Momentos Favoritos del Cine: El Bombero Atómico
Película número 21 de Mario Moreno “Cantinflas” y 13a al hilo con su presta nombres, el director Miguel M. Delgado, El Bombero Atómico cuenta con la peculiaridad de ser parte de una “trilogía” (no oficial) cuando el actor no solo repita su patente, sino también su mote del “Patrullero 777”, personaje con el que debutó a lado de Delgado en El Gendarme Desconocido y con el que curiosamente tal vez comience la marca “Cantinflas”, construyendo desde 1941 la idiosincracía “oficial” del legendario alter ego mexicano que debutara apenas 4 años antes (26 años después y ya en la decadencia el Patrullero de nuevo protagonizaría su ya cinta homónima, siendo incluso su penúltima película).
Sin ser la mejor o tal vez ni siquiera una de las 5 “líderes” en cuanto a calidad cómica y/o narrativa se refiere, El Bombero Atómico cuenta con algunos elementos que destacan dentro de toda la paleta de historias protagonizadas por Cantinflas. La primera de ellas es que quizá estemos ante una de las facetas más “peladas” del cómico, y es que sin llegar nunca a la vulgaridad, en esta cinta parece existir una conspiración entre Delgado y Moreno en la que el Cantinflas más de barrio se mostrará más suelto, dispuesto a lucir como nunca tanto en su improvisación física como en sus diálogos, los cuáles en esta ocasión (como en varias de las mejores películas) fueron supervisados por Jaime Salvador Valls.
Así pues y siguiendo la tendencia de la odisea accidentada, un repartidor de periódicos que se hace bombero pero que antes era policía, tendrá que poner orden en su barrio y enfrentarse a una mafia, no sin antes enterarse que la banda criminal ha secuestrado a su hija adoptiva. Divertimento para toda la familia, el too accidental de thriller incluso se denota con varios huecos argumentales que desembocan en montaje por momentos desastroso ¡pero no importa! Por qué aún el Cantinflas “no moralino” (un poco antes de esa desastrosa etapa de color para su personaje y carrera) daría una de sus más carismáticas y explosivas interpretaciones, lo que nos lleva a nuestro Momento Favorito de hoy.
Aquí no hay duda, y es que El Bombero Atómico cuenta con el mejor baile de Cantinflas, aquel que ensalza también una de sus más hilarantes secuencias que inmiscuye un navajón de alto calibre. Danzando como nadie María Cristina me quiere gobernar, canción cubana de Benito Antonio Fernández Ortiz, más conocido como Ñico Saquito, Mario Moreno se luce y con cada paso, vuelta o brinquito, es capaz de soltarnos la sonrisa y/o carcajada.
En una experiencia personal y explicado la razón que me llevó a recordar este gran momento, recuerdo gratamente a mis padres reír sin parar al ver este baile. A reír.