Maestras del Engaño: sin pena ni gloria
Al escuchar que Anne Hathaway y Rebel Wilson harían comedia juntas hubo dudas sobre si podrían ser un dúo lo suficientemente poderoso para sostener una cinta de un género cada vez más difícil, Maestras del Engaño nos da una respuesta poco favorable.
La historia sigue a Penny Rust (Rebel) viajando por el mundo a costa de estafas que parecen más golpes de suerte que de habilidad, eventualmente llega a una ciudad que sostiene la fama de albergar a vacacionistas adinerados, este resulta ser también el territorio de trabajo de otra estafadora Josephine Chesterfield (Anne) cuyos métodos son mucho más sofisticados. Su relación toma varias curvas hasta que deciden competir por quien sea la mejor, la perdedora tendrá que abandonar la ciudad para siempre.
Es en este punto, cuando deciden que el objetivo de la competencia será estafar a un joven emprendedor que realmente se pone a prueba la química entre ellas, ambas actrices hacen un buen papel pero simplemente no es gracioso a nivel comedia. Una sonrisa por aquí y una risa aislada por allá, son simpáticas por supuesto, es decir aunque Rebel siempre hace ese papel es agradable saber que Anne tiene esa versatilidad. Así que ellas no son realmente lo débil si no el guion.
Otro problema que encuentro con el guion mismo es que basan prácticamente todas sus estafas en engaños bastantes sexistas, eso muestra también la desconexión con la audiencia actual porque era una gran oportunidad para mostrar mujeres empoderadas y no solo aprovechadas de sus mismas desventajas. Así en lugar de explotar al máximo las diferencias de ambos personajes la cinta pasa sin pena ni gloria al cajón de comedias de verano.
Director: Chris Addison
Escritor: Stanley Shapiro, Paul Henning
Duración: 1hr 33min
Basada en: Dirty Rotten Scoundrels (1988) y Bedtime Story (1964)
Presupuesto: $21 mdd
1 Comment
Obviamente una película que sigue la ideología de Hollywood de ¨LOS HOMBRES SON M*ERDA¨ no podría ofrecer nada remotamente rescatable, esperemos que aprendan con estos fracasos de taquilla a enfocarse en buenas historias y no en agendas políticas al aprobar un guion.