Las Mejores Películas de Robert Taylor
Apodado “el hombre del perfil perfecto”, Robert Taylor fue una de las estrellas más queridas por el público y por los estudios durante su clímax como acto, uno que llegaría de la mano de la MGM y que durante 3 décadas lo convertirían en uno de los rostros más conocidos y recurrentes del cine
Aunque nunca ganaría un Oscar, la fama de Robert Taylor vino por parte de sus buenas relaciones con sus actores y lo que también en algún tiempo se le llamó la pareja perfecta de Hollywood gracias a su matrimonio con B . Así mismo, salir avante de las acusaciones en su contra por el comité de investigación contra actividades comunistas, y haber luchado en la Segunda Guerra Mundial fueron dos factores que ayudaron a posicionar su imagen como uno de los héroes y hombres “perfectos” de Hollywood.
Galán también, aunque el registro dramático de Robert Taylor siempre fue un poco limitado, su habilidad por seleccionar papeles y su excelente asociación con el director, Melvyn LeRoy fue más que efectiva, destacando en variados géneros, de entre los que destaca el western en donde sin duda daría sus mejores actuaciones.
Recordemos al buen Robert Taylor con sus mejores películas
Bonus – Return of the Gunfighter (James Neilson, 1967)
Por El Fett
Western de serie b en Estados Unidos, y particularmente en este tono crepuscular y fronterizo en donde ser hará cargo del mejor papel de la cinta, una mujer movida por la tragedia y que se divide entre el amor y la justicia, representada por el regreso del pistolero en otra de esas cintas que homenajeaba a las viejas estrellas del género, en este caso a un veterano Robert Taylor. NO es ni de lejos un buen western, pero si destaca por su ritmo, buenos tiroteos y la presencia descomunalmente bella de la estrella novata mexicana. Es gracias a la presencia de Martín y Taylor que la película camina por buen rumbo, pero hay que verse con reservas
Bonus – Margarita Gautier (Cukor, 1936)
POR EL FETT
Potente drama de época en el que Baz Lhurmann se basó (o copió) para llevar a cabo el musical “Moulin Rouge”, y en donde una cortesana parisina deberá escoger entre el artista bohemio que le profesa el amor más sincero, y un desdeñable barón que le desea y ofrece la seguridad económica que ella necesita, más aún cuando sabe que se encuentra enferma de gravedad. Increíble pero cierto, Cukor lograría un incisivo drama sobre la prostitución francesa sin ninguna concesión, alejado de su “comedia sofisticada”, y encargado de llevar a “La Garbo” a un registro dramático inconmensurable, con un papel que refleja tanto fortaleza como una gran sensibilidad. Robert Taylor se ganaría su apodo de “el hombre del perfil perfecto” gracias a esta película
5 – Waterloo Bridge (LeRoy, 1940)
POR EL FETT
Para pasar el trago amargo de ese fastuoso anti romance en Gone with the Wind, la audiencia fue capaz de ver a Leigh ahora en su faceta más romántica en este excelente drama bélico situado de bella y trágica manera entre las dos guerras mundiales. Una cinta infravalorada e injustamente olvidada, es inequívocamente la tercera mejor actuación de su carrera irónicamente en una faceta en la que a pesar de sus cintas con Olivier y su trabajo teatral, le era ajena al menos en cuanto a la imagen que se forjó con la audiencia: la de la mujer enteramente romántica. Por su parte, el fetiche masculino del director, Robert Taylor, es un excelente acompañamiento para Leigh, destilando sofisiticación y romance
4 – Ivanhoe (Richard Thorpe, 1952)
POR EDGAR DEL VALLE
Aventura de capa y espada, dirigida por Richard Thorpe, en la que la Joan Fontaine rivaliza con Elizabeth Taylor, por el afecto de Robert Taylor, el caballero Ivanhoe. Basada en un pasaje de la vida del Rey Ricardo Corazón de León, por el cual se exige un rescate por parte de Austria para dejarlo libre, El caballero Ivanhoe, uno de los partidarios de Ricardo, intentará por todos los medios conseguir el dinero del rescate. En su papel de Lady Rowina, como la novia tímida e ingenua novia de Ivanhoe, quien está profundamente enamorada de éste, Fontaine nos brinda una muy buena actuación, mesurada y sin exageraciones. Contraárte perfecta de una radiante Taylor, que denota por otra parte su descomunal pasión, llena de fiereza.
3 – Quo Vadis (LeRoy, 1951)
POR EDGAR DEL VALLE
Película que nos traslada a la época romana del imperio de Nerón, en donde encontramos a un militar romano que se enamora de una esclava cristiana, que con el tiempo lo conduce a su fe. Un clásico del cine religioso de todos los tiempos, con las actuaciones principales de Robert Taylor y la hermosa Kerr, en una superproducción que se convirtió en éxito de taquilla y de público. Aunque no ha envejecido bien del todo, queda como un remanente de calidad actoral y de espectacularidad dentro del cine épico, regalándole a Mervyn LeRoy otro género que presumir (fantasía, terror, drama, thriller de corte gansteril, romance, comedia, musical y ahora la aventura épica).
2 – Johnny Eager (LeRoy, 1941)
POR EL FETT
Plena decadencia social en la unión americana, donde lo gánsteres y el juego se apoderaban del entorno y así poder difuminar la realidad de la Guerra. En este contexto aparece el gran personaje mafioso de Johnny Eager (un extraordinario Robert Taylor), el cual lleva una vida doble, pues por un lado es un hombre de familia humilde, y por el otro, el amor y señor de los juegos. El excepcional guion utiliza a otro personaje clave (el de Van Heflin), para que la audiencia se sienta identificada con este discurso dual de la moral. Así mismo, entre juegos, engaños, misterios y crimen, emerge la figura central de Turner, punto de inflexión de un tour reflexivo y oscuro entre los rincones de la mafia estadounidense.
1 – Devil’s Doorway (Anthony Mann, 1950)
POR EL FETT
Quizá uno de los puntos de origen o referencias más claras sobre el fenómeno social de la gentrificación lo encontremos en el género western y en todas aquellas historias sobre el desplazamiento de los nativos debido a la expansión “blanca” de las urbes norteamericanos que por ende crearon el entorno del llamado “viejo oeste”. Muchas historias sobre estas, pero quizá la que más ahonda en el conflcito sea esta joya escondida de Anthony Mann, que versa sobre la apropiación de muchas hectáreas abandonadas pertenecientes a los indios y que son amenazadas por vaqueros y ovejeros para poder sobrevivir en su viaje y consecuente asentamiento. La dualidad moral, ética y social es exquisitamente representada por el director, incluso agregando el aspecto legal. La actuación de Robert Taylor como el nativo defensor es IMPRESIONANTE