Le passé. El fantasma del ayer que viene a nuestro encuentro.
Cat Movie Lee nace por la imperiosa necesidad de dar a este maravilloso caleidoscopio cinematográfico un toque de terciopelo y elegancia, esa que solo se ve a través de los ojos de un felino (una bonita minina en este caso, su segura servidora) que transitará por los tejados del séptimo arte con su particular y grácil andar entre la fina y delicada línea de lo sublime que genera ronroneos placenteros y tiernos maullidos o hace erizar los pelos, sacar las garras y prepararse para atacar.
Así pues, desde mi pequeña órbita, saltando entre una butaca y un sofá, le ofreceré con absoluta honestidad emocional, cintas provenientes del viejo continente que detonen en usted, la más variable explosión de sentimientos, porque a fin de cuentas mi querido lector, la vida está llena de historias, la suya, la mía, la de todos y todas tienen cabida en el cine. ¿Comenzamos?
Un matrimonio roto, un reencuentro entre sus cómplices tras cuatro años de una ausencia que parece ser nunca quedó resarcida del todo; un nuevo amor que está condenado a morir desde sus inicios y unos hijos que pasan de ser lánguidos espectadores a trágicos verdugos como consecuencia del desencanto más absoluto. Esa, es la premisa de Le Passé.
Al más puro estilo de un culebrón digno del gran señor telenovela, esta cinta francesa del director Asghar Farhadi puede causar escozor, el mismo que produce la incomodidad que trae consigo nuestro pasado cuando viene al rencuentro de nuestras maltrechas almas y toma partida de las decisiones de nuestro presente, alterando con ello los resultados que esperaríamos cambien nuestro panorama para bien.Intensas actuaciones de sus protagonistas Berenice Bejo, Tahar Rahim y un sobresaliente Ali Mosaffa nos llevan de la mano por grises caminos en una Francia antítesis del amor, que convierte los silencios no en esas pequeñas obras de arte que podrían sernos tan familiares en otros melodramas, sino que se transforman en cristales que dividen, cortan e impiden el contacto a pesar de sus transparencias y sus fragilidadesLe Passé no es precisamente una joya para disfrutar y si algo hay que reclamarle es que peca en su estricto perfeccionismo, demeritando e impidiendo la conmoción en su espectador ante tremendas historias que se nos presentan de forma tan estúpidamente razonadas que pierden el sentido de credibilidad.A destacar, el interesante planteamiento del suicidio, la depresión y la muerte auxiliada desde la dulce y aparentemente inocente perspectiva de un niño que otorgan una mención a las actuaciones de los más pequeños de este film, quienes por encima de los mayores, logran transmitir un soplo de emoción que puede llegar a estremecer.El gran Julio Cortázar decía que cada memoria enamorada guarda sus magdalenas, sus perfumes del pasado, esos olores que nos devuelven a la espigada noche, la ráfaga de nuestra más profunda piel. Yo digo que es verdad. Atrévase usted a ver Le Passé y huela sus propios ayeres, quizá se encuentre con alguna sorpresa.
3/5 Buena.
6 Comments
Bienvenida abordo!
Muchas gracias por la bienvenida mi estimado Arqui. Aquí andaremos dando de qué hablar que de eso se trata.
Saludos.
Bienvenida distinguida felina. Estaremos leyéndola con interés. 🙂
Muchas gracias estimado Maxler, estaré esforzándome por hacer algo bueno con este pequeño espacio que agradezco se me haya dado.
Saludos.