Longlegs: El arte de la ejecución y de Nicolas Cage

Existe una mala costumbre en el mundo del cine de creer que una obra es automáticamente mala o mediocre solo por mostrar algo convencional o derivado de trabajos anteriores. Si bien la originalidad puede ser un gran plus, un aspecto importante a considerar al evaluar de manera completa una película es su ejecución.

Longlegs no es, ni de lejos, una de las mejores cintas de thriller sobrenaturales: ronda lugares comunes y, sí, también tiene varios clichés de los subgéneros que combina. Sin embargo, cuenta con dos factores que la elevan por encima de propuestas similares: un apartado técnico impecable en lo visual y en la edición, y un elenco cuyas actuaciones elevan la trama.

A pesar de haber sido malvendida como una cinta de terror, Longlegs es una película de suspenso con toques paranormales sobre una agente del FBI llamada Lee Hacker, quien investiga varios casos de asesinato con un patrón en común: las muertes giran generalmente en torno a la familia y la fecha de cumpleaños, acompañadas de notas con símbolos ocultistas.

La construcción de la atmósfera en Longlegs es una parte importante, ya que sirve como una forma de inmersión. El director, Oz Perkins, ha puesto especial atención en este aspecto, desde filmar las escenas del pasado en formato Super 8 para dar la textura de un filme casero antiguo, hasta el uso del plano contrapicado en la mayoría de las escenas de tensión. Esta técnica sirve para dar la sensación al espectador de inferioridad respecto al ambiente, a la vez que resalta tanto la figura del héroe (Lee Harker) como el peligro que representa el antagonista (Longlegs).

Longlegs se complementa con planos donde el director esconde la cámara a través de espacios poco comunes y objetos, con el objetivo de dar la sensación de que lo que vemos es algo oculto o prohibido. A esto se añade un sonido envolvente (sin ser morboso o reiterativo) que, en combinación con los planos contrapicados, genera un sentimiento de incomodidad sensorial.

En cuanto al montaje, Oz Perkins va cociendo a fuego lento el misterio, explorando primero los patrones del asesino con un ritmo pausado. A medida que Longlegs avanza, el misterio se entrelaza con la vida personal de Lee, incrementando la intensidad hasta que, como una olla exprés, la trama explota y genera el mayor momento de tensión con la revelación final del misterio (que, aunque es simple, tiene cierta lógica). Todo esto articula el drama de la protagonista con los elementos paranormales. Aunque no está completamente anclada al género de terror, el director entiende la esencia principal del mismo (mostrar de manera visceral las emociones humanas) y consigue un retrato monstruoso del amor maternal y hasta dónde puede llegar, utilizando el thriller como puente principal en una buena combinación de géneros.

El timing para transitar de fotograma en fotograma funciona como reloj suizo, mostrando de manera puntual y oportuna cada toma o situación en su debido tiempo. Perkins no llega demasiado tarde ni se apresura; cuando hay que explorar el ambiente a paso lento, lo hace, cuando es necesario desenvolver la trama, se toma su tiempo, y cuando se aproxima el clímax, acelera. A título personal, que un director joven muestre esas cualidades lo coloca como uno de los cineastas a seguir por su demostración de talento.

En el terreno de las actuaciones, Longlegs se destaca por la protagonista Maika Monroe como Lee, quien se mantiene en un papel parco que poco a poco muestra capas en el terreno emocional y dramático. Pero quien se lleva la película es Nicolas Cage, que con menos de 15 minutos en pantalla establece un papel imponente que aterra no solo por su apariencia monstruosa, sino por su crueldad. Es uno de los mejores trabajos de actor de reparto del año, principalmente porque son pocos los actores que, en tan poco tiempo, son capaces de robarse la pantalla.

Calificaciones:

– Dirección: 3.0

– Guion: 2.2

– Actuaciones: 1.9

– Extras: 0.5

– Calificación total: 7.6 

Quizá Longlegs este llena de clichés y sea una historia que sorprende poco en cuanto a su construcción, pero ¿Es necesariamente malo esto? En una analogía culinaria, incluso algo tan simple como una carne asada requiere de buena sazón. En ese aspecto, este “bistec cocinado a fuego lento por Oz Perkins termina siendo interesante gracias a su ejecución. Quizás, a veces, para entregar una cinta decente no necesitas la historia más transgresora o innovadora, sino de manera simple, solo hacer bien las cosas.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


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