de Johnson, mítico por sí solo, es la pura esencia de lo “salvaje”.
4 – Quiz Show (Redford, 1994)
POR EL FETT
Potente thriller corporativo y publicitario de Redford. La imagen de la ética y la inocencia frente al oportunismo y la falsedad del sistema televisivo, hacen que Redford exponga un complejo dilema moral y de competencia entre dos arquetipos “seleccionados” como eslabones mediáticos de un show de preguntas y conocimientos manipulado a través de los años. Así mismo mientras el Van Doren de Ralph Fiennes representa lo mediático de la clase alta, y al personaje de Turturro le toca la de clase media baja (en lo que también es un hábil discurso – crítica sobre las clases sociales), a Redford le alcanza para imprimir un tono de tensión sobresaliente y que acompaña a este accidental conflicto durante todos su desarrollo y formidable desenlace.
3 – Ordinary People (Redford, 1980)
POR EL FETT
¿Recuerdan que Redford quiso ser director de teatro antes que actor? Pues bueno, en su debut directivo pero fílmico, el ahora narrador da una cátedra de como un relato peligrosamente amenazado por la manipulación y el melodrama, se puede convertir a partir de un desarrollo de personajes e impresión de ritmo y situaciones precisas, en uno de las historias domésticas más impactantes en el rubro emocional y por ende mejor actuadas. Cuatro Oscar incluyendo película y director, Redford escapa de esa “manipulación” para plasmar un drama auténtico, creíble y causante de la más fina y honesta lágrima de la audiencia. Lástima que él mismo nunca alcanzara este nivel nuevamente.
2 – The Sting (Roy Hill, 1973)
POR EDGAR DEL VALLE
Una comedia que versa sobre dos timadores que deciden vengar la muerte de un colega asesinado por órdenes de un poderoso mafioso, mediante un complicado plan que conlleva un fraude. La complicidad actoral de Redford y Newman (una de las parejas más legendarias del cine), hacen de este filme una delicia de espectáculo sobre esta historia de engaños múltiples con un final sorpresivo. Redford demuestra en esta cinta al alternar con Newman -como lo había de mostrado también en “Dos hombres y un destino” – que cuenta con lo necesario para ser considerado un gran actor. La película fue nominada a 7 premios Oscar, incluyendo mejor película, director y guion y Redford al premio David di Donatello como mejor actor extranjero (ex aequo).
1 – Butch Cassidy and the Sundance Kid (Roy Hill, 1969)
POR EL FETT
Sin lugar a duda la mejor tragicomedia del western gracias a la picardía y química de sus dos maravillosos protagonistas y la perspicacia de su director en el permiso que otorga su inicial leyenda: “Casi todo lo que se narra aquí es verdadero”. Roy Hill construye una cinta centrada en su par de antihéroes en lo que en esencia es un relato de supervivencia y fin de época, que va desde los Estados Unidos hasta Bolivia. El comedy relief no solo se da gracias a una serie diálogos extraordinarios, sino también a su atípico ritmo engalanado con una tripleta de pistas musicales que innovaron la estructura en la narración del western para su tiempo. Todos ya sabemos cómo acabará esto, pero aun así sigue siendo gratificante y encantadoramente trágico seguirlo viendo. Por supuesto, el personaje de Robert Redford originaría el nombre del aclamado Festival.