Nonnas: Abuelitas cocineras, adorables y chichonas
Tras el éxito y culto que logró con “Las Ventajas de ser Invisible“, Stephen Chbosky decidió convertirse en un alfarero de pura “feel good movie”, alguna más “chapucera” y/o convencional que la otra, pero al fin y al cabo con buenos resultados en su objetivo por manufacturar un aceptable contenido de relleno dentro de los streaming. Su quinto largometraje, Nonnas, es un vehículo simplón, pero muy adorable que ayuda no solo a subir un poco la calidad de su director tras la forzada “Querido Evan Hansen”, sino que también ayuda a algunas personalidades de la tercera edad para que vuelven a retomar su pasión: actuar
Nonnas cuenta la historia real detrás del restaurante italiano Enoteca María (llamado ahora Nonnas of the World), que nació a raíz de la nostalgia del dueño por la cocina italiana de su abuela (su nonna). Tomando una decisión de inversión arriesgada tras la muerte de su madre, y extrañando su manera de cocinar, decide abrir un centro de consumo en honor a ella, pero contratando en lugar de chefs a auténticas “abuelitas” italianas.
De aquí se desprende una historia de lo más sencilla, pero que respeta la lógica sin manipular demasiado el elemento “trágico” de la misma, y exhibiendo la progresión lógica de conflictos en cualquier apertura de un negocio (más común en lo referente a la comida): obtención de licencias, nóminas, inversión, adecuación del lugar, el desconocimiento y la obtención de comensales para poder subsistir. Todos estos temas están presentes con complicaciones realistas y sus respectivas salidas fáciles, pero no son el foco del relato, pues eso depende de las nonnas y de cómo estas van integrando una familia a pesar de sus diferentes orígenes y formas de cocinar.
La comida, uno de los principales protagonistas, estará presente en la típica comida de Italia, desde las pastas, la salsa, la pizza y los cannolis hasta las cabezas de cabras, siendo la extensión y representación del cariño y el amor que el director simboliza con estas adorables e improvisadas chefs. Así mismo, y aunque la cinta no está excenta de los forzamientos convencionales en torno al romance, el sube y baja emocional de creer que todo se va a ir a la mierda para que luego se suscite el “milagro” del guion (y de la vida real, en este caso), la unión entre sus integrantes y su predecible final “a lo Ratatouille”, lo que en verdad hace funcionar a Nonnas es el básico, pero buen trasfondo y desarrollo de sus protagonistas, lideradas por un Vince Vaughn que, aunque siempre hace de Vince Vaughn, aquí otorga una sensación de torpeza e inocencia que capta bien la naturaleza soñadora y nostálgica de su personaje
Y llegando a lo más importante, hablemos de las Nonnas, comenzando por el agradable regreso a la actuación estelar de Lorraine Bracco (Goodfellas) y Talia Shire (The Godfather), que aunque se mantienen en activo, a través de Chbosky logran de nuevo sobresalir para las nueva generaciones. Por su parte, el agregado de Susan Sarandon es sencilla y estéticamente fenomenal, abordando desde su personaje que, a pesar de la vejez, la belleza externa también se puede conservar y perdurar como un valor que eleva y dignifica dicha etapa de la vida. Sarandon por supuesto tendrá unos 15 minutos más de fama gracias a sus escotes y sus “chichotas”, dicho así porque el director no tiene reparo en que estas sean en algún par de momentos de la trama, un muy buen par de protagonistas para el comedy relief y el morbo estético (Sarandon sigue viéndose maravillosa). Completa el cuadro de Nonnas, Brenda Vaccaro, un poco menos mediática que las anteriores mencionadas, pero aún así de una extensa carrera en el cine
En el último par de años se ha dado la tendencia fílmica – narrativa en torno a la dignificación de la vejez, un tema que se agradece y que a diferencia de muchas otras “moditas” de guion, aquí ha otorgado más de un par de “feel good movies” bastante relajadas y entretenidas, pero sobre todo con sus respectivos clichés y elementos nostálgicos bien armados y en su lugar, como las chichis de Sarandon.
Nonnas es una de ellas, una cinta tan inofensiva como bonita, olvidable si, pero que te hará sentir bien durante 90 minutos, y que a través de sus créditos sube sus bonos por ser una increíble y cierta historia real