Nitram: La tétrica anatomía de un verdadero asesino
Ganadora del mejor actor en el pasado Cannes y de la mejor dirección en el Festival de Sitges, Justin Kurzel refrenda su título como uno de los directores más infravalorados de la actualidad, pues a pesar de tener un descalabro con la horrorosa “Assassin’s Creed”, el australiano ya lleva cuatro obras que no solo mantienen y patentan un estilo propio, sino que también se arriesgan con elaborados y complejos matices narrativos para abordar de manera íntima la psique de sociópatas y psicópatas ya sea literarios (su versión de Macbeth es una maravilla) o reales, como es el perturbador caso de “Nitram”.
Basada en los trágicos eventos sobre la matanza de Port Arthur (Tasmania) en 1996, Kurzel disecciona la mente de su asesino de manera fastuosa al primeramente construir su tóxico entorno parental, relacional y social, para después adentrarse en las causas y el desarrollo del mismo “Nitram” (apodo del asesino) sin caer en los excesos dramáticos que muchos otros narradores abordan, tratando de manera ingenua de justificar o humanizar a los actos y a sus actores. Kurzel evita esto al no tratar de juzgar, dedicándose solamente a retratar y manifestar una progresión de carencias emocionales que desembocan en la construcción y manifiesto de un verdadero monstruo.
Primero desde su interacción familiar. Si alguien como Ramsay ya había retratado como la anti maternidad puede dar origen a una abominación en la excelsa “We Need to Talk About Kevin”, Kurzel juega una más compleja rutina de roles (sin que esta sea mejor o peor que lo hecho por Ramsay) al abordar ambos ámbitos desde una perspectiva de desapego matriarcal y una podredumbre emocional de la parte paternal. Si a esto sumamos que nuestra “víctima” denota ciertos rasgos de retraso mental, estamos hablando de un caldo tétrico que a través de una frialdad narrativa, nos llevará de manera minuciosa al resquebrajamiento socio – mental y por ende hacía el origen de este psicópata.
Por otro lado “Nitram” tiene su propio desarrollo. Kurzel no se apega a las reglas de estas biopics – thrillers y decide dejar de lado las estupideces que justifiquen sus actos, para construir de manera cruda y agresiva las consecuencias de los mismos, y por ende la progresión de estos hacia ese momento, el cual el director mantiene en misterio, impregnada de una tensión majestuosa e incluso guardando el respeto por las víctimas y sus familias al no depender de este para causar morbo o distraer a la audiencia de su principal objetivo: “el frío porqué”. No hay una justificación, ni redención, ni mucho menos una inútil humanización, sino solo una terrorífica explicación del hecho.
Ambos desarrollos se combinan creando así un manjar tridimensional que nos lleva por lógica al grandioso trabajo actoral de Caleb Landry Jones ¿Will Smith en King Richard? ¿Benedict Cumberbacht en The Power of the Dog? ¿Javier Bardem en la horrenda Being the Ricardos? ¡Por favor! Hay que ver más cine y dejarnos de esas estupideces, que aquí estamos ante la mejor actuación masculina del año, una que causa escalofríos, repulsión e impresionantemente al mismo tiempo deseamos comprender, que esperamos que se arrepienta, y que con el mismo ímpetu queremos “eliminarlo”. El trabajo de guion, dirección y la actuación de este chico forman una perfecta triada que da como resultado una verdadera ACTUACIÓN.
Así mismo el reparto, sobre todo Judy Davis y Essie Davis (como la madre y la madre – pareja adoptiva respectivamente), en sus papeles de reparto causan el mismo efecto con personajes perfectamente delimitados y construidos.
Nitram es no solo una de las mejores películas del 2021, sino la mejor de Kurzel en su filmografía (a pesar de que su servidor adora su versión de Macbeth). El australiano va madurando esta narrativa enfocada a ahondar en la mente de “asesinos”, confirmando aquí por qué sigue siendo uno de los mejores y más interesantes directores en la actualidad ¡A buscarla!
2 Comments
Dónde la encuentro?
Dónde la vio, Fett?
experimente en fmovies