Momentos favoritos del cine: El Secreto de sus Ojos
El Secreto de sus Ojos es un estremecedor thriller como base para desarrollar un romance cautivador desde la perspectiva de un detective retirado a la hora de escribir una novela sobre un crimen sin resolver y que lo ha aquejado toda su vida. Una formidable pieza de arte que indudablemente se ha posicionado como uno de los pilares de la cinematografía contemporánea latina que raya en la perfección en todos sus aspectos tanto técnicos como narrativos gracias a la pericia de Juan José Campanella, director argentino que con este film no solo logró el reconocimiento mundial al recolectar decenas y decenas de galardones y premios en cuanto festival se le atravesaba, sino que también de paso manufacturo uno de los mejores thrillers de la historia, tan inteligente y natural que el espectador se siente identificado y sumergido en el caso con cada minuto que pasa.
El Secreto de sus Ojos es contado desde tres perspectivas y/o planos cronológicos distintos: el pasado, el presente y el desarrollo de la escritura de una novela desde el imaginario y recuerdos del autor y principal protagonista; Campanella, además de congeniar de manera perfecta estas tres temporalidades con una impresión de ritmo acogedora y mordaz que nunca confunde al espectador, logra proyectar una frescura y naturalidad a la trama a través de sus diálogos y actuaciones que hacen de El Secreto de sus Ojos una obra sumamente realista. Para esto, el director y también guionista estructura maravillosamente a sus 4 protagonistas (El antagonista se deja como una sombra) para que la contraparte de la brutal exposición del conflicto (Una escena de crimen sin reparos) sea nada más y nada menos que el innato comportamiento de sus mismos participes, representados como seres normales, con virtudes y defectos que como en la vida, pueden rayar en el dramatismo o en la comedia.
Aunque el visionario de El Secreto de sus Ojos alcanza la excelencia en un plano secuencia inolvidable de 5 minutos que tiene un significado especial para el director al ser abierto aficionado al futbol de su país (Ver esta fastuosa secuencia aquí), el momento seleccionado en esta ocasión es aquella pregunta que parece terminará con el conflicto, siendo todo lo contrario, pues la misma línea y sus consecuencia será el giro de tuerca y motivación principal del héroe para desarrollar su relato y reencontrarse con su pasado.
Para los que no han visto el film, les recomiendo quedarse con el plano secuencia en el estadio antes referenciado y dejar de leer esta entrada aquí mismo para ir a rentar o conseguir esta pieza de obra maestra ahora mismo (Es en serio, dejen de leer y vayan por ella).
Para los bienaventurados que ya han gozado con El Secreto de sus Ojos, entenderán el porqué de la selección de esta impactante escena que sin temor a equivocarme nos desquebrajó el corazón a todos. El sacrificio de Sandoval duele no solo por perder al más carismático y sensacional elemento del film, sino también por el significado implícito en ese momento y decisión. Vayamos a recordarlo
En el momento adecuado, lo genial de esta secuencia no es “el como” sino en donde sucede, parte elemental de esa percepción e imaginación de como transcurrieron los hechos en la mente del autor novelista que desde aquí, verá girar su entorno y vida para mucho tiempo después dar con el verdadero secreto de aquel intolerable e imperdonable crimen que causó tanto el asesinato de su mejor amigo como el abandono a su verdadero amor. Gracias Campanella.
3 Comments
De mis favoritas de todos los tiempos, aunque para mi resulta mas estremecedor el momento: “Digale que tan siquiera me hable…” que le da a la palabra venganza un nuevo significado.
Uuuuuy, es que cual escoger estimado. Definitivamente esta obra es redonda y lleno de momentos devastadores además de congeniar con un humor exquisito digno para recordar y presumir por siempre a las siguientes generaciones para su correcta preservación
Saludos estimado!