María de Netflix: Otro Petardo Navideño.
El cine religioso siempre será problemático, eso es un hecho. Si el guión no se apega a los textos sagrados, entonces será una afrenta contra los creyentes. Si lo hace, no pasará de ser una dramatización de una historia ampliamente conocida. Parece no haber salida.
Con María ( D. J. Caruso, 2024) , Netflix hizo un esfuerzo por lograr una película, digamos, equilibrada, al narrar la ampliamente conocida historia de la Natividad De Jesús sin seguir al pie de la letra los Evangelios y desde la perspectiva de Su madre, María, de quien realmente se sabe muy poco.
La película muestra la vida de María, desde su nacimiento milagroso hasta que da a luz al Mesías, pasando por su matrimonio y su embarazo virginal, el cual desatará el escándalo en la sociedad de la época, al mismo tiempo que Judea se encuentra en medio del caos debido al gobierno tiránico de Herodes El Grande.
El guión se toma varias libertades narrativas a la vez que muestra a una María más humana, con miedos, dudas y dificultades, lejos de la figura etérea y eternamente doliente que solemos ver en esta historia. Igualmente se profundiza en lo que pudo ser la relación con su esposo José, un tema rara vez tocado. Tenemos, pues, una historia imaginativa pero sin llegar a ser disruptiva, para beneplácito de los creyentes católicos, aderezada con una fotografía impecable y un soundtrack poderoso.
Lamentablemente, esos temas alternativos son tocados con tibieza en María. Elementos sobrenaturales son resueltos rápidamente y sin mayor explicación. Eventos impactantes como la matanza de los inocentes y la huida a Egipto y un aparente levantamiento del pueblo judío son mostrados con total timidez. Incluso la presencia del mismísimo Satanás se siente como un total desperdicio.
Noa Cohen, actriz israelí, interpreta correctamente a esta María más realista, pero el gran Anthony Hopkins luce sobreactuado como el cruel pero también extravagante Rey Herodes, representado de una forma casi cómica.
En lo que parece un intento por complacer tanto a fieles como a no creyentes, este retrato pseudobiografico se quedó a medias. No pasará de ser otra adición al catálogo de películas navideñas o para transmitirse en Semana Santa, lo cual es una pena ante su buena producción