Libros que deberían llegar al cine: En Media Hora… La muerte
Bienvenidos, apreciables lectores y amantes del buen cine y de la cultura, tan dolida estos días, a esta nueva sección en que haremos reseña de libros que no han llegado al cine o a cualquier otro formato pero que definitivamente merecen una adaptación a medios masivos debido a su calidad argumental y, principalmente, por ser altamente entretenidos.
¿Ñoñería absoluta? En realidad no. Si bien existen numerosas campañas en favor de la lectura es necesario reconocer que, al igual que ocurre con el cine, el mar de libros de cualquier género está atiborrado de paja patéticamente aburrida y pretenciosa. Así como hay películas destacadas entre una cantidad inmensa de basura, existen novelas excelentes y maravillosas en medio de océanos de letras muertas. No todo es Carlos Cuauhtémoc Sánchez y sus libros de valores de jardin de infantes . No todo es Gabriel García Márquez y sus largos e indescifrables libros (les juro que leí El Coronel No Tiene Quien Le Escriba por obligación y sentí, literalmente, náusea al terminarlo). Pero créanme que existen libros tan divertidos que superan ampliamente a cómics, películas o animaciones… Leer, aunque en México parece que creemos lo contrario, es todo menos una tortura.
Además ¿no se han cansado de adaptaciones de novelas fantásticas y el ya muy cansino género “literario-adolescente“? ¿No les parece trágicamente cómico como después del descomunal éxito de la saga filmica Lord Of The Rings y Harry Potter se engendraron productos desechables derivados de libros no mucho mejores? La realidad sea dicha: Aquello de que “el libro es mucho mejor que la película” no necesariamente es cierto… hay casos en que ambos sencillamente apestan.
¿Qué me dicen de los bodrios nacidos de la búsqueda de capitalizar el éxito de Twilight? Sobra abundar al respecto.
Para inaugurar esta sección hemos elegido una obra que, por fortuna, no pertenece al género fantástico y mucho menos a la ciencia ficción dirigida a adolescentes gilipollas. Se trata de una excelente novela histórica y semi-autobiográfica a cargo de uno de los escritores más polémicos pero a la vez leídos de nuestro país: En Media Hora… La Muerte (2014) , de Francisco Martín Moreno Biehl (México D.F., 1946).
Sobre el Autor.
El autor, conocido novelista y columnista especializado en el género histórico, es famoso por su fluída prosa, altamente entretenida, y su gran nivel de erudición. Se ha distinguido por abordar temas de interés en la historia de México, particularmente en la desarticulación de los muchos mitos difundidos por la versión oficial, narrando los episodios más dolorosos de traición e infamia en la historia nacional.
Desde México Negro (1986), su primer novela y que narra los convulsos eventos de los inicios del siglo XX mexicano, pasando por Las Grandes Traiciones de México (2001), México Mutilado (2004) y la que sin duda es su obra más conocida, Arrebatos Carnales 1, 2 y 3 (2009-2011), Martín Moreno nos ofrece, a través de un estilo ágil, fluído pero a la vez detallado, una panorámica desgarradora sobre los episodios más dolorosos, y ciertamente humillantes, de la historia de México.
Literalmente no deja piedra sobre piedra cuando se trata de reconstruir los hechos que han sumergido a nuestra patria en el atraso y la ignominia, pero de una forma analítica, amena y divertida. Frases pegadizas, ingeniosas burlas a la inútil panda de mentecatos que nos han gobernado desde siempre y una recreación de eventos tan detallada como entrenida son sus sellos característicos.
En Media Hora… La Muerte
Su más reciente novela, publicada este año 2014 por Editorial Planeta, es la obra más personal del autor dado que por primera vez contiene datos de su familia y pasado. Una historia fascinante que nos recuerda que la realidad siempre supera a la ficción en lo que a la crueldad humana se refiere.
Martín Moreno relata haberse reencontrado con su tío Klaus, a quien había visto tal vez “un par de veces en treinta años”, y quien se encontraba en fase terminal de un cáncer. En dicha reunión Klaus revela a nuestro autor que su segundo apellido no es Biehl, sino Bielschowsky, correspondiente a una familia judía, y que había sido modificado por Inge, su madre, para ocultar su identidad en tiempos de La Segunda Guerra Mundial.
Desconcertado por el descubrimiento, el autor se embarcó en una búsqueda que derivó en estremecedores hallazgos sobre el pasado de su familia tanto materna como paterna. Y es que mientras su madre Inge había escapado del genocidio perpetrado por los nazis, su padre, Enrique “Quiquiriqui” Martín Moreno, era un español que había huído del franquismo por ser favorable a la fallida República Española.
Así, la novela nos narra escalofriantes eventos acaecidos durante la terrible Guerra Civil Española y la Segunda Guerra mundial, en los que su familia tanto paterna como materna fue desintegrada y que, por azares del destino más propios de la ficción, encontraron una nueva vida en México.
