Los 10 Mejores Pingüinos del Cine y la Televisión
Aunque altamente reconocido como un animal muy tierno y agradable, el pingüino ha tenido que pasar a un segundo o hasta tercer plano en el mundo del cine, siendo muy escasos los productos que se han enfocado en él como protagonista y destacando más que nada en el área del documental que en la ficción.
Si hacemos un poco de historia, al parecer el primer pingüino protagonista de un producto fílmico data de mediados de los años 30’s, cuando Disney lo integrara a su paleta de cortos con sus ”Silly Symphonies” . Tendrían que pasar casi dos décadas para que Warner y el estudio Walter Lantz lo incluyeran en sus tiras (estos últimos con mayor estructuración), pero el ave de la Antártida no fue de relevancia más allá de la animación, estancándose en dicho rubro hasta los 90’s (tuvo apariciones de nuevo con Disney en los 60’s con Mary Poppins y con Los Muppets en los 70’s), dando a principios y finales de esa década tímidas apariciones terciarias para finalmente a principios de los 2000 y hasta la fecha, poder protagonizar una serie de películas que se debaten entre el rubro documental y su natural origen fílmico… lo animado.
Obviamente un animal difícil de conseguir para un casting de acción real, la presencia del pingüino ha guardado un estigma de ternura mística, siempre exponiendo su apasionada lucha natural en su hábitat o bien, ese impulso por viajar y/o emigrar (parte de su ciclo natural) hacia otros confines del mundo. Por el estreno de la segunda parte de La Marcha de Los Pingüinos, repasamos algunas de las apariciones cronológicas más famosas de estas entrañables aves en el cine y la televisión
Peculiar Penguins (Wilfred Jackson, 1934)
Primera aparición estelar de las aves, para las llamadas “Melodías Bobas” Disney uso a uno de sus directores de encargo (que ni crédito oficial tuvo) para relatar la historia de romance entre dos pingüinos que tras la seducción y acercamiento del macho, la hembra se ofende por su torpeza, sin embargo tras esta ser atacada por un tiburón, el distraído pero atrevido “don juan” irá en su rescate para así ser una pareja fiel por siempre. Cabe destacar que a pesar de no haber sido un hito ni haber recolectado reconocimientos, se distribuyó mercancía con el nombre de los pingüinos: ella se llama Polly y el Peter.
The Three Caballeros (Norman Ferguson, 1944)
Nominada a dos Oscar y aunque usted no lo crea, contendiente por el León de Oro de Venecia en 1944, esta infravalorada y muy divertida animación de corte inclusivo, educativo y cultural, además de contener ricos elementos y homenajes a la cultura mexicana y a su época de oro de cine (bajo un Gallo de nombre Panchito muy parecido a Jorge Negrete), presentó entre su variante de aves y zonas geográficas al pingüino, uno de nombre Polo y con cierta peculiaridad, que era el siempre tener frio. Aunque la friolenta ave nunca se comparó al protagónico de los 3 caballeros (Donald, Panchito y Zé Carioca), sin duda su cuento y pasaje es de los más memorables del film gracias a lo entrañable y absurdo de su argumento.
8 Ball Bunny (Chuck Jones, 1950)
Grandioso y divertidísimo corto de WB que bajo el negro humor de los Looney Tunes expuso a su personaje insignia, Bugs Bunny, como la principal víctima del relato, un rol y pose nada acostumbrado para un estatus en el que el astuto conejo siempre sale ganando. Aquí Bugs se ve obligado a ayudar a un pequeño pingüino a viajar a su hábitat natural después de que este sea abandonado a la suerte por el espectáculo – circo que lo acogía como una de sus estrellas; indefenso, verá en el conejo su oportunidad de sobrevivir a una odisea que incluye muchos peligros entre animales salvajes, bandidos y un vagabundo que hace alusión directa al personaje y línea de Humphrey Bogart en The Treasure of the Sierra Madre de John Huston, estrenada dos años atrás (1948),elemento que hace aún más disfrutable e hilarante este excelente pasaje animado
Chilly Willy (1953)
Tiras cómicas, videojuegos y dos corridas televisivas (45 episodios en 1957 y 54 episodios de 1999 a 2016 transmitidos por Fox Kids) emergieron de la primera presentación en 1953 del pingüino Chilly Willy, el cual se convirtió en el segundo más relevante del estudio Walter Lantz y Universal con 53 cortometrajes detrás de su estelar “El Pájaro Loco”. En su primer corto Chilly hablaba, pero en sus consecuentes historias los creativos decidieron hacerlo “mudo” en su afán siempre por buscar comida y refugio en un entorno frío y salvaje, siendo siempre acosado por un perro o hasta por la colonización y/o industrialización del humano en su hábitat natural. De una personalidad muy similar al “pájaro Woody”, con bromas crueles bajo argumentos que siempre apelaban a su supervivencia como especia, Chilly Willy incluso participó por el Oscar por el corto de 1955, The Legend of Rockabye Point dirigido por Tex Avery.
Batman Returns (Tim Burton, 1992)
No me refiero al oscuro y buen personaje que hizo Danny DeVito para la secuela de Burton (afectada por la historia pero de buen diseño de personajes), sino a sus siniestras mascotas, un ejército de pingüinos controlados por tecnología (y salidos de quien sabe dónde), que sin chistar ayudaban a su amo a querer destruir a Ciudad Gótica, incluso estando más cerca que Bane y su liga de las sombras (malditos amateurs). Recuerdo en mi infancia tener algunos modelos diferentes de juguetes de plástico de estos pingüinos con cohetes y cascos que obedecían la orden de marchar y destruir la ciudad, sin embargo la escena más memorable de los emplumados es cuando hacen el paseíllo y duelo ante su amo muerto ¿Acaso estos carajos no pueden dejar de ser adorables incluso siendo unas malvadas criaturas de alcantarilla?
