Nuestros Tiempos: Lucerito contra el futurista patriarcado

A veces lo que resulta medianamente novedoso en el cine mexicano puede llegar a confundir a mas de uno, achacando meritos a cualquier obra que se desmarque de las tan llevadas y traídas ‘comedias” juveniles y siempre en el intento de emular los cánones cinematográficos Hollywoodenses.

En Nuestros Tiempos, el nuevo largometraje del muy activo Chava Cartas, se exploran los “viajes en el tiempo”, tema pocas veces visto en nuestra cinematografía, y que en primera instancia nos puede remitir a “Volver al Futuro”, película incluso homenajeada en este filme, en el cuál Cartas y los guionistas Gudiño y Garzón, deciden dirigir sus armas hacia otro tópico: la dificultad del llamado “patriarcado” para digerir la emancipación sexual y sobre todo laboral de la mujer moderna.

En Nuestros Tiempos, Nora y Hector (Lucero y Benny Ibarra) son un matrimonio de científicos de la UNAM, quienes en pleno 1966 estan a punto de concretar la obra de sus vidas: la creación de una máquina del tiempo la cual, con la ayuda de una alineación planetaria que abre un agujero en el espacio y un error de cálculo medianamente explicado, les permite viajar al año 2025 en el que encontrarán a personajes que tienen que ver con su pasado y que les revelaran que su proeza ha dejado un par de problemas que demandan su regreso a 1966 para evitar afectar las vidas de seres queridos.

Pero el verdadero hallazgo en Nuestros Tiempos, sobre todo para Nora, mujer reprimida laboralmente por el machismo propio de su era, es darse cuenta que el 2025, año al que se adaptaron en cinco minutos, resulta un escenario por demás benéfico para desplegar sus fines profesionales y sexualidad reprimida, contrario a la época de mentalidad aún “porfiriana” de la cuál procede. Es ahí donde la comedia digerible con tintes musicales que se proponía, cambia de rumbo (sin tenerlo en realidad) para dar un tratado sobre las diferencias de mentalidad entre hombres y mujeres del pasado y el presente.

Aún cuidándose de dejar al hombre moderno como un malvado-machito-patriarcal, pero sin evitarlo del todo, Nuestros Tiempos abandona los divertidos clichés acometidos al principio, como el impacto que puede causar en un ser de antaño la fauna moderna endiosada con el celular, para abrir un discurso sobre lo aparentemente innecesaria que resulta la vida matrimonial, en particular para la mujer, y la condena histórica que tiene que pagar el masculino moderno por “ser como es y por haber sido como fue”

Situaciones que sonarían muy bonitas si no fuera porqué el expectador actual, al contrario de los protagonistas, tiene años viviendo la era moderna, lo que deja la sensación de falta de profundidad en el intento de “análisis” por parte de Cartas, quien incluso se evidencia complaciente con el género femenino.

La “reversa” que mete el argumento para el final de Nuestros Tiempos arroja la duda de si se trató de una película de ciencia ficción no tan “ficcionada”,  de una comedia en cuál sus creadores ya no quisieron reirse, o de una película romántica que por complacer nuevas ideologías no quiso ser romántica.

Subrayar a una Lucero que demuestra que si se lo propone puede ser aún una presencia muy fresca y carismática y a un Benny que, esforzándose en su papel, sigue siendo preferible cantando baladas. