Momentos Favoritos del Cine: Network
Hace un tiempo escribí un Momento Favorito del Cine en el que comentaba cómo una escena de la cinta Pride & Prejudice (2005) nos describía lo que NO hay qué hacer al declarar tu amor a esa persona especial si lo que quieres es una respuesta favorable. Bueno, en esta ocasión he vuelto a andares similares para traerles a ustedes una bonita escena del séptimo arte que nos presume cómo SÍ hay que dar el cortón cuando el tiempo y por supuesto la persona lo amerita, más si es una bitch sin emociones que se merece cada una de esas elegantes palabras (no es sarcasmo, en verdad son pura finura).
Recientemente me decidí a ver por fin la galardonada Network (1976), una película que nos habla de los dilemas internos de una televisora cuando uno de sus presentadores, con graves problemas personales y un despido anunciado de su show, informa a los espectadores que va a suicidarse en vivo. A partir de ahí se derivan una serie de conflictos dentro de la empresa pues el conductor se convierte en una figura mediática a pesar de sus trastornos internos; entonces en la historia veremos bastante drama patrocinado por las luchas por el raiting en el canal, así como las disputas interpersonales entre los involucrados.
Si a estas alturas usted ya ha visto este memorable filme, seguramente recordará que casi cada una de las escenas contiene diálogos dignos de mención que bien pueden ser anotados y guardados en su repertorio personal de citas célebres. Y entre tantas odiseas, elegí probablemente EL MEJOR ROMPIMIENTO DE LA HISTORIA DEL CINE: esta tajante secuencia en la que el experimentado presidente televisivo Max Schumacher decide terminar su relación amorosa con la ambiciosa Diana, un amorío por el que había decidido abandonar un matrimonio de 25 años.
Y es que la mujer es una obsesionada con su trabajo, una persona egoísta a la que no le importan los medios con tal de lograr su objetivo y a la que los sentimientos parecen importarle un exquisito comino. Claro, el tipo tuvo que dejar que pasaran 6 meses para darse cuenta de la clase de persona con la que se había involucrado y que no valía para nada la pena. PERO, el punto aquí es la manera tan épica en que decide terminar dicho idilio: con una serenidad y madurez propias de su “mediana edad“, Max describe de manera indudablemente elocuente qué tipo de ser es ella (por si no tenía la ni la más mínima idea), una mujer que encarna perfecto a la televisión pues es “indiferente al sufrimiento e insensible a la alegría”, una inconsciente a la que le da igual si hay guerra o muerte, una loca que mata todo lo que toca. Estos y más comentarios épicos dejan sin palabras a una perturbada Diana que nada puede decir ante tremendas analogías perfectamente aplicadas a su persona y a lo desgraciada que es su vida, pues no hay manera de salvar algo cuando te dicen un indiscutible “No queda nada de ti con lo que yo pueda vivir”. Para tomar nota.
Music up with a swell; final commercial. And here are a few scenes from next week’s show.