MaXXXine: Ti West, tu no eres una estrella
Todo comenzó con una cinta 100% gore y slasher que intentaba salirse un poco de las convencionalidades del subgénero, pero que terminó cayendo en las mismas. Siguió con Pearl, que se elevó al grado del culto gracias a un desarrollo de personaje pulcro, un estilismo diferente y, sobre todo, al incorporar el drama psicológico como género principal y utilizar el slasher como elemento secundario. Ahora con “MaXXXine”, Ti West se aleja de ese drama y propone una especie de thriller con elementos slasher, con un resultado que, si bien es mejor que “X”, muchas de las ideas y conceptos propuestos en la conclusión de esta trilogía se han quedado a medias, siendo un cierre decepcionante.
El primer error de Ti West es que apuesta por ser una película más ideológica, dejando en segundo plano el desarrollo de personajes. Y aunque quizás tenga la justificación de que la personalidad de Maxine ya se presentó con anterioridad, el resto del elenco ha sido relegado a características cliché del cine de los 80’s. Dentro de este contexto, la cinta toca dos temas en paralelo que, por desgracia, nunca concreta: una sátira del lado oscuro de Hollywood y una crítica al conservadurismo y mojigatería de esa época.
Todo comienza con una frase de Bette Davis: “En este negocio, hasta que no te conocen como un monstruo, no eres una estrella”, lo cual hace sentido con lo visto tanto en “X” y con ‘Pearl”, mostrando a una Maxine sin culpa por los acontecimientos de Texas. Uno creería que, a su llegada a Hollywood, nuestra protagonista sacaría su lado más visceral frente a todo aquel que se interponga en su camino al estrellato, pero por desgracia no ocurre nada de eso, dando un retroceso muy convencional al personaje (incluso con el factor polémica, pues aunque varios personajes no se cansan de decir que Hollywood es pesado y bestial, fuera de las fiestas y unas cuantas escenas de drogas, no hay nada escandaloso ni irreverente).
La crítica al conservadurismo y al establishment social, especialmente en temas referentes a la religión y el sexo, está ahí, pero tampoco su discurso es algo nuevo o algo que no se haya dicho en algún programa adolescente de los 90’s o 00’s.
Y este termina siendo un problema de la película, pues nunca llega a articular los dos temas principales, y conforme va avanzando, uno se da cuenta de lo simplista que es la visión. Incluso una propuesta un poco más excesiva como “Babylon” tuvo más valor al criticar y hacer sátira de manera más directa y fuerte al sistema, estableciendo una causalidad entre la mojigatería, las apariencias superficiales, los excesos y la decadencia. Pero “MaXXXine” los establece como mutuamente excluyentes, quedándose corto.
La parte del suspenso comienza algo atropellada, pues intenta separar dos líneas narrativas: la del asesinato y la del detective que investiga a Maxine, siendo evidente desde el principio su conexión. Cuando se enfoca en el misterio de la construcción de la identidad del asesino, la película agarra un buen ritmo y genera intriga, pero por desgracia termina por dar un giro que, si bien es interesante, las formas en las que se llega a él son poco orgánicas y forzadas. Añadan el propositivo alejamiento u olvido de algunos personajes por el “bien de la trama” y algunas convencionalidades del género “slasher” para dar como resultado solo otra cinta más.
Calificación:
– Guion: 1.7
– Dirección: 3.0
– Actuaciones: 1.8
– Extras: 0.5
– Calificación total: 7.0
Aunque MaXXXine tenga buenas ideas, una producción espectacular, una fotografía impecable (que va desde el videotape hasta una recreación casi idéntica del estilismo del thriller de los 80’s), una edición precisa, un sonido envolvente y una Mia Goth dando otra actuación perfecta, el mayor problema es la falta de ingenio en su historia, así como el desarrollo de sus propios conceptos y un guion que antepone sus ideas por encima del desarrollo de sus personajes y que, para colmo, sus mensajes son demasiado simples, rayando en la superficialidad.
Con esto, Ti West termina dándole sepultura a una saga que, fuera de la genialidad de “Pearl”, le falta ese factor “X” para ser una de las grandes triadas de la historia del cine. No, mi querido Ti West, tu trilogía no es una estrella.