Momentos Favoritos del Cine: Los Hermanos del Hierro
Los hermanos Reynaldo (Antonio Aguilar) y Martín (Julio Alemán), presencian el asesinato de su padre a manos de Pascual Velasco (Emilio “El indio” Fernández). La viuda (Columba Domínguez), siendo apenas unos niños les inculca el deseo de venganza. Para ello, oculta a un pistolero en su casa a cambio de que éste les enseñe a manejar el revólver. Quince años después, Reynaldo a pesar de la insistencia de su madre, se niega a cometer un crimen mientras que Martin, el hermano menor, espera con ansias el encuentro. Enterados de la presencia de Velasco en el pueblo, los hermanos van en su búsqueda y aunque Reynaldo pretende dialogar, Martin dispara por la espalda al arrepentido homicida de su padre. Consumada la venganza no termina la historia y en vez de ello comienza el drama de dos hombres enfrentados a un destino fatal. Martin convertido en un psicópata, asesina a la menor provocación y a su paso va dejando un rastro de muerte. Reynaldo intenta detenerlo pero sus esfuerzos resultan inútiles. El asunto empeora cuando ambos se enamoran de la misma joven.
Iniciaba la década de los sesenta y el género ranchero cada vez estaba más próximo a dejar su lugar al cine protagonizado por luchadores, por rebeldes del rock que le harían ver su suerte a sus abnegados progenitores, por astronautas a bordo de naves espaciales (con foquitos incluidos) que aterrizaban en planetas de cartón y por heroínas de historietas románticas.
En 1961, Ismael Rodríguez, director consagrado gracias a títulos como A toda máquina, Los tres huastecos y la trilogía de Pepe el toro, incursionaba en un género que, a diferencia del melodrama ranchero se alejaba de las historias con desenlaces complacientes y pueblecitos idealizados en donde, la mayoría de las veces los argumentos giraban en torno a una serie de enredos amorosos aderezados con muchas canciones como veríamos en Dos tipos de cuidado, otro éxito del citado director.
En Los hermanos Del Hierro, el lente de Ismael Rodríguez abandona los pueblos pintorescos y transporta al espectador hasta la soledad de un desierto fronterizo, escenario en donde las ráfagas de viento y las tormentas de arena se convierten en elementos esenciales de la historia. En el guion del escritor y periodista Ricardo Garibay, no hay cabida para los charros cantantes, los caciques amigables, los peones graciosos o las mujeres que sueñan con serenata y casorio. En ésta ocasión, el director sólo permite que en los personajes exista el odio y el rencor. La metáfora es clara: La violencia sólo genera más violencia.
En los roles protagónicos encontramos a Julio Alemán que en su afán por ser histriónico por momentos luce sobreactuado y al cantante Antonio Aguilar, quien deja a un lado las suertes ecuestres para ofrecer, sin duda, la mejor actuación de su dispareja carrera en el celuloide. Ismael Rodríguez cobija a la pareja principal con un cuadro excelso de actores secundarios entre los que figuran Ignacio López Tarso, Pedro Armendáriz, Columba Domínguez, Emilio Fernández, José Elías Moreno, David Silva y David Reynoso.
Los hermanos Del Hierro, es una obra imprescindible en la cinematografía nacional dado que, es la precursora del género que a la postre sería conocido como el Western mexicano o Chili western. Cinta de acción, que no obstante, va más allá de una serie de tiroteos, profundizando en la psique de los personajes.
Los hermanos Del Hierro le valió una nominación al Globo de Oro como mejor director a Ismael Rodríguez y está considerada por la crítica especializada, una de las cien mejores películas mexicanas de todos los tiempos.
2 Comments
Peliculon, es como una historia con ironia de Hitchcock, excelente recomendación.
Saludos
Horrible crítica, sin profundidad, y con una denostación al cine mexicano sin una base crítica, y sin indagar en la profundidad de esta obra maestra.