Las Pelis para el Fin de Semana: Into the WILD
El espacio donde se descubren y redescubren buenas películas de todo tipo.
Into the Wild (2007) WILD (2014)
Es inevitable negar que hay momentos en la vida en los que uno tiende a sentirse atrapado, estancado o perdido, momentos que sofocan nuestra alma, nuestro espíritu, momentos de malas decisiones y malos lugares. momentos en los que uno solamente quiere escapar de todo y comenzar de nuevo.
Por ello, en esta recomendación quiero hablar sobre dos poderosas películas que nos permiten escapar, que conectan con la naturaleza y con nuestro ser, unidas por una misma temática, pero cada una abordando significados y mensajes distintos. Sin más que agregar, escapemos juntos Into the WILD.
SINOPSIS
Into the Wild: Basada en la historia real de Christopher McCandless o Alexander Supertramp como se hacía llamar; después de graduarse de la universidad, regaló sus ahorros, se deshizo de sus pertenencias y realizó un viaje sin retorno, hacia la vida silvestre de Alaska.
WILD: Basada en otra historia real, esta vez de Cheryl Strayed; quien decidió caminar más de mil kilómetros del sendero de la Cresta del Pacífico, por su cuenta, como una manera de curarse a sí misma, a raíz de su divorcio, la muerte de su madre y sus años de conducta autodestructiva.
POR QUÉ DEBES VERLAS
Inspiradas en dos libros que contienen las memorias de estos personajes, uno escrito por Jon Krakauer y el otro por la misma Cheryl Strayed, surgen estas maravillosas películas, una escrita y dirigida por el gran Sean Penn y otra por el experimentado en drama Jean-Marc Vallée. Ambas historias con un acertado enfoque naturalista y existencial, una fotografía preciosa que captura de forma única cada paisaje, una excelente banda sonora, que se mezcla de manera perfecta con el ambiente y momentos que remarcan la belleza y hostilidad de la naturaleza, así también remarcando la indiferencia de esta hacia la vida humana, recordándonos lo insignificantes que somos ante ella.
Pero no todo es hostilidad, pues así como quita, la naturaleza también provee, también sana y pone a prueba a nuestros protagonistas durante toda su travesía para que puedan encontrar su verdadero camino.
Las películas se centran directamente en la mente de los protagonistas, somos testigos de todo lo que sienten, piensan y anhelan, sentimos sus miedos, sueños, arrepentimientos y más importante; empatizamos con ellos y entendemos la razón de su escape, de su huida hacia lo desconocido, pero mientras uno huye para sentirse vivo por primera vez, otra escapa para encontrar una razón para seguir viviendo.
Grandes historias reales, llenas de bellos momentos, fuertes mensajes y poderosas reflexiones sobre nuestra existencia.
REFLEXIÓN
Fuimos atados a un mundo materialista, que solamente se enfoca en consumir, llenar de objetos el vacío y de papel el corazón, fuimos atados a una vida que solo se centra en tener más y más, sin detenernos siquiera a pensar el por qué, es imposible no sentir esa asfixiante marea que nos arrastra a todos hacia el mismo triste destino.
Es entonces cuando llegan momentos en los que se vuelve imposible continuar, la vida deja de tener significado, el rumbo comienza a perderse y nos preguntamos el sentido de tanto sufrimiento, sin obtener respuesta. El único refugio posible se vuelve la naturaleza, nos sentimos envueltos por su quietud, su inalterable ciclo, su inexplicable belleza, su vastedad y la bendita ausencia del ser humano. Pues es solo ahí en la completa soledad, donde finalmente podemos conectar con nosotros mismos y con la tierra, donde podemos escuchar en el silencio, sentir sin ser heridos, gritar sin ser callados, llorar sin ser juzgados y respirar sin arrepentimientos.
Porque no importa donde vivamos o a donde vayamos, venimos de la tierra y a ella regresaremos, nuestro verdadero hogar siempre fue el mundo natural.
Irónicamente, también es ella, donde nos damos cuenta de que somos más complejos y complicados. Pues, por mucho que queramos escapar, no podemos negar, que necesitamos de los demás, que por muy lejos que vayamos, siempre vamos añorar una conexión, un alma con la cual podamos compartir toda esa travesía, la belleza, el asombro, el sufrimiento y ese indescriptible gozo de existir, porque “La felicidad solo es real cuando es compartida.”