Mass: El Poder del Guion
“Aquel que conoce el poder de la palabra presta mucha atención a su conversación. Vigila reacciones causadas por sus palabras, pues sabe que ellas no retornaran al mismo punto sin haber causado efecto”
Florence Scovel Shinn
Una de las lecciones básicas que se le enseña a un guionista es aprender a crear y construir diálogos, pues en cualquier obra artística que tenga algún fundamento literario como base, este deberá ser importante para la interacción de los personajes y por consecuente a su desarrollo.
En el mundo del cine antes que el estilismo, debe anteceder la narrativa. Si una película sustenta su esencia únicamente en sus aspectos visuales corre el riesgo de sentirse vacía o trivial.
Ahí radica la importancia de crear un guion sólido, puesto que este podrá sustentar cualquier carencia o limitación ya sea técnica o histriónica. Es por lo que a pesar de una dirección cuyo techo raya en lo mesurado, el poder de la dialéctica y del diseño de personajes hace de Mass una de las películas mejor elaboradas del 2021.
La imagen hecha palabra
Mass nos cuenta la historia de los padres de un asesino en masa reunidos para dialogar con la familia de una de las víctimas de su hijo. La premisa de entrada no es nada cómoda y a pesar de una dirección recatada en los primeros minutos, la película utiliza algunos recursos visuales para confirmarnos que entraremos a un terreno demasiado incómodo, utilizando encuadres claustrofóbicos y cerrados que ya nos advertirán lo que viene.
Una vez preparado el terreno, el director (y guionista también de la cinta) lanzan verdaderamente sus intenciones y nos encierran en un cuarto con los 4 protagonistas. No habrá flashbacks de las situaciones que se nos describirán, no veremos la recreación de los acontecimientos, no habrá ningún rostro ajeno involucrado, no habrá montaje dinámico que saltará de un espacio tiempo diferente. Tan solo seremos Richard, Linda, Jay, Gail y el espectador.
Quizás a muchos le suene cansino ese estilo indie de realizar películas limitadas en una sola locación (que muchas veces es el reflejo de un limitado presupuesto) y que mas les recuerda a una obra de teatro que a una película, pero donde otros autores han demostrado su falta de capacidad para contar historia, Fran Kranz (director y guionista) enseña su músculo escritor pues ante la falta o ausencia de recursos visuales, la película carga por completo con la narrativa desde la dialéctica, adquiriendo un rol plurifuncional:
- Desde la óptica más básica nos describen las características de los 4 personajes principales, pero no solamente es un vínculo expositivo, sino también a través de los diálogos hay un vehículo empático hacia los intérpretes.
- Son el elemento básico para exponer las premisas. Una de las ventajas del guion es que no están expuestas en manera de panfleto, sino que son desenvueltas de manera sutil
- En un sentido de ejecución más alto ante la ausencia visual, describen los elementos externos ajenos a ese cuarto donde nos encontramos. Nunca conocemos como tal el rostro de los hijos de Linda y Gail, nunca vemos una escena de ningún disparo, no hay sangre, no hay gritos, pero ¿son necesarios?, tan solo la forma en como está ejecutada la escena, tan solo con ver las expresiones de dolor ante la pérdida de su hijo, la culpa, el hambre de venganza, la manera en como describen los acontecimientos, a los personajes, no necesitamos imágenes, las palabras y los interpretes son suficientes para trasladarnos a ese ambiente de dolor, nostalgia y desesperación que viven los involucrados.
Sobre los que se quedan y no los que se van
Y es únicamente a través del guion que realizamos este viaje emocional junto con estos 4 personajes. Al principio hay una trampa en la cinta, pues creemos que este relato será únicamente otra historia de un “asesino en masa” revisando su perfil psicológico, pero no se equivoquen, el no es el verdadero centro de la historia, porque la trama no va de quienes se fueron, sino de aquellos que se queden a vivir las consecuencias de un brutal acontecimiento. Esta excursión no solo será una reivindicación de las víctimas directas, sino de las silenciosas, aquellas que en la intimidad conocieron “al asesino”, aquellas que ante la ausencia terrenal del responsable directo han sido el blanco de los ataques o culpas, aquellos que las recriminaciones por la ausencia/el exceso de educación, amor, atención a su hijo son señaladas como la causa del incidente, y que aparte de cargar con esas culpas tiene que lidiar con la pérdida de un prójimo cuya última imagen está completamente difuminada, y a es través de su dolor que intentaremos encontrar la empatía, como un camino hacia la remisión para sanar las heridas internas de los afectados y los que siguen buscando respuestas de un ¿por qué? Y ¿Cuándo? Que sigue sin cerrarse. Poderoso mensaje.
Dirección: Ayuda poco y no estorba
A pesar de tener la apariencia de que haya un trabajo nulo en este terreno, si hay elementos que determinan una dirección callada pero que al menos contribuye al guion; la ausencia de una banda sonora que permite una mayor experiencia de inmersión y la creación de un fotograma que hace que el espacio sea cerrado, principalmente desenfocando la mayoría de los fondos de cada cuadro, no es una técnica innovadora o de otro mundo, pero sirve para que nos metamos mucho más en esta experiencia que viven los 4 protagonistas.
Actuaciones de primer nivel
Los actores en este caso son el segundo hilo conductor de la narrativa, pues al no existir un trabajo visual, su rango actoral y su capacidad de expresión es lo que determinara el nivel de la cinta. Para esto caso, los 4 intérpretes cada uno en su papel realizan un trabajo histriónico rayando en la perfección, siendo el intermediario en el vinculo emocional que quiere plasmar el guionista hacia el espectador (sin duda deberían colocarse como uno de los mejores elencos del 2021).
Calificación
Guion: 3.8 – De los mejores guiones del año, la dialéctica tiene la capacidad de envolver al espectador, contar una historia y valer más que mil fotogramas.
Dirección: 2.0 – Demasiado discreto, pero efectivo
Actuación: 2.0 – Un trabajo por demás excelente
Extras: 0.5 – A pesar de las limitaciones el diseño de producción.
Calificación: 8.3 – Excelente
No sabemos porque Fran Kranz ejecutó su cinta de esta manera; quizás se había anticipado a la falta de presupuesto (menos 300,000 USD) y tuvo que utilizar gala de sus recursos narrativos para mantener a flote la cinta, o quizás lo hizo a propósito pues ese estilismo permitió adentrarse mucho más en la psicología de sus personajes.
No importa cual haya sido el motivo; como opera prima ha logrado mucho más que otros directores o escritores en su debut, creando no solo una historia bastante humana, sino una trama acerca de la empatía y del perdón sin maniqueísmos, ni manipulación emocional, siendo tan honesta en la forma de plasmar sus premisas, todo esto gracias a que se enfocó en el elemento principal de toda historia cuya base es la dialéctica: el guion.