Momentos Favoritos Del Cine: La Digitalización

A pesar de no ser una de mis películas favoritas del año pasado tengo que decir que la idea y la forma de contarla es totalmente original. Nos pone en la piel de Robin Wright quien se interpreta a sí misma, su carrera como actriz no va muy bien por malas decisiones y excesos que ha tenido, además de un hijo que no se adapta al entorno y se encuentra en una encrucijada gracias a la propuesta de un productor: Un contrato de por vida en el que ella vende los derechos de su imagen digital y pueda ser usado en cualquier tipo de película, pero ella físicamente no puede volver a trabajar como actriz.

Entre las muchas dudas que pueden surgir por una proposición de esa magnitud, ella acepta el ofrecimiento para darle estabilidad a su hijo. Exactamente aquí es el momento favorito y es que la escena de la digitalización es maravillosa; ella tiene que expresar todas las emociones para que sean captadas por las muchas cámaras alrededor, pero es una actriz, entonces resulta prácticamente imposible sino está siendo consentida, mimada, halagada, en fin… su agente, quien siempre la ha acompañado durante su vida artística, le ayuda a través de unas historias a que toda la gama de sentimientos afloren.

¿Qué bellísima escena no? La mejor manera de expresar cariño es ayudando en el momento justo. De aquí en adelante, desafortunadamente la película cae significativamente entre ciencia ficción distópica, un congreso que determina dar una serie de drogas a las personas para que no puedan ver la realidad para que pasen a un plano animado más agradable y la búsqueda del hijo de la actriz. No se anima a profundizar ninguna de las historias y todo queda como lo que hubiera podido ser. Esto es The Congress (Ari Folman, 2014).