Los 5 mejores momentos musicales del cine en el 2013
Antes que nada debo aclarar que este emocional y hasta para mi sorpresivo ranking (No planeado y resultado de haber visto cierta hermosa cinta Coeniana) es ajeno al término banda sonora o bien score, no refiriéndome a los extraordinarios trabajos de este año por parte de compositores como Steven Price, John Williams, Hans Zimmer, Howard Shore o Alex Ebert (Por nombrar solo algunos), pero sí a las piezas musicales extraídas de variadas fuentes artísticas del pasado o presente y/o bien llevadas a cabo para la misma cinta que en su compilación son llamadas soundtrack.
El soundtrack para su cazarrecompensas, es incluso un apartado muy demeritado en varios certámenes o galardones, tomando en cuenta que este es de vital importancia desde la concepción directiva de una cinta hasta el ensamblado, montaje o corte final del film, regalando en ocasiones momentos imprescindibles que sencillamente quedan impresos en la mente del cinéfilo y que nunca pudieran ser o causar las mismas e indescriptibles emociones si se prescindiera en algún momento tanto del elemento visual como del auditivo.
Además, un buen cinéfilo por lo general contiene en su ser esa parte melómana que lo constituye como un individuo amante del arte y de la calidad del mismo, y es por eso que muchas veces uno no solo recuerda a la escena, al plano o la secuencia por la música en sí, sino que pareciera imposible imaginarlo o bien re posicionarlo con otra composición de mayor o menor envergadura independientemente del fanatismo o del gusto musical de cada uno de nosotros.
Es por esta razón y dado que su cazarrecompensas es un ser también amante de la música, que me he dado a la tarea de recopilar los que para su inmortal amigo y confidente cinéfilo son los mejores momentos musicales en el cine del 2013, extraídos claramente de dicha recopilación que en conjunto forman el soundtrack de las siguiente quinteta de obras audio – visuales ¡Ojo! Audio y Visuales. Dejando de lado la calidad de las cintas (Aclararemos también que en algunas ocasiones el soundtrack puede ser incluso mejor que la propia en general) y solo enfocándonos en ese preciso momento que nos hizo desplegar una serie de sensaciones que solo nosotros amantes del séptimo y más completo de los artes podemos comprender, pasemos a experimentar o nuevamente a revivir en la mente esas escenas al escuchar los siguientes acordes.
5. Sweet Thang (Shuggie Otis, Freedom Flight, 1971) para Dallas Buyers Club (Vallé, 2013)
Si bien la pieza musical que inaugural el excelente soundtrack (Que congenia desde el góspel hasta el indie mas reciente con la también fastuosa Hell and Back de los muy nuevos The Airbone Toxic Event) de la no menos fabulosa Dallas Buyers Club no engalana un momento definido en el metraje, esta es sin duda el hilo musical conductor de una trama que lleva como protagonista a un vaquero de rodeo adicto y sidoso que usará todas sus artimañas y talentos para sobrevivir dentro de un corrupto sistema de salud estadounidense; y qué mejor que un referente en la escena del blues, góspel y country de los Estados Unidos desde la década de los 60’s, Shuggie Otis, para retratar la travesía de este ente desde Texas hasta las confines del mundo en búsqueda de la oportunidad de la existencia.
La pieza musical va y viene con el ritmo que el mismo cineasta imprime a su historia, siendo usada en los momentos clave donde su héroe se muestra en sus acciones emprendidas por la supervivencia, funcionando también como una melodía erótica, rebelde y contracultural (Tal como lo es el blues) contra el antagónico sistema que se pretende eliminar.
Sweet Thang debería usarse como marcha marcial Texana; la guitarra solitaria que glorifica sus primeros acordes hasta la llegada de las percusiones y su órgano nos transportan automáticamente a la tierra de los sombreros, la mezclilla, las botas, los rodeos, los excesos y como bien fue seleccionada, a la comunión perfecta con la personalidad del afamado Ron Woodrof, mágicamente interpretado por el ya casi ganador del Oscar Matthew McConaughey.
