Las Mejores Películas inspiradas por Roald Dahl
Hablemos hoy de un personaje oculto de la cinematografía, un escritor y guionista que misteriosa e injustamente ha permanecido en el anonimato a pesar de crear conceptos, historias y fábulas que hasta la fecha son un referente en la mente de los niños y adultos, sobre todo en aquellos de la generación X y millennials que crecimos tan maravillados como perturbados gracias a sus imaginativos relatos repletos de horror y humor negro. No me sorprendería incluso que usted querido(a) lector(a) de cuenta bajo este nostálgico repaso y ranking del origen de su sarcasmo y ligereza hacia otra época, en el que el abuso, lo estereotipos y la disfuncionalidad familiar eran temas íntimos que nos instaban a reaccionar y/o reflexionar de una manera más personal y con mayores valores.
Eran otros tiempos en los que Roald Dahl se basó para concebir mundos y ambientes fantásticos, historias con toques vivenciales y metafóricos que trataban con inteligencia a los infantes y los preparaban para la inevitable transición adulta. El novelista británico de ascendencia noruega conocía mejor que nadie esa transformación, sabiendo como comulgar la experiencia de la niñez con los problemas palpables de la adultez. Bajo su ficción y vasta exploración, el autor vio en criaturas destructivas, gigantes, animales parlantes, brujas y duraznos navegantes como el niño percibía el mundo, entre malignos entes adultos que existían para destruir la inocencia y sus contrapartes llenos de bondad que se convertían en socios y guías espirituales, emocionales y/o familiares.
Roald Dahl nace el 13 de septiembre de 1916. Un escuincle muy vago, castigado por sus maestros (por meter ratones en los frascos de dulces) y nómada de varias instituciones académicas, encontró su vocación en su afición por el chocolate, en el sueño de construir la mejor barra de cacao y en las letras, en las cuales comenzó a incursionar poco tiempo después de ser derribado en sus vuelos y exploraciones por África durante la segunda guerra mundial.
Con su primera publicación en 1943, Roald Dahl construiría una vasta carrera en la literatura (con más de 30 obras infantiles y adultas, cuentos cortos y relatos autobiográficos), teatro (1 adaptación de sus obras), cine (con 5 guiones, de entre los que destaca You only live twice, y The Witches, y más de 12 adaptaciones de sus obras a la pantalla grande) y televisión (con más de 10 guiones y/o adaptaciones de sus obras), donde incluso uno de sus cuentos más famosos, The smoker, fue adaptado por Alfred Hitchcock para su show Alfred Hitchcock presenta.
Un día como hoy nace Roald Dahl, y aquí en Cinescopia recordamos sus 5 mejores aportaciones al cine ¡Feliz cumpleaños y gracias por las fantasías y pesadillas!
Bonus – The Wonderful Story of Henry Sugar and Three More (Wes Anderson, 2023)
El estilo de Wes Anderson se adapta perfectamente a la presencia y voz de Benedict Cumberbatch en este mediometraje que en retrospectiva resultó mucho mejor que “Asteroid City” del mismo director y año. En este se narran una serie de cuentos cortos de Roald Dahl, y de donde resalta el de Henry Sugar, que ha descubierto el clímax del poder mental, la meditación y el halo humanitario al ser ajeno a toda avaricia humana y/o artificial. Bonita en diálogos y forma, pero no tanto en su narrativa, son Ralph Fiennes (que en algunos clips hace del propio Roald Dahl), Ben Kingsley y el propio Benedict Cumberbatch los que resaltan de esta curiosa antología
5 – Matilda (Danny DeVito, 1996)
Publicada en 1988 y llevada por DeVito, esta divertida y obligada cinta tiene una chispa especial provista por la misma naturaleza de los personajes de Roald Dahl : una niña con poderes telequinéticos que descubre ser más lista que sus padres, los cuales son un estorbo en su desarrollo intelectual al negarle el acceso a la lectura y obligarla a tareas idiotas que incluyen las actividades ilícitas pero inofensivas de su padre. Quizá el ejemplo más claro de los elementos narrativos del autor, el mundo de Matilda está conformado por abusadores adultos, unos padres idiotas y una directora escolar que gusta de torturar niños, barreras del crecimiento y desarrollo que encontrarán en la dulce Maestra Honey la perfecta salida hacia el entendimiento y amor fraternal y familiar.
