Momentos Favoritos del Cine: Ocean’s 11
Después del estreno de Ocean’s 8 parece correcto reafirmar si no estamos alzando demasiado una película como Ocean’s 11, que sin ser la gran joya del cine, sí significó un parteaguas en este tipo de cintas con grandes elencos y por qué no, estafas.
Tras pasar años en la cárcel, Danny Ocean se encuentra bajo libertad condicional y ahora planea realizar el mayor atraco de su carrera: robar al mismo tiempo 3 de los casinos más importantes de Las Vegas. Como otra de las misiones ocultas del robo, Ocean planea recuperar a su amada ex esposa que ahora se encuentra en una relación con Terry Benedict, el propietario de dichos casinos que ocultan la exorbitante cantidad de 150 millones de dólares.
El momento que elegí no podrá ser ni el más impresionante ni esperado, pero sí resulta parte fundamental del desarrollo de la trama pues uno de sus puntos más relevantes es el romance detrás del atraco, ese que le da un plus al deseo del protagonista de convertirse en millonario de la noche a la mañana. Entonces tenemos la relación Danny-Tess, quienes han estado supuestamente divorciados por varios años por lo que su reencuentro supondría algo más que un par de simples palabras.
Esta conversación que podría parecer muy trivial contiene una esencia enigmática que embona de manera justa con el resto de la trama. El carisma de George Clooney como Danny se encuentra en su máximo esplendor en estos 4 minutos en los que comparte mesa con una claramente resentida Tess (Julia Roberts), quienes intercambian una serie de frases que entre sarcasmos y realidades, sin duda le dan a la charla un sentido memorable; incluso cuenta con cierta referencia a Casablanca que termina por darle un toque mortal a la escena.
El diálogo simplemente es estupendo. Una muestra de lo hábil que puede ser esta cinta por momentos, algo que le daba un toque de frescura en su tiempo al género y cuyo gran número de protagonistas solo sirvió para engalanar un buen entretenimiento lleno de acción..