Momentos Favoritos del Cine: Nunca te atraparán Frank
Sin duda alguna la relación padre – hijo(a) resulta mucho más compleja en la dinámica familiar que en lo que respecta a la madre (La cual es simplemente de un amor incondicional, el 99% de las veces), y por lo tanto también mucho más enriquecedora a la hora de proyectarla en la escena cinematográfica. Ya vamos preparando las recomendaciones para escapar de la cartelera en torno a este tema y unos cuantos especiales, pero me pareció pertinente comenzar a celebrar a los papás aprovechando nuestros martes de momentos favoritos del cine.
Por allá del año 2002 Spielberg sacaba un par de películas que vendrían a ser exactamente su antepenúltima y penúltima cinta dignas de recuerdo. Una de ellas en particular, era una biopic bastante ligera, bien escrita y hábilmente desarrollada que enfocaba el trastorno de su personaje principal en un “Daddy Issue” bastante peculiar; así, tomando a la figura paterna tanto como de punto de partida como de arribo hacia su conclusión, Catch me if you Can se convertiría en un ciclo de superación de traumas familiares excelentemente narrado y auspiciado por un carisma actoral y un ritmo directivo digno de remembrarse. Eso no era todo, pues si así le agregábamos un humor bastante sano y elegante, un uso musical con clásicos de antaño y una química histriónica sobresaliente de parte de un naciente DiCaprio y un decente Hanks ya de salida, teníamos en realidad varios de los mejores momentos “Spielbergianos” de la filmografía del llamad Rey Midas.
La vida y obra criminal de Fran Abignale Jr., joven estafador que al huir de su casa se convirtió en uno de los principales enemigo del FBI cuando apenas a la edad de 17 años ya había hecho fraudes bancarios con valor de más de 1.2. Millones de dólares. Haciéndose pasar por piloto de aerolínea, doctor y abogado, Abignale Jr. fue capaz de prosperar toda su adolescencia en el bando criminal gracias a un motivo muy importante y trascendental para él: Papi; figura la cual encarna Christopher Walken (En quizá su última gran y pequeña actuación) y que viene a fungir no solo como progenitor, sino como maestro, tutor y ejemplo de este estilo de vida al también ser un embaucador de poca monta, pero con muchas enseñanzas que su vástago tomará como preceptos e ideología de vida.
La relación padre – hijo, aunque no la mejor ni mucho menos la más sana, aquí se encarna de una manera brillante con uno picos dramáticos que agregan esa sustancia necesaria para englobar y equilibrar la aventura – comedia de Spielberg, picos que se denotan en las reuniones ráfaga de estos dos individuos que se protegen y aman el uno al otro y que en su último encuentro los llevan a la catarsis emocional de una manera triste y exasperante, desgraciadamente como debía terminar tan dificultosa y hasta cierto punto caótica relación
Especialmente en este cuadro como en un encuentro anterior (Video de abajo), existen diálogos que incluso se tornan difíciles para el espectador, siendo elementos clave de esta relación que funcionan en una especie de bromas o comentarios locales e íntimos que solo estos dos seres entienden en su idioma, un idioma que trasciende de padre a hijo y en donde el primero ve las “proezas del segundo como suyas propias”
Al final Abignale Jr. tiene una segunda oportunidad, irónicamente dada por otra figura que fungirá como “padre” y “guía”, y la cual lo llevará al final de ser un criminal cabrón y desvergonzado a un respetado agente del FBI que en la actualidad gana millones por las regalías que las instituciones bancarias le otorgan gracias a su protección y servicios en contra de os fraudes bancarios ¿Vaya cuento de hadas no lo creen? Estos normalmente suelen apestar en el cine frente a una narrativa insulsa y carente de emociones y complejidad, pero no en Catch me if you can, donde Spielberg y todo este acomodo de elementos brindan una obra sustancialmente entretenida, dramática y divertida que se puede ver una y otra vez