Mi Niña: Una enternecedora e idealista dramedy de la relación madre-hija
Este año dentro del marco del Tour de Cine Francés en México, la directora franco-marroquí Lisa Azuelos (LOL, 2012) nos presenta la historia de Héloïse, una madre divorciada que intenta atesorar cada minuto de los últimos que le restan de ese verano con su hija más pequeña, Jade, la cual está por partir a estudiar al extranjero y a encontrar su propio destino; situación que genera en su madre mucha nostalgia.
Mi niña (Mon bébé, 2019) definitivamente no es la primer película que explora ese sentimiento por el que pasa una madre al vivir el síndrome del “nido vacío”, pero en esta ocasión lo hace a través de la mirada de una madre moderna, quien tiene una relación de plena confianza y cercana con su hija más pequeña, en realidad con todos (Jade tiene 2 hermanos) pero que se muestra completamente vulnerable ante ese sentimiento que le provoca la partida de su “pequeña”. Y es esa mirada de modernidad lo que le plasma cierta frescura al relato. Héloïse es una mamá que usa Tinder, permite aunque con cierto recelo, que el novio de su hija duerma en su casa; quiere familiarizarse con la tecnología, y lucha constantemente en equilibrar sus encuentros y citas amorosas con la maternidad; pero no por todo esto pierde el respeto de sus hijos, al contrario, genera en ellos la confianza suficiente para tener una buena relación con todos.
Sandrine Kiberlain dota a su Héloïse con un logrado equilibrio, es fuerte, pero es tierna y al mismo tiempo es graciosa y realmente consigue que la amemos, ya que se muestra completamente humana y nunca pretende ser una madre perfecta; además de que el peso de la película cae casi por completo en ella y lo sostiene bien. Sin embargo, tampoco resta importancia a la idea principal de la cinta, la cual es la relación fantástica y perfecta entre madre e hija, y el como confronta la primera el hecho de que su “bebé” ya es una adulta, ante comportamientos que anteriormente había ignorado.
Mon bébé, definitivamente puede caer en los clichés de este tipo de películas y exagerar un poco la idealización de estas relaciones humanas; además abusa de los un tanto mal editados flashbacks que nos muestran la relación con Jade desde que ésta era un niña pequeña, ya que desconcentran de repente los bruscos giros de tiempo. Sin embargo, como suele ser característico del cine francés, crea atmósferas acogedoras y tiene diálogos que te conectan con la mayoría de los personajes (en especial con la magnífica Sandrine), por lo que no es mala opción y vale la pena echarle un ojo dentro del Tour de este año. Se encuentra ya en cartelera desde este fin de semana.