Marty Supreme: Siempre hay un hermano con más talento

Sí, lo mamamos demasiado, pero a estas alturas es innegable que el sello del gran Martin Scorsese ha quedado impregnado en la cinematografía moderna. Todas aquellas películas de alta calidad en esta época siempre nos conducen a regresar de una u otra manera hacía el director proveniente de Flushing, New York, como otra vez es el caso de Marty Supreme

Los hermanos Safdie quizás han sido los que más han replicado el estilo Scorsese de After Hours o Mean Streets con su frenetismo puro y personajes moralmente cuestionables. Tras tomar caminos separados y con Benny intentando replicar un Raging Bull en tiempos de hambre, la otra mitad, Josh Safdie, ha decidido seguir por el rumbo que les dio fama. Pero ¿cuál es la diferencia de Marty Supreme con respecto a otras propuestas del ahora separado dúo?

Quizás el elemento más distintivo es que fusiona su estilo con la corriente de las biopics deportivas. Basada en la historia de Marty Reisman, campeón de ping pong, Josh rompe las convenciones clásicas al tomarse demasiadas libertades creativas con respecto a su figura, lo que le permite crear una antítesis de los clichés clásicos de este tipo de cintas al no retratar la historia como una donde el trabajo, el entrenamiento y la meritocracia son la base en la construcción del ícono, sino una donde la farsa y la estafa son las llaves para conseguir los medios que le permitan demostrar su talento nato, derivado de un entorno caótico y desalentador donde la violencia y la mentira son pan de cada día.

Generalmente, los retratos de superación en contextos desfavorables tienden a pintar figuras que, a través del esfuerzo y de una muestra de contrapeso moral ante su entorno, logran sobreponerse. Marty Supreme está lejos de mostrar estos atributos: es odioso, molesto y, al contrario, es un producto de su propio contexto violento y deshonesto, que buscará a través de esta personalidad conseguir dinero para un boleto a un torneo de ping pong en Japón. Son esas mismas características las que le traen problemas; desde su lengua larga, su carácter y, en parte, el escenario marginal en el que ha crecido, nuestro protagonista luchará contra todo.

Y todos los caminos conducen a Scorsese. Respetando distancias y niveles, así como Martin en su recreó la tensión y el espíritu del boxeo, Safdie hace a través de Marty Supreme lo mismo con el ping pong, abriendo varias partidas narrativas con un grupo de personajes pintorescos y casi tan o igual de indeseables que el principal. Todo esto para intentar conseguir su objetivo que, cuando parece que conseguirá el match point para ganar, se presentará una situación que le dará un revés.

El prólogo y el final, filmados con una precisión que combina planos generales y americanos con el fin de introducirnos en este juego, son un resumen de lo que tratará Marty Supreme. Es ahí donde ese estilo vertiginoso encaja a la perfección con la intención narrativa de recrear el ir y venir del ping pong. Es ahí donde Josh termina por ganarle por knock out a su hermano Benny, pues este último, con The Smashing Machine, nunca pudo conectar la vibra de las MMA con el mundo del cine, ni a través de la narrativa ni de la cámara.

Por otro lado, Marty Supreme guarda un subtexto interesante sobre la creación de estas figuras y cómo surgen a través del mito o la farsa, pero también sobre cómo esa ambición por perseguir la gloria puede crear personajes indeseables y capaces de realizar cualquier cosa por conseguir su objetivo, un personaje tan patético, idiota, con tantas desventajas, caídas, pero con un espíritu de lucha tan inquebrantable que hace que esa aura repulsiva empatice con la audiencia. Nada fácil escribir este tipo de personajes y generar esa reacción por parte del espectador

Entre otros temas, Marty Supreme destruye también el mito del triunfo por talento nato, reconociendo que muchas veces se necesita una combinación entre sumisión, suerte, privilegio y hasta relevancia nacional para poder triunfar. Sin embargo, la cinta no está exenta de observaciones: no todas las partidas cierran de manera adecuada y algunas quedan inconclusas u olvidadas, así como un exceso de Safdismo que puede llegar a ser cansado. Eso sí, el director, hasta el último minuto respeta y lleva su propuesta hasta las últimas consecuencias.

Por otro lado, hay que destacar la estupenda actuación de Timothée Chalamet, quien demuestra una vez más la excelente escuela de dirección de actores de los Safdie. Desde Dwayne Johnson hasta Pattinson, el protagonista de Marty Supreme se une a esta destacada lista de intérpretes que encuentran su punto más alto con estos directores. En un papel odioso, pero carismático, no desentona en transmitir esa vibra vertiginosa mientras deambula entre el drama y la comedia.

CALIFICACIONES

  • Dirección: 3.3
  • Guion: 2.9
  • Actuación: 1.8
  • Extras: 0.5

Calificación: 8.4

¿Es Marty Supreme uno de los mejores filmes norteamericanos del 2025? Es cine neoyorquino de autor puro, de esas películas que, aunque parecen seguir una fórmula ya prescrita por los cánones marcados por Scorsese, encuentra la forma de darle otra perspectiva, otra visión. En esta partida de ping pong entre Josh y Benny, ya sabemos quién era el Safdie que le imprimía ese aire tenso, acelerado y claustrofóbico a sus películas: el cool, el del estilo. En resumen, ya sabemos quién es el Safdie con talento.

PD: Y al final, todos los caminos conducen a Scorsese.

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Acerca del autor

El Cine Actuario   @maxpower_ar?s=09   facebook.com/dvclocblog

Actuario/Economista, Amante del Cine, Devoto de Dios, Intuitivo, Curioso, Rockero de corazón, Fanático de los Libros y del deporte de las tacleadas, quesero, colchonero, diablo rojo. "Las estadísticas son la forma en que las matemáticas cuentan las historias" "El arte es una ciencia y el trabajo del critico al igual que el del investigador es exponer sus axiomas y teoremas al mundo" "Estar de acuerdo, en no estar en desacuerdo es saludable"


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