Momentos Favoritos del Cine: La femme fatale mira por primera vez al halcón maltés
Si en el pasado capítulo recordamos a Robin Williams aludiendo a nuestra infancia, hubiera sido un insulto mayúsculo dejar de lado el recuerdo por una de las últimas estrellas legendarias de Hollywood fallecida también hace una semana, por supuesto estamos hablando de la talentosa Lauren Bacall, pieza primordial del cine noir de los 40’s.
Para comprender la brillantez, inteligencia y el dominio de la escena de esta mujer, hay que revisar antes 3 factores de suma importancia en lo que marcaremos hoy como “El momento favorito”: el primero, un debut de esos soñados, de perfección absoluta en su papel y de paso forjador de un misticismo erótico a través de su trabajo corporal y verbal ¡Insólito!; el segundo, la correcta y efectiva dirección de Howard Hawks y el marco argumental – narrativo de la adaptación de la novela de Ernest Hemingway “To Have and Have Not” (Casos donde la película superó al libro), relato que al igual que todo cuento noir, comienza simple, desarrolla la tensión y enmaraña una red de conspiración en base a sus 3 elementos, héroe, situación ilícita y femme fatale; y por ultimo y quizá mas importante, una de las mas grandes químicas actorales que traspasó la pantalla e historia, la de Bacall y Bogart, que en realidad desbordaban amor y sensualidad, esa chispa necesaria para construir juntos al menos 3 clásicos del género.
Pero dejemos que Lauren nos lo explique por sí misma, primero haciendo referencia a ese llamado Bogart y en segundo describiendo nuestro momento favorito del día de hoy:
Solo mirarle podía hacerme temblar. Cuando me cogió la mano, el sentimiento me llegó a la boca del estómago: su mano era cálida, protectora y llena de amor. Cuando me veía al principio del día y cuando me llamaba por teléfono sus primeras palabras siempre eran: “Hello, baby”. Sobre Bogart
Mi mano estaba temblando, mi cabeza estaba temblando, el cigarillo estaba temblando, estaba mortificada. Cuanto más me esforzaba por parar, más temblaba. Me di cuenta que la única manera de mantener quieta mi cabeza temblorosa era bajarla, con la barbilla prácticamente en el pecho, y elevando los ojos hacia a Bogart. Funcionó y resultó ser el comienzo de “La Mirada”. Sobre la secuencia
Así es estimados, “La Mirada Bacall” nace en 1944 en una historia de intriga sobre un expatriado americano que ayuda a un grupo de rebeldes de la resistencia francesa a llegar a su destino, todo esto mientras se involucra con una misteriosa mujer que lo enseña a chiflar. Los medios planos para lograr esa primera cercanía son claves de Hawks para enmarcar el amor y la amenaza, así mismo, no se puede obviar la felicidad desvergonzada de Bogart por ver esa figura que así de nerviosa, conquistó a todo el mundo y a su halcón maltés:
Y para que quede claro, recuerden estimados que Bacall nos enseñó a chiflar a todos los machos, comenzando por Bogart y terminando en el recuerdo de todo aquel que se auto proclame un buen cinéfilo y no un buen palomitero ¡Hay diferencias!
4 Comments
¡Y pensar que sólo tenía 19 años cuando realizó esta inolvidable actuación! No cabe duda que lo de ser una Femme Fatale se trae en la sangre. Grande Bacall.
Asi es mi estimada Kim, se nace femme fatale no se hace
Saludos y que buena colaboración nos aventamos LA NETA AJALAS DE TONALA