Las Mejores Películas de Takashi Miike
Si tuviéramos que ponerle rostro a la palabra controversia, la de Takashi Miike sería, quizás, una de las más apropiadas. Aficionado a las motocicletas y rebelde desde joven, Miike decidiría estudiar cine en la Yokohama Vocational School of Broadcast and Film simplemente porque no le pedían examen de admisión para entrar a la carrera. Graduarse le tomó un poco más que al resto, ya que solía faltar a clases muy a menudo, pero aun así lo logró, en gran parte porque Shohei Imamura (considerado el mejor director de cine japonés después de Kurosawa, nada más y nada menos) lo acogió bajo su manto y fungió como su tutor.
Arranca su carrera oficialmente en 1991 dirigiendo Eyecatch Junction seguida de otras 7 películas Direct-to-video, ya que en ese formato sentía más libertad de expresión y menos presión por parte de los productores con lo que trabajaba, dando inicio a unas de las trayectorias fílmicas más prolíficas de la historia, amasando una increíble cantidad de más de 100 títulos dirigidos, entre filmes y series, unos por encargo y otros que por azar llegan a sus manos, con un promedio de 2 cintas por año y habiendo estrenado su último proyecto, Lumberjack the Monster, apenas el octubre pasado en el Sitges Film Festival, Takashi Miike no da señas de que se vaya a detener en un futuro muy cercano.
Mientras en Estados Unidos lo bautizaron como “el perro rabioso del cine asiático”, Jodorowsky lo llamaba el nuevo Pasolini. Amado, odiado, pero nunca dejando indiferente a nadie, hoy celebramos el cumpleaños de Takashi Miike con sus 5 mejores películas.
Bonus – Dead or Alive (1999)
Después de una secuencia inicial de casi 10 minutos, frenética y excéntrica, llena de música, sexo, drogas, alcohol y fideos, Takashi Miike sienta las bases de lo que será este entretenido thriller policial que mezcla varios de sus temas más recurrentes: la yakuza, los gánsteres y los policías corruptos. Un relato lleno de antihéroes que no se rigen por la ética y moral del mundo real y que van dejando un rastro de sangre y muerte en su camino hasta el momento de su enfrentamiento final, en el que Takashi Miike firma uno de sus finales más delirantes e inesperados. Un producto óptimo para adentrarse en la filmografía de este autor, y que contiene muchos de los elementos de su obra
5 – First Love (2019)
Leo Katsuragi es un joven y prometedor boxeador al que sentencian de muerte al detectarle un tumor inoperable en el cerebro después de una pelea. Mientras sondea su futuro, se cruza en su camino Monica, una chica metida en un lio de drogas entre los yakuza y la policía a la que decide ayudar antes de su inminente muerte. Quizás y sea por la edad, pero es aquí donde encontramos al Takashi Miike más desenfadado, no se confundan, sangre y violencia sobran, pero también la combinación de romance, comedia y esperanza en la rodeada y protege a sus protagonistas. Una peculiar pieza coral y/o de historias cruzadas que incluso conlleva un humor de slapstick, pero que nunca pierde la solemnidad de su estilo
4 – Rainy Dog (1997)
Uno de los relatos dramáticos e introspectivos de Takashi Miike más cargados de pena y desconsuelo, sobre un asesino a sueldo solitario que de pronto se ve enfrentado a una paternidad inesperada y al amor de una prostituta marginada. Después de terminar uno de sus encargos, Yuuji se entera de que uno de los familiares de su última víctima le ha puesto precio a su cabeza, así que emprende la huida con su nueva familia hacia una nueva vida juntos, siendo constantemente asediados por el delirio de persecución y por una lluvia interminable, como si el cielo mismo fuese su enemigo. Sin duda una pieza que independiente a su violencia, incurre en una reflexión muy interesante
3 – Blues Harp (1998)
Este drama sobre un bartender que toca blues con su harmónica y se hace amigo de un ambicioso miembro de los yakuza que busca ascender en su grupo criminal por obra del azar.es otra de las pruebas contundentes de que Takashi Miike puede ser más sentimiento que vísceras cuando se lo propone. El tema de los yakuza es mero pretexto de Miike para profundizar en las relaciones amorosas, amistosas y las traiciones entre sus protagonistas, todo acompañado de mucha lluvia, mucha melancolía, mucho blues y luces neón. Nótese la influencia de Martin Scorsese e incluso de Kurosawa, no solo en la trama, sino en posicionar al entorno como un protagonista más de esta fábula fraternal
2 – 13 Assassins (2010)
A pesar de ser un remake, estamos ante la cinta más ambiciosa, nominada y galardonada de Takashi Miike, un relato épico de samuráis ubicado en el periodo Edo, en el que 12 samuráis y un cazador planean el asesinato del Lord Naritsugu, el sádico y despiadado líder del clan Akashi que amenaza con acabar con la era de paz en Japón. Un must-see para los amantes de la acción ya que el clímax, que dura nada más y nada menos que 45 MINUTAZOS, es de las cosas más emocionantes que van a presenciar en una pantalla. Sin duda uno de los mejores remakes de la historia, que en su momento revivió el cine de samuráis a la vieja usanza con elementos de su propia patente
1 – Audition (1999)
La obra que disparo a Takashi Miike a la fama, parte fundamental del boom del J-Horror (considerada incluso la madre de esta corriente) a principios de los 2000s y culpable de que subgéneros como el torture porn sean tan famosos hoy en día. Un relato tan romántico como tramposo que Miike se ocupa de deformar por completo en su recta final, haciendo de su clímax una de las cosas más viles y depravadas vistas en el cine. Perturbadora sin duda, su influencia es tal que el espectador que la descubra sabrá de donde emergieron tantos directores adeptos a este tipo de gore, pero que nunca han podido equiparar el siniestro genio narrativo y visual de Takashi Miike