Last Christmas: Un horrendo y sonriente bodrio navideño
Dirigida por el inservible director Paul Feig a partir de un guion de Emma Thompson inspirado y basado en la canción homónima escrita y compuesta por George Michael, no sé qué es lo que me jode más del último bodrio navideño en cartelera, pero trataré de enumerar de manera precisa y sin perder mucho el tiempo (mío y el de ustedes) los elementos que convierten a Last Christmas en también una de las peores películas del año.
Para comenzar estamos ante una de las estupideces más predecibles de los últimos años ¡Vamos! Que hasta un escuincle de 5 años podría decirle a su mamá a los 15 minutos de qué va todo el meollo del asunto, pero bueno, haciendo caso omiso al infante, el problema radica en que Feig – Thompson se esfuerzan por esconder lo evidente, creando un desarrollo ya no digamos totalmente desperdiciado, sino por momentos insoportablemente ridículo.
En segundo lugar la película se esmera por dejar de lado “lo navideño”, dejando lo que se supone era su tema primordial solo como una mera ambientación y literales mercancías; el relato pues es una especie de chic flic con comedia muy forzada y un romance totalmente ajeno a la química o cualquier esbozo de credibilidad. Este tumor histriónico se expande hacía el núcleo familiar protagónico de donde la única que destaca es la propia Thompson en su papel de trágica encasillada pero ahora con un acento muy peculiar, lo que quizá el único recurso que pueda causar algún par de risas. Así mismo y si se puede rescatar algo del mensaje navideño eso sería la caridad, sin embargo dicha sub trama tampoco es de importancia relativa para el objetivo del film, siendo poco desarrollada a pesar de que los personajes más carismáticos se encontraban situados ahí.
En el medio de la problemática narrativa se encuentra otra sub trama, esta vez la social centrada en el problema de los refugiados, la cual está estructurada de manera tan pobre que resulta ofensiva y hasta convertida en una especie de folclor cómico por parte de Thompson, guion y personaje. Obviamente no les sorprenda que dentro de este tema haya incrustado con calzador también la tendencia feminista y de diversidad, porque sí.
Ya casi por terminar y no menos importante es el trabajo actoral, y es que la madre de los dragones Emilia Clarke, confirma con este protagónico ser una de las actrices más nefastas de los últimos años, sin pizca de química, talento, carisma ¡pero eso sí! Con una “sonrisota” que puede derretir a cualquiera que no tenga ni una pizca de sentido común; los complementos son igual de inservibles o inútiles, resaltando la contraparte masculina Henry Golding en un papel insoportable y sobreactuado en el cual recae mucho de la culpa en cuanto a lo predecible que se torna el relato
Por último y quizá lo que más me chinga, es que la pista de Wham! Escrita y compuesta por George Michael puede que suene más de 25 veces durante toda la trama, haciendo un efecto de eterno videoclip que no solo me acaba de joder el gusto por escuchar la canción (como en La Naranja Mecánica y el pobre de Alex con la novena sinfonía), sino que también demuestra la notoria estupidez narrativa que estamos presenciando.
Una de las peores películas del año y de las cintas más horrendas “navideñas” que se puedan topar en al menos los últimas décadas, si les gusta el tema de Michael no se chinguen la existencia y eviten a toda costa este horrendo bodrio de larga sonrisa
¡Feliz navidad!
2 Comments
Definitivamente te atrapo esa sonrisota, si no no estarias escribiendo esta nota. Obvio la tenia que ver y la vi, y en efecto no hay quimica entre los actores y con respecto a las sobreactuaciones no solo el asiatico esta sobreactuado, pero si le atinaron al clavo dandole un papel que no requeria dotes de actuacion a la que solo sabe enamorar sonriendo.
De hecho la escribimos porque estamos comprometidos con las distribuidoras que nos invitan a las funciones de prensa estimado, no crea que porque tenemos muchas ganas de escribir sobre estas bazofias jajajaja