Momentos Favoritos del Cine: Cómo NO hacer una declaración de amor
Tomen nota caballeros: se acerca el día internacional para celebrar el amor (llámese también Día de San Valentín) siendo esta una ocasión que muchos aprovechan para hacer sus fervientes declaraciones de amor, confesiones afectivas, pedidas de matrimonio, o etcétera, etcétera. Pues si quieren un par de consejos, este momento favorito les describe que es lo que NO hay que hacer si lo que quieren es impresionar a una dama, aclaremos esto, favorablemente.
Centrémonos, entonces, en la declaración de amor que ofrece Mr. Darcy a Miss Elizabeth en la cinta Pride and Prejudice (2005) adaptación cinematográfica de la conocida novela homónima de Jane Austen. Dejando de lado aspectos un tanto alterados respecto a la historia original de la escritora, principalmente el cambio de locación en donde se lleva a cabo la declaración; el tema central de la escena es la forma tan digamos, poco aceptable por parte del caballero para externar sus sentimientos pretendiendo en ello una respuesta positiva a una pedida de mano. Y es que Mr. Darcy menciona que su cariño hacia ella se suscita a pesar de su “mejor juicio, las expectativas de su familia, las inferioridades de su nacimiento y su rango” y cuando ella le responde que por qué decide decirle sus afecciones con el evidente deseo de insultarla, él termina diciendo que no puede alegrarse por la inferioridad de sus circunstancias.
Claro que a esto se le incluyen otros precedentes que hacen que el título de la cinta cobre sentido, como las calumnias y malentendidos suscitados de tal forma que Elizabeth termine prejuiciando el carácter y la personalidad de Mr. Darcy; resultando la sorpresiva declaración en un duro golpe contra el orgullo de la dama pues lejos de halagarla, se convierten en un reforzamiento de la equivocada resolución que ella ha formado sobre él. La verdad es que Mr. Darcy posee un exceso de confianza y no creyó que bajo ninguna circunstancia sería rechazado, y aunque es admirable la honestidad con la que este se expresa, manifestando que la ama a pesar de sus “defectos”, de ninguna manera debió convertirse esto en la esencia de su confesión, pareciendo esto lo más importante.
No se equivoquen, por supuesto que la sinceridad es de lo más admirable y significativo, pero también hay que saber identificar cómo y cuándo es la mejor manera de expresarla; no querrán que la querida termine contestándoles como Miss Elizabeth con un contundente “eres el último hombre del mundo con el que me casaría” (no textual). ¡Auch, directo a donde más duele!
3 Comments
Quizás, por tu corta edad, no has escuchado aquella joya del romanticismo ochentero “Todo se Derrumbó”, interpretada por el “séptimo lunático” Emmanuel. El sujeto clama que “todo se ha derrumbado” dentro de él a causa de un abandono o una traición y en cierta estrofa afirma “Tú eras mi perro fiel, yo era tu guía”… ¿Pero cómo demonios no iba a dejarlo botado? ¡El tipo la llamó “perro”! Cualquier mujer con dignidad enviaría al tipo a criar malvas… Excelente lección, estimada!
Claro que la he escuchado (y no me refiero a 5 min. antes de escribir esto), estimado Dr. ¡una joya! Que así como ese gran ejemplo hay muchos, pero es que tener dignidad es elemental; así cómo saber cuáles son las palabras indicadas para expresarse y darse a entender, si no quiere caer uno en esta clase de malentendidos. Gracias y saludos 😀