4. Roll Jordan Roll (John Legend, 12 Years a Slave soundtrack, 2013) para 12 Years a Slave (McQueen, 2013)
Aprovecharé este espacio para hablar brevemente sobre la brutal e increíblemente hermosa cinta de McQueen (La crítica de la misma llegará con los análisis previos a los Oscar aquí en Cinescopia), la cual refleja y desborda con cada pincelada en sus tomas un poderío visual, magnificencia actoral y maestría narrativa alejadas de cualquier cliché o condescendencia melodramática (No por nada es la favorita, justa y muy segura próxima ganadora). Es en uno de esos desgarradores momentos donde Solomon Northup se rinde ante al cantico góspel como reflejo de su desesperanza y aceptación de su inhumano destino: ser un esclavo pulverizado en todos sus derechos y orgullo como ser humano ¿Qué más queda? Despedir y guiar a uno de sus hermanos hacia el camino de la muerte entonando una pieza de los tantos géneros musicales creados por su poderosa y, también artísticamente hablando, brillante raza: Roll Jordan Roll, una de las secuencias más bellas del film que reflejan en excelencia el desalmado estado por el que pasó no solamente Solomon, sino la raza afroamericana por muchos, muchos años.
La pieza musical, aunque parezca compuesta hace decenas de años, por inusitada que parezca fue obra del cantautor John Stephens, mejor conocido como John Legend, oriundo de Ohio y referente actual en la escena del R&B, soul y hip hop, el cual construyó el tema especialmente para la cinta con una versión grabada en estudio y que ve su misma re adaptación desde de las cuerdas vocales de Ejiofor (Con esta escena es suficiente para la nominación del actor, se ve en sus ojos, se refleja en su dolor) y compañía para el idóneo funcionamiento dentro de la esencia y época histórica que relata la cinta.
3. Space Oddity (David Bowie, Space Oddity, 1969) para The Secret Life of Walter Mitty (Stiller, 2013)
Aunque Stiller abusa de ciertos elementos previamente desarrollados en otros lenguajes artísticos (musical y publicitario para ser más exactos) para delimitar y desarrollar no solo su trama, sino también a sus personajes, dando como resultado una cinta que peca de farsa pero al mismo tiempo conmueve por su propuesta auditiva y estética, es innegablemente la cabecilla argumental y narrativa en la letra y música de David Bowie lo que en realidad crea un nexo con el cinéfilo ávido por volver a soñar y posibilitado a ignorar por solo una vez todas las carencias reveladas para así, rendirse ante el teatro onírico, musical y bellamente “Stillizado” de su director, el cual solo crea minuto a minuto esas sensaciones tan indescriptibles de las que hablábamos al principio del post. Y es que si tuviéramos que hablar de un verdadero protagonista, ese es el Mayor Tom, personaje principal de la oda y una de las obras cumbre del legendario Bowie, que en esta ocasión se acompaña del carisma de la chula y flacucha Kristen Wiig para dar ánimos y servir de metáfora a la misma personalidad del soñador Walter Mitty.
Es de hecho esa comunión y montaje audio visual de Stiller la que convierte a esta peculiar cinta en una de las amadas más odiadas del público del anterior año, funcionando como una especie de trance o droga, pues mientras el director desglosa una serie de herramientas preciosistas y acordes mágicos, uno no puede dar cuenta que la trama se va más rápida de lo que llegó y llegó más lento de lo que se desarrolló (El que la vio comprenderá perfectamente a lo que me refiero). A pesar de esto, siempre tendremos uno de los mejores homenajes y referencias en el cine a un artista como Bowie.