4.1 – Willy Wonka & The Chocolate Factory (Mel Stuart, 1971)
Publicada en 1964 y resultado de las vivencias infantiles y bélicas del autor gracias a su declarado vicio hacia el chocolate y sus aventuras como aviador y explorador en los desiertos y selvas africanas, una combinación que daría origen a una de las más conocidas fábulas de la literatura y el cine, en este último plano tal vez sin los resultados esperados, pero mejor adaptada y con mayor valor critico – cómico en la original protagonizada por Gene Wilder, con un Willy Wonka en un doble rol en el tratamiento “adulto” del autor, monstruo y guía, una dualidad que conforme avanza la narrativa va develando el secreto que esconden los traumas del manufacturero del mejor chocolate, por cierto, el sueño de Roald Dahl durante toda su vida
4.2 – Wonka (Paul King, 2023)
Sus niños y “sus niños” internos quedarán satisfechos con este chocolate. Sin empalagamientos, sin diabetes, sin mucha azúcar, sino con el equilibrio perfecto entre dulce y amargo que al final dan como resultado lo que quizá sea un nuevo clásico del cine familiar, y donde temas tan complejos como la trata de personas, la corrupción empresarial – policial y la depresión son tratados de una manera tan cruda como metafóricamente educativa – incluso hasta incorrectamente “divertida”. Elogiables son las apariciones de un pequeño gran Hugh Grant, Colman, Atkinson, Hawkins y Keegan-Michael Key, así como un muy aceptable Chalamet como Mr. Wonka. Una visión muy fresca de los personajes de Roald Dahl
3 – The Witches (Nicolas Roeg, 1990)
Novela publicada en 1983, en su versión fílmica había que tener cuidado con las pesadillas debido a la muy recordable estética de las brujas, en especial la de Huston, figura villana que funge como la matriarca de la asociación británica de estos malignos seres que gustan de comer y convertir a pequeños niños en ratones. Mediocre film infinitamente disfrutable gracias a la esencia de sus personajes, en donde el choque de la maldad y la bondad lucen tan obvios como divertidos. El manejo de los efectos y el maquillaje son sus dos virtudes principales, incluso haciéndome pensar si el horario de la tarde era el óptimo para que los niños y sus familias disfrutaran esta metáfora de la soledad adulta y la amistad infantil por sobre los estereotipos y abuso.
2 – Gremlins (Joe Dante, 1984)
Un caso curioso. Creando el concepto “Gremlin” y publicada como su primer obra en 1943, Roald Dahl describió a estas criaturas como unos monstruos traviesos que saboteaban los aviones británicos en el deseo de venganza por la destrucción del bosque devastado para construir una fábrica de aviones. Disney compró los derechos y contrató a Dahl para diseñar varios Gremlins y adaptar su relato, sin embargo el proyecto no pasó de la preproducción debido a variados problemas. Años después Chris Columbus y Dante se basarían en las criaturas para reescribir por total la historia y situarla en un muy diferente contexto. Aunque el crédito del autor permanece inexistente, es justo saber quién fue el verdadero padre de estas legendarias criaturas cinematográficas de los 80.
1 – Fantastic Mr. Fox (Wes Anderson, 2009)
Uno de los relatos adultos de Roald Dahl y a la dirección perfeccionista de Anderson, poderosa combinación que encausaron uno de los cuentos fílmicos más bellos dentro del formato animado y del stop-motion. Lleno de referencias, metáforas y críticas socio – culturales, el carisma de sus personajes conserva el sello de Dahl al referirse a sus villanos como 3 granjeros abusadores que buscan destruir al Sr. Zorro, el cual arriesga su integridad y familia por el alimento, supervivencia, y por su mismo instinto, orgullo y aventura. Así, el relato plantea el cuestionamiento ¿Hasta dónde es suficiente?, así como el abandono del egoísmo. Una joya que dista mucho de los estándares del género y que puede ser percibida de manera distinta dependiendo la edad.