Momentos Favoritos del Cine: Platoon
Platoon es uno de los relatos anti bélicos por excelencia, y que de no ser por la mediación de sus actores estaríamos hablando de una incursión casi neorrealista y bastante apegada a la verdad por parte de Stone, en lo que es un relato semi autobiográfico de sus propias vivencias en Vietnam y que juegan sutilmente en el rubro de la ficción al situar al “soldado” entre dos padres: la paz y la guerra, ambos en el mismo bando y con el mismo objetivo: sobrevivir.
El personaje de Taylor (magistralmente interpretado por un muy joven y naciente Charlie Sheen) es el punto intermedio entre estos dos elementos; por un lado, el escape de la realidad por medio de una comuna de hippies en combate liderados por un humanista, el Sargento Elias; por el otro, la violenta y gráfica realidad simbolizada por un Sargento siniestro y sin escrúpulos, más enfocado en su gloria y en la maquinaria de la guerra como soldados y elementos dispensables y sacrificables en batalla, un deshumanizado Barnes. Taylor, a través de las cartas a su abuela y la materialización de narrativa de su voz en off, toma como suya esta batalla de extremos entre el bien y el mal ¿Puede haber bien dentro de un entorno invasivo, tan sanguinario y mortal como la guerra? ¿La maldad es necesaria para la supervivencia en este entorno por demás hostil? Son preguntas que Oliver Stone disecciona en Platoon y que tendrán dos giros argumentales tremendos y claves para el desarrollo de Taylor: la muerte de Elias, que lo sacará de aquel espacio “seguro” con la hierba como su estímulo para aquel “escape”, y posteriormente su aceptación por una realidad más violenta, logrando la deshumanización con una venganza final muy personal.
Es tras la muerte de Elias, cuando un Barnes ahogado en alcohol, enfrenta a la comuna del “cuzado y humanista”, sabiendo la realidad tras su delito y ofreciéndoles una oportunidad de venganza. Este acto de Barnes no solo muestra una profundidad muy oscura del personaje, sino también y a la misma proporción, una redención igual de violenta a la de su propia naturaleza unida a la del conflicto. El diálogo de Stone y la actuación de Tom Berenger son PERFECTOS, un encuadre de tensión máxima y una confesión en la que Barnes a su manera, busca mantener la unidad pese a sus actos y a través del miedo y la imposición de su gigante y tétrica presencia como instrumento inmortal de la guerra: la realidad encarnada. Nuestro momento favorito
Será de aquí de donde Taylor comience su verdadero camino y desarrollo, mismos que estarán destinados a preguntarse cual de estos dos padres bélicos tendrá la razón. Una pregunta que Stone deja en el tintero y en la percepción de cada miembro de la audiencia. Platoon, más allá de ser una cinta bélica, es un drama psicológico que manifiesta lo deshumanizante que puede llegar a ser el conflicto, y que al final de cuentas tendrá tanto bajas mortales como emocionales.