2. Goodbye yellow brick road / Evil Ways / How Can You Mend a Broken Heart (Elton John / Santana / Bee Gees, Goodbye yellow brick road / Santana / Trafalgar, 1973 / 1969 / 1971) para American Hustle (O. Russell, 2013)
Ese caso referido en la introducción a este ranking donde la compilación musical desgraciada o afortunadamente (depende del gusto del cada cinéfilo) es mejor a la obra cinematográfica en su conjunto, y no hay mejor ejemplo para corroborar este extraño suceso que con un triple empate entre 3 clásicos del rock (y balada rock) que por sí solos no solo anuncian el clímax del film, sino que también delimitan, desarrollan y proyectan la explotación del conflicto principal y de paso, convierten por instantes en una especie de videoclip magistralmente actuado a la sobrevalorada cinta de O. Russell. Sin embargo, es en ese desplante de aproximadamente 15 minutos donde la obra por fin ve arribar su equilibrio entre el apartado musical y el visual, proveyendo a los 5 inmiscuidos (Más un agregado estrella) explayarse de forma maravillosa en escena y dejar al borde del asiento al espectador con una catedra de buen lenguaje cinematográfico que combina el suspenso con el humor negro de manera brillante. Si a esto le agregamos la sensualidad de Lawrence y Adams y por qué Bale está nominado al Oscar, tenemos uno de los mejores momentos del 2013 en manos de O. Russell y en música de Elton John, Santana y hasta de los Bee Gees.
Aunque aún es temprano para contar con los videos, para los que ya lo vivieron basta volver a recordar con las meras piezas musicales.
Conocido por su exquisito gusto y ensamble musical en sus producciones, quizá O. Russell esta vez se pasó de la raya, pero le perdonamos solo en esta ocasión su pretenciosidad gracias a este trio y a un mexicano vestido de árabe saliendo de entre el humo y las luces de un espacio setentero místico.
1. Fare thee well o Dink’s Song (John Lomax, 1908) para Inside Llewyn Davis (Coen Brothers, 2013)
Tal como su origen, la adaptación de esta pieza musical es piedra angular para comprender en su totalidad la preciosa pieza cinematográfica que los hermanos Coen constituyeron este año a pesar de su injusta relegación en varios certámenes y algunas quejas de su público, lo cual es hasta cierto punto entendible ¿Por qué? Porque sencillamente (Y no es que quiera sonar uno mamón o sangrón pero es la verdad), no todas las personas, aun cuando sean o se digan fanáticas de la música, entienden, aprecian y/o conocen la historia y trascendencia del género folk en la evolución artística, social y cultural.
Fare thee well es un tema que través de los tiempos ha sido interpretado por varios cantautores, llámense Bob Dylan, Jeff Buckley o Dave Van Ronk (Este último retratado en la figura de Llewyn Davis como una biopic no oficial), la potencia y profundidad de su letra (La cual narra la historia de una mujer abandonada) y acordes son fundamentales para someter al espectador “dentro” de Llewyn Davis, al cual igual que Dink, se siente abandonado por su amor la música, por su sueño el folk. La pieza abre y cierra el ejercicio “Coeniano” llegando a un plano no solo emocional, sino espiritual, principal elemento narrativo que el director bicéfalo proyecta con esta hermosura de cinta y que desgraciadamente no todo el mundo llegó a comprender.
Debido a la cercanía de su estreno aún no se cuenta con un clip que muestre lo que pobremente su servidor intenta relatar con palabras, pero por el momento basta con la pista, en esperas de que usted cinéfilo no pase por alto una de las mejores cintas, mejores soundtracks (Con dos versiones de la canción, una menos estremecedora y emocional de Isaac a dueto con Marcus Mumford), mejores ambientaciones, mejores diseños de producción, mejores fotografías y mejores actuaciones del 2013
No queda más que decir “Fare thee well”.
4 Comments
Me encanta esta selección musical, el cine en 2013 fue muy intenso en cuanto a nivel musical. Muchas bandas buenas, pero esta selección es genial.
Mi estimado le agradezco mucho haberse tomado el tiempo en esta pequeña selección. Le mando un muy cordial saludo! Siga en Cinescopia y por favor si nos puede recomendar otros momentos del 2013 como estos, no dude en compartirlos