Momentos De Terror Que Te Jodieron La Infancia: La Habitación 237
Mi primer acercamiento con Kubrick fue A Clockwork Orange en un canal televisivo llamado C7 que alrededor de las diez de la noche programaba películas de culto aún en aquellos vestigios de finales de los 90’s donde la programación mexicana valía la pena. Quizá tendría yo 12 o 13 años y el Maestro ya había tomado posesión de mi mente con esa exposición tan bella de ficción especulativa, violencia, simbolismos religiosos, políticos y sobre todo ese dilema oscuro y humorístico sobre el libre albedrío, temas que tardaría en digerir y que con el tiempo apreciaría de forma más completa y compleja; conceptos y elementos que tendrían una explicación coherente y lógica sobre la estructura narrativa que Kubrick proyectaba y de los cuales prescindiría casi en su totalidad en la segunda de sus obras con la que tuve contacto: The Shining
Muchos se limitan en catalogar a The Shining como una cinta de terror, pero dicho término es insuficiente para intentar explicar su inexplicable propuesta. La obra de Kubrick sería a mi percepción una exhibición de horror psicológico fundamentado sobre la corriente surrealista, con elementos tan inquietantes como bizarros que no se encasillan en causar esa natural sensación del “susto” o desarrollar trucos o recursos que lo fuercen, sino que expone un miedo a lo desconocido, a lo grotesco y tétrico que persiguen el objetivo de jugar con la mente y psique del personaje y espectador al proyectar escenas a primera reacción sin ninguna lógica o razón aparente, pero que después comulgan en un solo motivo narrativo en el personaje de Jack Torrance y su familia recluidas en aquel palacio de lo paranormal: El Hotel Overlook
Lo que parece y sugiere una especie de loop paranormal centra primero su atención y primera pieza del rompecabezas en el cuarto 237, mítico aposento del cine de horror y el primer foco de atención de estos sucesos fantasmales con los cuales se tiene una conexión a través de ese “Resplandor”. Kubrick juega maravillosamente con su timing, con la impresión de suspenso y horror en una secuencia que me estremecería hasta la médula, un oasis y visión siniestra que junto a la simetría, elegancia visual y el elemento auditivo causaría una especie de trampa hipnotizadora y envolvente en la cual quieres voltear hacia otro lado pero por alguna extraña razón no puedes, pues el lenguaje cinematográfico es tan aterrador y bello que no logras despegar la vista de aquella mujer, de aquella macabra risa, de aquel misterio aún sin resolver.
La locura se desataría después. Si bien esta escena retumbaría en mi aún joven cuasi infantil mente durante semanas, otra seguiría recalando en mí ser hasta en la actualidad, y es en que en realidad ¿Qué mierda era esto?
Maestro Kubrick, tu sabes por qué hacías y ponías esas cosas, pero esta última escena créeme que confundió y jodió mi infancia por meses ¡Meses!
2 Comments
Mi estimado, a mí también esa escena me perturbó bastante, fue un momento de mucha tensión, y es un horror psicológico total, me recordó al videojuego Silent Hill que también tiene algunas partes de ese estilo. Y qué decir de la otra escena con el tipo vestido de perro(?) haciendole una felación a George Bush joven (??), aunque hace tiempo leí que estos dos son espíritus que rondan el hotel, según explican en la novela original de Stephen King. Buena selección, saludos mi estimado.
Muchas gracias estimado. Mañana por el día de Halloween haremos un compendio de este especial de mes que esperamos les haya gustado
El perro es …… quiza la escena mas WTF que he visto en mi vida jajajaj
Saludos estimado