Momentos Favoritos del Cine: Dumbo

Dumbo es el esbozo histórico de un Disney surrealista y escabroso, testigo de una época de un estudio experimentador que jugaba con simbolismos de alta complejidad acordes a un tiempo violento, de guerra y de supervivencia del arte. Tanta es su leyenda revolucionaria, que su mito y gusto por una audiencia más adulta se debe claramente a la influencia de los alucinógenos durante su concepción en los cuartes de Mickey y a la inclusión artística de Dalí en la que es la secuencia más tenebrosa en la historia de Disney (La danza de los elefantes). Sin embargo, fuera de su cuestionable fama, el film conceptualizado por una serie de artistas acreditados y no (Que se manejan muchos), es un relato de gran exposición y valores cinematográficos, hábil y sobre todo, de fuerte y constante contenido emocional durante sus suficientes 60 minutos de duración.

De un alto contenido social incrustado con analogías y metáforas que refieren al racismo, al sistema laboral, el alcoholismo, la pérdida matriarcal y finalmente a la discapacidad, la revolucionaria joya animada de Disney se ha encargado de traumatizar y enamorar a 4 generaciones desde su estreno en 1941, una contrariedad tan efectiva como emocional que revisaremos a continuación en nuestra doble dosis de Momentos Favoritos del Cine.

 

Las ánimas del terror

¿Quién es? ¿Quién va? Ya empiezan a desfilar, vienen ya ¡Mira que saltos dan! ¿Serán quizás parientes de Satanás?

Así comienza la letra de esta bonita canción que vale mencionar, es lo triple de tenebrosa gracias a su enfermiza traducción al español. Las apariciones de los elefantes quizá sea el reflejo más obvio del oscuro (y divertido) trabajo dentro de los cuarteles de Disney allá por los años 30’s y 40’s, como por ejemplo el hecho de que Salvador Dalí diseñó los bosquejos originales para esta secuencia surrealista que invitaba a los niños a no abusar del licor de una manera muy peculiar (Si, como si el licor fuera una prioridad consiente en esa edad); así mismo cuenta el mito que la secuencia fue dirigida por Al Schenk, refugiado alemán que trabajaba para los estudios y que particularmente gozaba la compañía de indios zapotecas en la frontera entre México y Estados Unidos, con los cuales compartía el gusto por el peyote, uno de los alucinógenos naturales más poderosos del planeta del cual se relata como rumor de pasillo, era provisto también a los trabajadores del estudio por el mismo asistente de dirección anti nazi. El mito fácilmente podría confirmarse como realidad al presenciar esto:

Figuras paquidérmicas deformes marchando y entonando un cántico escabroso; corte a esfinges y a una aparición bizarra de un camello con elefante fusionados para inmediatamente dar paso a un macabro baile entre una pareja adornada con una fuerte dosis de destellos visualmente violentos para finalmente cerrar con la transformación en vehículos para comunicar el vértigo e instinto de supervivencia necesario para poder soportar y sobrellevar dicho momento.

 

Baby Mine

Antes de conceptualizar el desfile surreal, Dumbo también fue la plataforma más honesta para imprimir todo el trauma y expiación de su mismo creador, Walt Disney, referente a la pérdida de su madre 3 años antes, en un accidente casero por la caldera del que dicen algunos historiadores, Walt se sentía culpable por hacer caso omiso en la casa que él mismo les compró a sus padres tras el éxito de Snow White. Esta fundamental secuencia literalmente agranda y desgarra el corazón gracias no solo a su excepcional melodía, sino a la dirección y montaje de sus escenas que no muestran más que el cariño y amor de una madre (y pérdida temporal de esta)  en la etapa más voluble del protagonista, aún como bebé. Algo que Burton no pudo lograr con todas las herramientas visuales y narrativas posibles, la animación de 1941 denota la maestría de aquellos animadores y directores al congeniar de manera perfecta los tonos y cambios melódicos de Baby Mine con las escenas de los animales y sus madres, teniendo como clímax el legendario plano en el Dumbo se mece en la trompa de su madre ¡Hermoso!

Dumbo sin duda se postra en la historia de Disney como su ejercicio más surrealista, truculento, hermoso y morboso en una época donde los estudios buscaban experimentar con otras corrientes artísticas, mover fibras sensibles y llegar a todos los mercados previo a la segunda guerra mundial ¡Lo lograron! Un manjar fílmico para moler el cerebro de cualquier niño o adulto

Etiquetas:  

Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*