Las Mejores Películas de Rogelio A. González

Rogelio A. González fue un director que abordó todos los géneros, desde las cintas de charros hasta los melodramas urbanos. En lo referente al cine fantástico realizó Dos fantasmas y una muchacha, El conquistador de la luna, y una de las mejores cintas mexicanas de humor negro (y de la historia), El esqueleto de la Sra. Morales.

Una figura muy importante para el cine mexicano, tanto dentro como fuera de cámaras, el también productor, guionista y actor fue el secretario general de la Sección de Directores del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana, (STPC). Así pues, combinando su trabajo sindical, con su pasión artística, Rogelio A. González filmó más de 70 obras como director, entre cortos, documentales y largometrajes de todos los géneros; así como también firmó aproximadamente una treintena de guiones, muchos de ellos a la orden directiva del gran Ismael Rodríguez.

Aunque su filmografía cuenta con variados bodrios y hasta alguno que otro elemento cutre del cine mexicano, sin duda Rogelio A. González fue uno de los maestros en el manejo del humor negro, así como también uno de los principales socios del “Inmortal” Pedro Infante, a quien dirigió en un par de sus cintas más emblemáticas para resaltar de igual manera su valía como cineasta dramático.

Rogelio A. González fallecería en 1984 tras un accidente automovilístico, dejando así una huella imborrable dentro de las leyendas directivas de la época de oro del cine mexicano. Recordémoslo con sus mejores películas, y un bonus tan curioso como cutre.

 

Bonus cutre – La Nave de los Monstruos (1960)

POR FLACO CACHUBI

Una combinación de comedia ranchera/película de ciencia ficción clase B, con escenografías de cartón piedra y monstruos de hule incluidos, lo que lejos de convertirla en un bodrio funciona para hacerla más chistosa. A simple vista, es una especie de parodia de las películas SF gringas que abundaron en los años cincuenta; por ejemplo, El día que la tierra se detuvo de Robert Wise. Sin embargo, también es una comedia que retrata una fantasía muy socorrida por el mexicano promedio, la cual consiste en que un día se le aparezca una mujer de buenísimas proporciones para pedirle que le haga “el favor” y si se lo lleva a otro planeta, isla o cualquier lugar en que lo necesiten para poblarlo de nuevo, él simplemente se ponga flojito y cooperando.

 

Bonus western – La noche del halcón (1968)

POR EL FETT

Andrés García como el galán del chili western en un dramón de vaqueros en donde este tendrá que enfrentar a su mentor y guía pistolero por el amor de la misma mujer. Rogelio A. González sería uno de los estandartes de la corriente western en México, que aunque nada bien actuada (hay algunos momentos verdaderamente vergonzosos), logra sobresalir por su buena dosis de emoción, duelos, acción y hasta dos que tres diálogos que te dejan la piel helada en lo que también es un tema paternalista tan complejo como salvaje, alcanzando un clímax más que adecuaod y trágico al destino de estos dos hombres. Con reminiscencias al cine de Hawks y sobre todo a aquelle joya “Red River”,  La Noche del Halcón es un digno ejemplar western dentro del cine nacional

 

Bonus – Chanoc (1967)

POR EDGAR DEL VALLE

Creada en 1959 por el escritor Martín de Lucenay y el dibujante Ángel Mora, Chanoc fue una historieta de aventuras y comedia que se desarrolla en el Golfo de México, en el pequeño pueblo de Ixtac, en donde radica un intrépido pescador de nombre Chanoc, junto a su travieso padrino Tsekub Baloyán, quien tienen aventuras por demás increíbles. Se realizaron 8 películas con este personaje, con diferentes directores y protagonista, incluido Tin-Tan en el papel de Tsekub Baloyán, sin que nunca se pudiera captar la esencia original de la historieta. Sin embargo y como suele ser el cliché, la primera de sus adaptaciones, dirigida por Rogelio A. González, fue la que encausó una “mejorcita” calidad.

