Momentos Favoritos del Cine: Out of Africa
“I had a farm in Africa at the foot of the Ngong Hills…”
(“Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong…”)
Yo tenía un sofá en la sala al pie del televisor. Es sofá era lo más incómodo del mundo, pero buscándole el lado, podías acurrucarte en él, echarte encima una cobijita roja de suave textura que hacía las veces de un cálido abrazo y disponerte a llorar a moco tendido con películas como “Out of Africa”.
En esta cinta Meryl Streep da vida a la escritora Karen Blixen, quien en la novela en la que está basada esta película habla de su paso por África de 1913 a 1931. Aunque la película se aleja de la novela volviéndose más “romántica” por decirlo de alguna manera, Sydney Pollack logra hacer un bello homenaje al continente negro (como al parecer era más la intención de la escritora) con la bella fotografía que tiene de las llanuras africanas. Por su parte Robert Redford cumple con su papel de galán aventurero.
Karen Blixen, se refería a sí misma como una viajera de mente, porque los viajes no era algo que se le dieran mucho, salvo esa larga estadía en Kenia de la que se enamoró locamente. Con Blixen comparto esa necesidad de pertenencia, mi caso, contrario al de ella, la necesidad es de pertenecer no de poseer. Karen Blixen quiso hacer África suya, junto con su gente (Kikuyu), y al menos en la película, con Denys George Finch Hatton, el cazador interpretado por Redford. Denys demanda su independencia y Karen un compañero fiel y permanente.
El romance de Karen y Denys está enmarcado por maravillosas experiencias, por un viaje a las entrañas del territorio salvaje, en donde los animales hacen lujo de su presencia y los bellos atardeceres preceden las agradables cenas en donde la pareja se dedica a construir un mundo aparte de su realidad. Se mantienen herméticos a los problemas de cada quien para buscar su coincidencia lejos de ellos. Karen quiere más, Denys necesita huir de vez en cuando.
“Me has hecho odiar la soledad que tanto me gustaba” dice Denys más o menos así ante la inminente partida de Karen. Sin embargo, cuando parece que por fin se encontraron el modo, la vida les cambia la jugada.
Así que si por estos días anda usted de capa caída en el romance y quiere desahogarse de lo lindo, Netflix tiene en su catálogo esta cinta. Procure no morirse de risa con los fatales maquillajes de la Streep, tenga en cuenta que la película es de los ochentas y en esa época el corrector blanco era lo máximo.
Sydney Pollack en la dirección, John Barry y David Watkin con la maravillosa música y fotografía respectivamente, dan una bella forma al guion adaptado de Kurt Luedtke, para conseguir la mejor película del año 1985.
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