Las Mejores Películas de Sam Mendes
Todos en algún momento de nuestra vida desearíamos ser Sam Mendes: ganar uno de los más justos e históricos Oscar en tu debut fílmico y estar casado con Kate Winslet ¡Rotundo cabrón! Suertudo y talentoso, sin duda estamos hablando de uno de los mejor ponderados cineastas de los últimos 20 años.
Debutando en 1999 con aquella reverenda “belleza”, Sam Mendes suma con sus 13 títulos más de 60 premios internacionales. Aquí sus mejores Películas
Bonus – 1917 (2019)
POR EL FETT
Sam Mendes utiliza el viejo truco de Hitchcock para llevar a cabo un prodigio técnico y estético, escondiendo de manera excelsa las al menos 18 transiciones de su falso plano secuencia, que llevarán consecuentemente al éxtasis visual en un clímax repleto de adrenalina y emoción, y donde el principal objetivo del director es situar al espectador dentro de la batalla, desde el terror de las trincheras hasta la la escalofriante “tierra de nadie”. Si bien cojea en su plana y predecible historia, merece un lugar dentro de lo mejor de su filmografía gracias a su técnica e impacto, situándose sino entre las mejores, si dentro de las más destacables historias sobre la primera guerra mundial. Un ejemplo de prodigio directivo.
5 – Jarhead (2005)
POR URIEL SALVADOR
El principal atractivo de esta propuesta recae en que la verdadera guerra no está en el exterior, sino en el interior de cada personaje, y cómo todos sus motivos los han llevado a la misma situación sin importar su origen. Con ayuda de la fotografía de Roger Deakins, Sam Mendes crea su propio universo a partir de varias referencias a los clásicos del género para forjar una historia sobre soldados que lidian con el aburrimiento por no tener actividad, aterrados porque nunca han tenido contacto con el conflicto, pero también ansiosos por matar. Es cierto que le falta cierto empuje emocional y hay poca profundización en los personajes, pero tiene una perspectiva intimista, antibélica y realista.
4 – Revolutionary Road (2008)
POR EL FETT
La esperada reunión de Winslet y DiCaprio 11 años después del Titanic, se daría con este poderoso drama de índole matrimonial por parte del esposo de Winslet y experto en las desdichas conyugales: Sam Mendes. La compenetración psicológica y emocional hacía con su personaje lograda por la pareja tanto frente como detrás de cámaras es poco más que impresionante, siendo un foco de empatía inmediata pese a la brutalidad de algunas de sus escenas y las cuestionables decisiones de los personajes. Un relato sobre la hipocresía y la desdicha dentro de esta y muchas relaciones de pareja, Winslet sorprende con su naturalidad y fuerza dramática en un nexo director – actriz impresionante
3 – Skyfall (2012)
POR EL FETT
Tal vez la mejor película sobre el agente 007. Sam Mendes construye un thriller (no una película de acción, no una película de aventuras) de una experiencia acogedora y tensa que se va desarrollando de manera única dentro de la mitología de James Bond gracias a un libreto que cumple dos requisitos principales: estructurar a un personaje nunca antes estructurado, y dotar a la historia de un ritmo imprescindible que va a la par de las emociones de un Bond más humano y ciertamente más dramático. Si bien Casino Royale comenzó a evolucionar al personaje haciéndolo más vulnerable, ni Connery se hubiera imaginado que 50 años después llegaría Mendes a crear a James Bond, rompiendo la costumbre de solo dibujarlo y colocarlo en escena para salvar el planeta.
2- Road to Perdition (2002)
POR EL FETT
Uno de los relatos gansteriles por excelencia y que a poco a poco se ha posicionado como lo que se merece, una pieza ya de culto en el subgénero. Sam Mendes a través de su increíble dirección y ritmo hacen que la más rotunda tragedia se convierta en un vehículo de redención paternal con tonos que incluso alcanzan el más fino cine de aventuras ¿Lo más impresionante? Es que a pesar de la brutalidad de su contexto, Mendes se las ingenia para contar todo como si fuera una fábula apta para chicos y grandes. La última y catedrática secuencia tome un significado superior, siendo ya uno de los más bellos momentos visuales, narrativos y actorales del séptimo arte. Si no han apreciado esta cinta como se debe, les sugiero hacerlo una, dos, tres y cuantas veces deban.
1 – American Beauty (1999)
POR EL FETT
Un clásico que exhibe de manera sofisticada la destrucción del ideal americano. Su atemporalidad es tan intensa como reflexiva, pues Sam Mendes no tiene reparo en revelar los deseos más ruines y carnales dentro de un marco de cambio generacional sumamente interesante y bien descrito: llegando el Boomer al final de su clímax y dejando que el “millennial” y todas su inseguridades, miedos y pasiones se posiciones dentro del ciclo de la vida y el “american way of life”. Fue y sigue siendo un rotundo golpe a los valores más intrínsecos del gringo, pero su maestría fue tan avasallante que al Oscar no le quedó de otra que coronar esta sátira de naturaleza neorrealista con los principales premios de aquella gala. Es una joya