Momentos Favoritos del Cine: The Empire Strikes Back
De la trilogía original, es justo aceptar que la primera parte (Star Wars, 1977) y la última (The Return of the Jedi, 1983) se encuentran un poco sobrevaloradas y más suscritas a un tema de mediación, promoción o impresión tecnológica que proyectaron desde aquel tiempo una fama inmediata (aun así no dejan de ser muy decentes aventuras en el género de fantasía), sin embargo es The Empire Strikes Back (1980), segundo y más oscuro capítulo de la saga, no solo el pináculo de la saga, sino del género fantástico en general. Sencillamente soberbia (y no lo digo como fan, sino como un apreciador del cine y del género fantástico), su narrativa y elementos están perfectamente encuadrados en un tratamiento simplista y ágil, emocionante, divertido, equilibrado y por si fuera poco, entregando los mejores momentos de la saga (incluyendo uno de los mayores giros de tuerca del cine que ya como adulto sigo experimentado al ver a los niños sorprenderse de una manera inolvidable y magnífica).
Las razones son muchas y el momento favorito de hoy es un perfecto ejemplo de la amalgama de varias.
Estamos ante un joven temerario que puede significar el legado de una religión extinta, una energía y/o “Fuerza” natural y espiritual que une y forma toda la galaxia. Pero para ello este guerrero errante debe encontrar al guía, no a un guía ¡Al guía! Al maestro, al sinodal, a una de las piedras angulares de esa religión defensora de la paz de una sociedad sumida en el caos político y bélico a causa de su misma extinción. Así, el maestro tomará bajo su cuidado al guerrero errante y afectado para instruirlo, entrenarlo, prepararlo, hacerlo creer en su voluntad y fuerza interior
Podríamos catalogar a esta escena como la estructura primordial del concepto “Fuerza” en la saga. Los diálogos de George Lucas ven su mejor momento al proveer de esta escena de un sentimiento y emoción sin igual cuando Yoda hace ver a Luke el poder de la alianza con esta energía; si bien es sabido que Lucas basó toda la saga en referencias en su mayoría del cine e ideologías orientales, se le debe reconocer a través de variados recursos y elementos artísticos, tecnológicos y narrativos haber podido imprimir dicha emoción en mucha parte también gracias al gran trabajo del maestro de las marionetas Frank Oz (las expresiones orales y físicas de Yoda son inigualables), a la dirección de un Irvine kershner, y al catedrático sonoro de John Williams con el que sin dudarlo fue su mejor trabajo en el cine, y en este caso en particular, uno de sus temas más pasionales, emotivos y ¿Por qué no? Con mayor fuerza
La fuerza está con ellos, y con este momento favorito
La piel se enchina con esas imágenes, con esos diálogos, con esa partitura y esa nave X-Wing postrándose frente a los ojos de un Luke Skywalker impresionado. Yoda lo ve tolerante y lanza el último de sus diálogos, otra bofetada de enseñanza al rebelde alumno
¡Que grandes momentos nos ha otorgado Star Wars!