Momentos favoritos del cine: El Escorpión enmascarado acecha a su presa
Habiendo confirmado ya que al danés Nicolas Winding Refn le apasiona columpiarse en esa delgada línea entre lo excelso y lo absurdo, parece justo pedirle perdón a Dios por sus pecados y recordar el porqué este excéntrico director se echó a la bolsa a toda la crítica, al público, a este recinto del buen gusto y en especial a este su cazarrecompensas hace apenas dos años
En la llamada apertura de su particular “Trilogía de Venganza“, es necesario llevar a cabo un ejercicio de imaginación para la comprensión y reconocimientos adecuados de las capacidades y el uso que el cineasta le da al lenguaje y compendio cinematográfico desde todos los términos artísticos y/o técnicos. Así que pasemos a imaginarnos a Refn como un hábil malabarista, que a 50 metros de altura camina y pende de un hilo tan delgado y peligroso que causa que el espectador se encuentre inerte, petrificado, apreciando y observando cada detalle y paso en el recorrido del artista y al pendiente de que pasen solo dos opciones:
a) El malabarista caerá destrozándose cada hueso de su cuerpo matando también el acto y su credibilidad en el instante
b) El malabarista terminará el acto entre aplausos, elogios y regocijo de los presentes testigos
Por fortuna tanto para él como para nosotros, Drive fue un b); Refn patenta un estilo que parece rayar en el exceso del videoclip, pero que a través de su pericia narrativa y técnica se metamorfosea en un ejercicio rico en el apartado visual y complejo en su contexto, que no solo congenia de manera “casi” perfecta el aspecto musical, sino que también a través de una contrastante y rica paleta de colores y luces artificiales provistas por el crepúsculo y el anochecer, construye una de las mayores odas contemporáneas a merced de ser considerada como culto, o como homenaje a mejores y/o mas influyentes tiempos.
Drive es un western (¡Y punto!), esta estructurado y desarrollado como tal; los silencios extendidos que desmenuzan cada detalle visual y la concepción de una figura “sin nombre” vengativa que responde al mote del conductor, enfundando en una chamarra de cuero que denota un gran escorpión dorado en la espalda (Especie no solo asociada con el género a través de la historia, sino también metáfora del ataque que esta a punto de ocurrir), son los elementos suficientes para delatar su cometido y plantear las bases de su historia. Refn complementa el culto – homenaje con una particular obsesión simétrica en cada uno de sus planos (Medios, panorámicos y americanos en su mayoría), que se alejan del riesgo visual artificial para junto con las piezas de su soundtrack, construir escenarios y secuencias oníricas como la que se esta a punto de catalogar como el momento favorito del cine de esta semana.
Las hormigas han atacado (Asociaciones criminales que podrían erróneamente catalogar al film como gansteril, olvidando que el western fue el primer género que planteó dichas organizaciones en el cine) y el escorpión no solo va a defender su hábitat (En este caso sus únicos allegados y amados), sino que acechará y atacará hasta las últimas consecuencias. Como astuta y mortal bestia del desierto, se camuflajea (Después mudará de piel) y planeará su embestida, paciente, sin prisa, pues sabe que la rapidez no es su mayor virtud (Aunque la tiene) sino su pensante sed de venganza. Refn y su fetiche Ryan Golsling irrumpen con una secuencia mágica, el conductor debe alejar el peligro y se dirige meticulosamente a la guarida de la peligrosa víctima, lo escudriña a través de una ventana mientras los destellos de luz penetran su vista fija en la presa. Todo esto mientras los acordes de Oh My Love.
Magistral sin duda, el film del 2011 además de significar una pieza audio – visual sublime y traducir al western a un ambiente contemporáneo y/o actual, ocasionó que Refn se posicionara en el gusto de muchos espectadores que hasta hace 6 meses se encontraban babeando por su siguiente cinta (Me incluyo), la cual a larga no resultó mas que ser una inaguantable y pretenciosa bazofia. Con las actuaciones de Gosling, Pearlman, Bryan Cranston, Carey Mulligan, Oscar Isaac, Christina Hendricks y Albert Brooks (Mención honorifica con una actuación excelsa), Drive quedará inscrito con ese gran escorpión dorado en la historia del cine.
6 Comments
Debo discrepar con usted, para mí el mejor momento es cuando nuestro héroe que carece de nombre, sujeta al dichoso dealer y le da una merecida tunda, el silencio de las stripers que han sido víctimas de esa escoria, el rostro inundado por la furia del Driver y los gritos de dolor de su víctima. Esa escena la disfruto mucho, porque es donde vemos salir ese demonio que lleva el protagonista.
Gran película, cualquier parte puede ser muy buena
Saludos!
Mi estimado colega, usted diario de contreras, ya se parece a cierto Dr. que no ha abandonado XD
Para nombrar otras secuencias memorables esta la del elevador, la persecución y la consecuente emboscada en el hotel, la muerte de su compañero a manos de una navaja y cualquiera, cualquiera escena o dialogo donde Albert Brooks salga la mera neta
Le mando un cordial saludo!
oooo ve como es de sensible?
Grandiosa película sin duda señores y esperemos que Refn concluya su trilogía con la calidad con que que la inicio. en lo personal mi secuencia favorita es la del elevador, belleza y brutalidad perfectamente conjugadas.
Asi es mi estimado , una cinta de culto sin lugar a dudas. Si Refn pretende llegar de nuevo a esra calidad debe alejarse del exceso de sus recursos tecnicos y centrarse en el desarrollo de su historia sin tanta faramalla visual Que le impida estructurar a sus personajes tal y como lo hizo con Drive. Ojala y esta vez se tome su tiempo no importando tener su siguiente film en 3 o 4 años siemprr y cuando vuelva a traernos algo de culto.
Le mando un cordial saludo estimado