Malignant: Aquí el único malo es James Wan
Tengo un problema con la nueva película de James Wan, y es la forma en que me la están vendiendo su creador y su estudio. Si hubiera sido como una cinta “slasher tipo serie b” mucho más cómica, quizás hubiera sobrepasado varias incoherencias en su guion y manufactura, pero por desgracia James Wan en su intento por no quedarse atrás con la vanguardia, ha creado un producto desesperado que busca reconocimiento como uno de los pilares del cine de terror moderno y que en el proceso comete varios errores, los cuales son:
Esto no es giallo.
Esta película se ha vendido como una cinta inspirada en el subgénero de terror tipo “giallo” (precursor del slasher), sin embargo esto es solo en la superficie, mas no en el fondo.
El giallo no solo se trata de tripas volando, o de una estética violenta, sangrienta y escatológicamente fuerte, se trata también de replicar esa sensación grotesca y de ansiedad a través de los sentidos ¿cómo se realiza? Para eso se requiere el uso de un buen montaje, el cual juegue con los cortes de cámara, el uso del sonido e incluso con una fotografía claustrofóbica para recrear esa atmósfera inquietante; eso es lo que distingue a este subgénero de otros hermanos slasher mucho menos serios y más absurdistas.
Pero lamentablemente Wan parece que mientras estaba cursando la materia de “Cine de Terror” se durmió y ha creído que ser oscuro, edgy y sangriento te hace en automático un maestro del género. No ha decidido invertir nada a la fotografía ni al montaje, ocasionando que su película se sienta bastante banal y plástica, más preocupada por escandalizar que por evocar.
Demasiadas ideas, poca articulación
Otro problema es la historia; parece que el guion está escrito a partir de una lluvia de ideas y que cada una se le fue pegando a la trama al azar sin ninguna justificación o contexto lógico (incluso para el género de terror).
La cinta empieza con un concepto de un hospital psiquiátrico que alberga pacientes con poderes, para a partir de ahí ir tocar temas de abortos, premoniciones de asesinatos y hasta amigos imaginarios fantasmas. En su intento de mezclar tantas tramas, este revoltijo genera algo sinsentido, poco articulado y sacado de la manga (al puro estilo de Nolan), que se ha querido crear una historia que por su variedad de conceptos quiere verse intelectual o compleja, pero que termina siendo un tremendo bodrio por su falta de cohesión y de sentido lógico narrativo (como dicen por ahí: aprieta mucho y poco abarca).
Actores acartonados.
Quizás un último detalle son sus actuaciones, los cuales se destacan por su poca capacidad histriónica. Esto es un freno de mano para ese intento de atmósfera inquietante, pues al no simpatizar con los personajes principales la inmersión se queda a medias
¿Algo a reconocer?
Es divertida a pesar de sus errores. Hay que reconocer que James Wan es un director que sabe manejar bien sus ritmos y que puede generar que una película que maneja tantos conceptos pueda ser disfrutable y entretenida, pero una vez más el problema no está tanto en la superficie sino en el fondo, lo cual ha sido la constante en su carrera.
CALIFICACIONES
Guion: 1.6 Nunca terminan de cuajar los conceptos
Dirección: 2.2 Superficial.
Actores: 1.0 Flojos
Extras: 0.5 En cuanto diseño de producción, música está bien
Calificación 5.3 MEDIOCRE
El mayor problema de esta película es querer tomarse tan en serio y se nota como es un intento desesperado de Wan de decir: “Yo también formo parte de los innovadores del cine de terror moderno”, ignorando sus limitaciones como director y mucho menos trabajando para mejorar esas deficiencias. Ojalá en su próxima cinta se divierta un poco más y deje de querer inventar el hilo negro.