Momentos Favoritos del Cine: Super Size Me

Fue sorpresivo el anuncio del fallecimiento de Morgan Spurlock, documentalista que llamó la atención del mundo con la que sería su obra más conocida: “Super Size Me” (en lo personal, uno de mis documentales favoritos). La gran mayoría de quienes han visto este proyecto después de su estreno en Sundance lo hicieron por alguna tarea escolar, pero la verdad es que el documental nominado al Oscar es uno de los más conocidos e influyentes a nivel internacional. Aunque Morgan cayó en el olvido después de aquel logro, después de perder su batalla contra el cáncer, es justo recordarlo por este experimento peculiar cuyos efectos todavía resuenan en la actualidad.

Desde el primer minuto queda claro cuál será el objetivo principal: mostrar los efectos que una dieta a base de comida rápida puede causar en el organismo, tanto en la salud física como en la emocional. Si bien uno no necesita sentido común para saber que la conclusión es obvia desde el comienzo (algo que muchos todavía malinterpretan y usan para condenar al proyecto), la investigación no quiere que nos enfoquemos en ello, sino en cómo los hábitos de cada uno son más responsables de las consecuencias de esta alimentación, desde la falta de ejercicio hasta la presión económica del individuo. Se debe apreciar que el propio documentalista no sólo se convirtiera en su propio conejillo de indias, sino también que se haya comprometido con el experimento de principio a fin pese a la oposición del personal médico y de sus seres queridos.

Las historias paralelas a la del director apoyan la concepción problemática planteada, abarcan desde las situaciones en la escuela hasta problemas causados por enfermedades derivadas de la obesidad, pasando por el marketing poco ortodoxo de las grandes corporaciones que fomenta esta clase de alimentación, la falta de información con respecto al contenido calórico y el exceso en el consumo de azúcar incluso de manera involuntaria (cuando hasta las ensaladas tienen más calorías que las hamburguesas, sabes que algo anda mal), todo envuelto en un tono lleno de humor que hace más placentera e impactante la experiencia (con clara inspiración de Michael Moore, lo cual visualiza el impacto que tuvo “Bowling for Columbine” un par de años antes).

Con los años se han revelado los huecos legales que tiene la investigación y han causado cierta devaluación al proyecto actualmente, pero por más extremo que haya sido el experimento, no es loco. Lo cual nos lleva al momento favorito de hoy.

Una crítica dura e interesante que hace reflexionar sobre nuestro estilo de vida y que pone a pensar sobre crear un hábito alimenticio lo más saludable posible. Que comer una hamburguesa no es malo, pero el problema es que hay gente que las come regularmente y algunas hasta lo comen a diario. Asimismo, dirigió una veintena de piezas más (incluyendo una secuela de este documental que es mejor en algunos aspectos, pero no es tan mediática ni memorable como el original) que desgraciadamente ya no lograron el éxito de aquella recordada obra (en gran parte luego de que su nombre figurara en la controversial lista del movimiento MeToo, evento que acabó con su carrera). Si bien nunca venció a las grandes corporaciones, ayudó a fijarlas como villanos en el imaginario colectivo y dejó al descubierto la triste realidad del capitalismo: el dinero debe ganarse a cualquier costo. Que descanse en paz.

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


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