Lilo y Stitch: La liberación femenina de Nani, que si te abandona

Pediría disculpas por el título revelador de este “live action”, pero el cambio del que fue el principal motor emocional de la versión animada alrededor de la familia y el enfoque entre los que se supone llevan el título de este filme, hace de esta versión de Lilo y Stitch otro relato forzado “feminista” sobre la liberación de la responsabilidad y de cómo perseguir un sueño ¡ADOLESCENTE!

La historia de Lilo y Stitch es ampliamente conocida: Una criatura alienígena resultado de manipulación genética moralmente cuestionable escapa de su creador y aterriza en Hawái, donde al hacerse pasar por un perro será adoptada por Lilo, una niña socialmente inadaptada que ha perdido a sus padres y vive con su hermana Nani, adolescente que apenas y es capaz de sostener su precario hogar.

Lilo y Stitch prometía un respiro después del calamitoso remake de Blanca Nieves, pero si bien no será fuente de burlas y memes como lo fue la despedida de Rachel Zegler de Hollywood, este remake resulta insípido y totalmente innecesario. Era de esperase que se realizaran cambios al guión original, sin embargo el resultado carece del humor absurdo, pero ciertamente efectivo de la versión animada, así como del símbolo sentimental acerca del abandono y la fuerza de una familia rota, pequeña, pero buena.

Mientras que en la Lilo y Stitch de 2002 las peripecias de Lilo y su encantador alienígena eran motivo de risa, aquí llegan a desesperar. La aparición de dos humanoides bobalicones se antoja a humor de pastelazo barato y el que cierto personaje clave haya sido privado de todas las cualidades que lo hicieron entrañable es chocante. El diseño de Stitch es ciertamente adorable, lo que asegura altas ventas en peluches, y para los adultos la linda retaguardia de Nani será lo más recordado (aunque no la muestran en su icónico bikini…meh), pero de ahí en fuera, no es más que un descarado cash-grab que en nada ayudará a mejorar la reputación de una compañía que insiste en auto saborearse.

Por otro lado, varias de las analogías de Lilo y Stitch que proveían de misterio, valor emocional y misticismo son erradicadas, como por ejemplo de la del “patito feo”, dejando de lado el conflicto y el desarrollo de Stitch como ente “destructivo”, no siendo más que un niño muy vago y encantador ¡todo el tiempo! Así mismo la referencia de Roswell es totalmente aniquilada, y también una muy buena química de romance adolescente entre David y Nani (que en la versión animada es entrañable), porque aqui la mujer es más libre y “patrañas”. Elvis, factor primordial para la conexión entre ambas criaturas, es un mero esbozo y acompañamiento musical, y la escena del surf, que servía como inflexión dramática es un burdo chiste de transición para lo que será un horrendo clímax.

Los personajes nuevos son meros forzamientos y el cambio de antagonista más que no funcionar, resulta vulgarmente innecesario, dejando que la atención incluso en su insulso climax se lo lleve la protagonista de este film: Nani, y de cómo esta tendrá que decidir entre seguir estudiando y perseguir su sueño como mujer independiente, que cuidar a su hermana y su nuevo alien.

¿Hay que verla? Solo si tienen hijos o sobrinos que sobornar. De otro modo, esperenla en Disney + y veanla un domingo en la tarde, para que los corajes, el dinero y el tiempo perdido sean menores.

PD: Disney compra críticos y opiniones, de eso no les quede duda, no de manera monetaria (aunque no dudamos que si haya casos), sino a manera de favores, bonificaciones e invitaciones. Pero Cinescopia NO ESTÁ A LA VENTA

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Acerca del autor

Dr. Dark    

Médico de profesión y cinéfilo de corazón. Amante del buen cine y destructor del que no lo es.