Mesa de Regalos: Para fans de los predecibles finales felices

No esperamos demasiado del cine blockbuster mexicano. Ya son años de demostrarnos que su entretenimiento parece seguir un formato único y muy televisivo que nos transporta casi de inmediato a un estado de pena ajena, situación que he experimientado en las múltiples ocasiones en las que le he dado una oportunidad a dicho segmento del séptimo arte. En esta ocasión, Mesa de Regalos fue la nueva producción elegida para criticar, dirigida por Noé Santillán-López (cuyo historial no da mucha esperanza), y protagonizada por José Eduardo Dérbez (el menos conocido del clan comediante) y Cassandra Sanchez Navarro (mejor conocida como Cindy La Regia).

La primicia de Mesa de Regalos gira en torno a dos mejores amigos, Nicolás y Antonia, quienes en plena soltería y desestabilidad económica, idean un plan para conseguir el dinero para cumplir sus sueños: casarse. Así comenzará la aventura para convencer a todos de que en verdad se aman y la boda es real, mientras van descubriendo sus verdaderos sentimiento en el proceso.

La película nos ofrece una historia que se siente muy familiar al mismo tiempo que busca darle el toque distintivo de la mesa de regalos, algo poco creíble pero al que le daremos el beneficio de la duda, por aquello de no juzgar antes de conocer. Fuera de eso, Mesa de Regalos es un conjunto de clichés del genero: los amigos inútiles, el personaje que solo busca hacer reír, el antagonista inútil, entre otros; elementos que juegan en contra del factor sorpresa que pudiese pretender la cinta.

Hay una incongruencia entre lo que Mesa de Regalos intenta demostrar y lo que en realidad es. Por un lado, tenemos a dos protagonistas con los que aparentemente nos podemos relacionar pues parecen ser 2 personas bastante comunes – un par de clase medieros con trabajos normales y con un aspecto que no es de supermodelos – pero por otra parte, muy rápidamente se nos muestra que la problemática de la película se podría resolver de una manera más sencilla que lo que la trama propone, pues nuestra protagonista no tiene precisamente la vida que parece pretender.

Yo sé que este tipo de películas se basan en lo absurdo, y que parte de su naturaleza es envolverse en situaciones que sería casi imposible que sucedieran en el mundo real; pero aún así no puedo evitar cuestionarme el haber tomado la decisión de comprometer la trama de esa manera, pues dichas decisiones de guion hacen pensar que todo el meollo de su historia se pudo evitar por completo, pues había una opción más sencilla para resolver su situación. 

Sin embargo, algo que celebro de esta comedia romántica es que no está enfocada en los excesos, como bien es una costumbre de este tipo de producciones de nuestro querido cine mexicano, pues el humor que se maneja parece ser bastante mesurado, y aunque es predecible y no siempre tan ingenioso ni gracioso como pretende, parece ser bastante oportuno de acuerdo al tono de Mesa de Regalos.

Cassandra Sanchez Navarro es la que resulta más creíble en su papel y la que sostiene el entretenimiento en Mesa de Regalos, mientras que José Eduardo Derbez podría ser uno de los protagonistas menos carismáticos que me ha tocado ver en este tipo de cine, sumado a sus nulos dotes actorales que añade a ese tono acartonado que se percibe en muchas de las interacciones entre actores.

Este tipo de películas tienen su audiencia objetivo, por supuesto, si eres de quiénes disfrutan comedias románticas cuyo final está plasmado desde el póster, y te chutas todas los nuevos filmes navideños anuales protagonizados por Lindsay Lohan y Vanessa Hudgens, definitivamente esta Mesa de Regalos es para ti (puntos extra si eres mexican@).

 

——–

 

Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*