Los eventos narrados nos llevan desde la pintoresca y pacífica España y la culta Alemania hasta el estallido de ambos conflictos bélicos, detallando los horrores de ambas guerras y la infinita crueldad en los campos de concentración en que no solo sufrieron judíos y otras víctimas de la maldita “eugenesia” sino también republicanos españoles. Igualmente, fascinantes aventuras en el Marruecos Francés y el descubrimento, literal, de un Nuevo Mundo en México, pasando por la Resistencia Francesa y las terribles consecuencias para los involucrados.
Eventos familiares, cartas y anécdotas en las que inclusive tienen mención personajes como Benjamin Guggenheim (aquel célebre pasajero del Titanic recordado por su frase “moriremos como caballeros” ) y el mismísimo Joseph Goebbles, el infame ministro de propaganda Nazi, quien participó activamente en los eventos narrados, debido a su relación con Richard, bisabuelo del autor por línea materna.
Mención especial merece la aparición de Gilberto Bosques, ministro mexicano que facilitó visas a centenares, acaso miles, de refugiados de ambos conflictos bélicos para su ingreso a nuestro país y quien tiene un destacado papel en los eventos narrados. . El Shindler Mexicano, tristemente desconocido para la mayoría de la población.
Fiel a su muy ágil y adictivo estilo, Martín Moreno alterna la narrativa de las atrocidades vividas por su familia con jocosas anécdotas sobre la adaptación de sus ancestros a México, nación tan distinta a España (pese a la obvia herencia cultural) y a Alemania.
Nos narra además, de forma intercalada, hechos sobre la vida del papa Pio XII, cuya actuación durante el Holocausto es motivo de acalorados debates históricos , y reflexiones sobre cómo tanto el pueblo español y alemán se dejaron seducir por el “maldito de Franco” y por Hitler, aquél “insignificante hombrecillo de bigote estúpido”, respectivamente. Igualmente incluye detalles biográficos de Hitler que sugieren una fuerte misoginia, así como una posible homosexualidad, aunadas a su conocida fijación con el exterminio de “razas inferiores”.
Una fascinante narrativa, entretenida y ágil que, como dije antes, supera ampliamente la ficción. Emocionantes historias de escapes de campos de concentración e increíbles eventos que llevaron a ambas familias a refugiarse y eventualmente conocerse en México hacen de esta obra un notable ejercico no sólo de catársis sino de esparcimientol. Lectura entretenida, nada rebuscada, directa y amena, muy rica en contenido.
¿Por qúe debe llegar al cine?
Mucho bien haría al cine mexicano que los eventos narrados en esta novela pudiesen ser llevados a la pantalla grande en una película de drama histórico. Elementos trágicos, hórridas escenas de crueldad e incluso romance. Mientras que la historia de Max, el abuelo materno del autor, es jocosamente pícara, los terribles hechos ocurridos a Luis, “tío” del autor, amigo de su padre Enrique, serían material por sí solos para una novela y, claro, para una película). El cómo se conocieron los padres del autor supera ampliamente a las gilipolleces narradas en el grueso de las historias romáticas.
En un cine neciamente “patriótico“, con un público que clama por comedias románticas idiotas como Cásese Quien Pueda, dramas baratos como No se Aceptan Devoluciones y absurdos infumables protagonizados por el no menos insufrible Miguel Rodarte, por mencionar a alguien, llevar a la pantalla la crudeza de En Media Hora… La Muerte inyectaría vitalidad a este industria anquilosada y sazonada con música del insoportable Juan Gabriel (Noa Noa ma…menacen!!)
Ya ha llegado al cine un buen ejercicio de recreación histórica, con Cinco de Mayo La Batalla (Rafa Lara, 2013). Aunque con altibajos, cuenta con un diseño de producción notable y escenas de batalla correctamente realizadas. Es evidencia de la posibilidad de incluir en el catálogo cinematográfico nacional producciones que aborden el drama histórico y olvidarse al menos por un rato de las bubbies de Martha Higareda y de los malditos narcotraficantes retratados como héroes nacionales.
Acaso el único “pero” a su obra lo encontramos en el virulento ateísmo del autor. Martín Moreno culpa firmemente a la religión en particular y al catolicismo en particular de ser la causa de cuanto mal ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en la historia de la humanidad. Si bien el involucro de organizaciones religiosas en actividades criminales es un hecho conocido, el fanatismo ateo de Martín Moreno lo ha llevado a exagerar, casi de forma disparatada, el papel de la Iglesia en eventos trágicos. Pese a su innegable erudición, el autor no duda en afirmar, por ejemplo, que la desintegración del Imperio Español se debió a que la Iglesia “ordenó” por sí sola la indepenciencia de las colonias para no ver sus intereses afectados por la Constitución de Cádiz . Si bien En Media Hora… La Muerte es un relato histórico y biográfico, el autor no duda de culpar “al tal dios” de las tragedias narradas cada que tiene oportunidad. No obstante, sabiendo lo bien recibidas que son en taquilla las obras polémicas por motivos religiosos, el militante antiteísmo de Martín Moreno podría resultar benéfico para fines de comercialización.
Productores, por favor líbrennos de una buena vez de Jaime Camil, niñas fresas, narcos “buenos” y la madre que los parió y den variedad a sus temáticas. Y no, no queremos fantasías mediocres ni tramas adolescentes insulsas. Sin duda, En Media Hora…La Muerte es una rica fuente de argumentos.
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