Fight Club (David Fincher, 1999)
No cabe duda que a pesar de su tímida participación en el cine, los 90s fueron una época muy oscura para los pingüinos, siendo en esta ocasión relegados una secuencia fundamental en este thriller donde se convierte en el “animal de poder” del narrador en cuestión, un sociópata afectado por el estrés y el sistema que al asistir a terapia grupal, ve en el adorable anima una forma de relajamiento mental, claro, hasta que llega una mujer a entrometerse en su vida y empeorar su estado emocional. Una fugaz pero sustancial participación el desarrollo del relato de Fincher.
The March of the Penguins (Luc Jacquet, 2005)
Y llegarían los Oscar (22 reconocimientos para ser exactos, incluyendo el de mejor documental para la Academia) y con él el esperado estrellato tras más de 70 años de espera. No más caricaturas ni tímidas apariciones, pues llegaría el documentalista y ambientalista francés Luc Jacquet para captar su marcha en la Antártida, y con él Morgan Freeman para narrar el cómo desde el principio de su especie, miles de pingüinos emprenden una peligrosa odisea para encontrar a su pareja, asentarse y echar a andar una bonita y emplumada familia. Provista de un ritmo soberbio, Jacquet logra una fotografía mágica y absorbente, captando no solo la terneza y galantería de las aves, sino su valentía inyectando un toque de road movie y suspenso a uno de los documentales también culpables de haber catapultado el rubro /género en principios del nuevo milenio.
Madagascar (Eric Darnell, Tom McGrath, 2005)
Si, si, si, un león, una cebra, una hipopótamo y un jirafa escapan del zoológico y se internan en la jungla y sabana africana ¿Acaso eso importa? Todos y cada uno de los sobrevalorados productos Madagascar (2005, 2008 y 2012) no hubieran sido lo mismo sin sus 4 pingüinos, compañeros con inteligencia de espionaje de alto calibre expertos en vehículos, escapismo y supervivencia. En la era dorada del pingüino en el cine, estos 4 plumíferos fuera de hábitat llegaron a ser tan famosos y mediáticos, que incluso lograron instalarse con su propia serie y película, la primera con tres temporadas y 96 episodios de 1998 a 2015, y la segunda estrenándose en 2014 incluso logrando algunas nominaciones para los Annie. Los productos Madagacsra lucirán sobrados, absurdos y clichés, pero Rico, Skipper, Kowalski y Cabo ya han pasado a la historia gracias a su innegable carisma.
Happy Feet (George Miller, 2006)
Una combinación impensada que incluso originó una de las ideas más frescas dentro del rubro animado de la pasada década, pareciera incluso broma que George Miller (si, el mismo demente de la franquicia Mad Max) tuviera el toque y el talento para dirigir un musical animado donde los pingüinos confirmaría su posicionamiento como los personajes insignia de mediados de la década 0, ganando justamente con gran ritmo narrativo y musical 18 premios internacionales, incluyendo el Oscar, Globo de Oro y el BAFTA. La Antártida estaba en su apogeo, pero a punto de terminar su era, la cual no alcanzó para acobijar una muy desafortunada secuela en el 2011, año en que las aves intentaron renacer además con otro producto de una bajeza grosera con Jim Carrey también en sus últimos respiros fílmicos (Mr. Popper’s Penguins)
Surf’s Up (Ash Brannon, Chris Buck, 2007)
Aunque de una intermitencia notable, este ejercicio fue una manera muy adecuada de enmarcar y finalizar la pequeña gloria de los pingüinos en el cine, combinando los dos rubros que más les han regalado protagonismo a través de los año bajo un tono paródico de falso documental, en el que un pingüino surfista buscará a la desaparecida leyenda de dicho deporte para que lo entrene y así ganar la más alta competencia. De algunos pasajes muy divertidos y con ese toque de pseudo ficción que la hace una extrañeza dentro del rubro animado, destaca sobre todo la paleta de voces que incluyeron a nombres como Jeff Bridges y James Woods, actores de reconocido acento y tono de voz que supusieron una mayor expectativa tras haber venido de dos años consecutivos con pingüinos altamente premiados. Aunque el resultado no fue del todo esperado, esta cinta de deportes quedará en el anecdotario y agenda televisiva pro varios años para un domingo sin nada que hacer.
Bonus. Pingu (1986 – 2006)
Cortos stop motion de 5 minutos, la serie británica – suiza Pingu ha sido todo un éxito a nivel global para los chiquitines de la casa, con más de 190 episodios originados en 1986 y renovados en 2004 (y aún en transmisión en muchos canales para bebés y niños). Mucha de la fama de la serie radica en la creación de su propio lenguaje y en la aceptación de los padres hacia su mensaje familiar y de valores. Como dato curioso, en 1993 David Hasselhoff hizo un rap lanzado solo en Suiza como sencillo llamado Pingu Dance, basado en el lenguaje de la serie y sus personajes
2 Comments
“…puedes ayudar a un compañero americano en desgracia?….” XD estaba genial esa linea en el corto de Bugs Bunny
“mas pan?… mas pan!!!, mas mermelada?… mas mermelada!!!…” chily willy
Jajajaja, 8 BALL BUNNY es una joyita de corto animado