Mike & Dave Need Wedding Dates: Absurda comedia dominguera
Lo mejor que puedes hacer cuando decides ver este tipo de películas es tener bien claro a lo que vas: desenchufar el cerebro un rato y reír estúpidamente por situaciones irreales y sin sentido, que claro está, suceden en un universo alterno donde el verdadero significado del cine solo es “entretener”. De manera muy personal decidí ir a ver esta cinta porque era gratis sin expectativa alguna y a manera de desestrés después de un largo día de juntas laborales, resultando en una historia sin pretensión con los clichés del género que aunque entretenida, no deja de ser una más del montón.
Para no dar tanta vuelta, podemos tener claro desde el inicio la naturaleza de la película por su delatador título, porque el plot no va de otra cosa que de dos hermanos, Mike (Adam Devine) y Dave (Zac Efron) que necesitan de una cita para la boda de su hermana menor en Hawai; esto obligados por sus padres pues siempre terminan arruinando las fiestas familiares por lo que un par de chicas buenas seguramente los mantendrían en regla. Los chicos ponen un anuncio que se hace viral para encontrar parejas y 2 amigas se aprovechan para obtener unas vacaciones gratis en la paradisíaca isla. De hecho, esta película está basada en la historia real de Mike y Dave Stangle, quienes se hicieron famosos por publicar un anuncio buscando parejas en Craiglist (incluso cuentan con su cameo en el filme).
La verdad que este tipo de películas existen con el propósito de sacar carcajadas por circunstancias idiotas, y como su mera esencia, si no están cumpliendo al menos con esta condición es que algo está muy mal. Al menos la cinta cumple con este detalle más por parte de Devine que de Efron, pues el primero actúa como el típico hermano más retrasado y gracioso, mientras que el segundo tiene el papel del chico tonto pero “más lindo” y coherente que dará un poco de equilibrio a la trama. Cliché, ¿no? Pues así se desarrolla esta historia junto con los usuales chistes de “pastelazo”, caídas, golpes y abundantes chistes sexuales que no pueden faltar para dar a este filme un toque más millennial. Algo que me agrada bastante cuando se hace de manera ingeniosa es la referencia a otras películas, ya sea citando o en escenas a manera de imitación, razón que a mi particular hizo más amenos esos poco más de 90 minutos.
Por otra parte, la cinta no es más que eso, risas por situaciones absurdas y patéticas pero sobretodo casi imposibles de suceder en una situación similar en la vida real, no aportando nada al género y solo pasando a la inmensa torre de comedias estúpidas. La predicción es inevitable pues el final feliz es inminente, siendo la sorpresa un factor nulo y en el que al parecer Efron ha encontrado su zona de confort, o mejor dicho, en la que siempre ha ejecutado un mismo papel. Por lo que si no te gusta perder el tiempo viendo acciones exageradas y bromas “calientes”, lo mejor es alejarse cuanto antes del resultado de toda esa revoltura de impresiones.
¿Hay que verla?
Si eres de los que cree que el cine se inventó para entretenerte en días de asueto y para gastar en palomitas más caras y malas, te aseguro que encontrarás aquí esa distracción que estabas anhelando. De lo contrario, evita la fatiga y el dinero, pues muy seguramente la “cinta del verano” estará en Netflix el próximo mes y la podrás sintonizar algún domingo cualquiera sin vicio ni beneficio.