 

5 – Río Hondo (1965)

POR EL FETT 

Si estuviera un poco mejor actuada sería notable (lo de Carlos Cortés es vergonzoso), pero aún así Rogelio A. González conoce el oficio del western y entrega a un héroe errante acosado por dos bandos, el criminal y su propio pueblo. Excelentes secuencias de duelos y una fotografía impecable acompañan así la odisea de redención mientras se da la amenaza de asedio a un pueblo, volviendo a este drama del oeste mexicano en una literal cruce de fuego que llega a un clímax espectacular entre dinamita, fuego y mucha muerte (ciertamente influenciado por la corriente crepuscular). Para dar cierta decencia al reparto se encuentra el siempre bien librado  Rodolfo Acosta y una hermosa Elsa Cárdenas.

 

4 – El Inocente (1956)

POR EL FETT

Adorable e hilarante comedia románticade Rogelio A. González, mezcla entre road movie y enredos familiares, que en su momento mostró un interesante manifiesto sobre las clases sociales sin llegar a los estereotipos vulgares de hoy en día, y que incluso ha servido de base para desarrollar (o copiar) decenas de argumentos dentro del cine mexicano a través de las décadas. El Inmortal, afianzado también en este tipo de comedias, crea una pareja de ensueño con la también chispeante Silvia Pinal; el un mecánico, ella una niña berrinchuda de clase alta, ambos se meterán en un lío familiar con la familia de ella que desprenderá comiquísimos diálogos y situaciones. Vale la pena rescatarla

 

3 – Escuela de vagabundos (1955)

POR EL CINE ACTUARIO

Una de las mejores comedias musicales mexicanas, Rogelio A. González nos narra una serie de enredos que vive la familia Valverde y el compositor de moda Alberto Medina al crear que es un vagabundo.  A pesar de lo rebuscado de sus situaciones, la naturalidad y gracia con la que el director y los actores llevan estos sucesos generan un humor disfrutable. Añadan el elenco de lujo que lo lidera Infante, Oscar Pulido, Miroslava y Anabel, que contribuyen al dinamismo de la trama. El factor musical aporta mucha calidad a la dinámica de la cinta. Todos estos elementos hacen que “Escuela de Vagabundos” sea una de las comedias más icónicas de la Época de Oro y un recordatorio para el cine nacional de que a base de pura gracia y sin vulgaridades se puede sacar una risa al público.

 

2 – Un rincón cerca del cielo (1952)

POR CAT MOVIE LEE

Si alguien sabía representar la desesperanza del pobre a la perfección, ese era Infante. Una actuación soberbia (y una mancuerna perfecta con Marga López), me atrevo a decir que esta tragedia supera a la mítica muerte del Torito , porque no encontrar oportunidad para trabajar honradamente con un sueldo justo y vivir de lo que se pueda, no está tan mal, pero cuando la vida se ensaña, te quita lo que más quieres (incluida la dignidad y las ganas de vivir) y no conforme con eso te deja más jodido de lo que empezaste… es para no solo cuestionar la existencia de dios, sino para renegar con toda justicia de que en el colmo del sentimentalismo, una pareja de pobres diablos con una boca más que alimentar, termine experimentando la antítesis de lo que verdaderamente sería un rincón cerca del cielo.

 

1 – El Esqueleto de la Señora Morales (1960)

POR EL FETT

Claramente estamos hablando de la mejor comedia negra de nuestro cine, una pieza ineludible dentro del brillante y original humor mexicano a partir de la imagen de una terrorífica institución conyugal que alude de nuevo a la muerte como principal socia narrativa. La excepcional interpretación de Arturo de Córdova va más allá del valor histriónico, convirtiéndose en un débil reflejo machista que confronta a dos valores intocables de la idiosincrasia nacional: la espiritualidad y el matrimonio. ¿Se imaginan al machismo rebajado y expuesto en dicha época? Esto desembocará en consecuencias tan funestas como hilarantes, presentando a una de las villanas del cine mexicano por antonomasia en donde la psicosis perdurará hasta en los huesos.

Etiquetas:  

Acerca del autor

Cinescopia   @Cinescopia   cinescopia.com

Equipo editorial de Cinescopia.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*