Museo: El cine mexicano que necesitamos
Ganadora del Oso de Plata al Mejor Guion en el Festival de Berlín en febrero de este año, por fin podemos ver en cartelera a Museo, cinta del director mexicano Alonso Ruizpalacios que cuenta con el querido Gael García Bernal como protagonista y que está basada en el robo más infame de la historia del país.
Basada en hechos reales, Museo narra la historia de Juan Nuñez y Benjamíni Wilson, quienes saquean el Museo Nacional de Antropología la Navidad de 1985, en un robo que haría historia en un país que había quedado marcado por la tragedia ese mismo año.
Ruizpalacios nos traslada a México de los ochentas para contar un relato que desde sus inicios se siente con un ritmo muy adecuado, que se va transformando de ser un robo maestro a ser una narración más íntima sobre la culpa y sus consecuencias en ambos protagonistas. Como plus contamos con un soundtrack estupendo (tanto en música como efectos de sonido) que no solo logra llevarnos a la época que pretende, sino que proporciona al filme de las sensaciones necesarias para que el espectador pueda sentirse conmocionado por lo que está viendo en pantalla.
Además, la película cuenta con un humor muy natural y perspicaz, alejado de ese tono blockbustero al que estamos acostumbrados, para introducir un toque divertido que se percibe totalmente mexicano y agradable para el tono que maneja la narración. Gael García consigue meterse en la piel de ese chavo sin ilusiones por la vida, mientras nos guía en su transformación de pensamientos que muestra un personaje distinto conforme avanza la trama.
Eso sí, su mayor falla se encuentra precisamente en el ritmo que aplaudía hace no mucho tiempo, pues hacia las tres cuartas partes del metraje, la cinta decae en eso que nos tenía enganchados para pasar a mostrarnos una secuencia de más de 20 minutos que se siente metida a la fuerza, en un lapso de tiempo en el que solo estamos deseando conocer el desenlace de esta historia. Esto hace que sus poco más de 2 horas de duración se sientan un poco más largas de lo que deberían.
Por otra parte, Ruizpalacios logra relatar un cuento con toques de ficción alrededor de una tragedia basada en hechos reales dotándola de una actitud que describe la cultura mexicana sin sentirse exagerada, mientras que su mejor logro es crear una atmósfera en donde también hay espacio para la reflexión espontánea que se combina para dejar un efecto positivo en la audiencia, tanto así como para salir con una sonrisa de la sala.
Museo es una película imprescindible para el público del país, un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se sale del molde comercial. Este es el tipo de cine mexicano que necesitamos y del que queremos ser parte, uno que te permita no solo reír y divertirte, sino que cuente algo de manera tan efectiva que valga la pena remembrar y por ello nos haga sentir orgullosos de lo que somos.
Museo, es la primera película mexicana (y original en español) en ser adquirida para su distribución bajo el sello YouTube Originals, plataforma que busca competir con los otros servicios actuales de streaming.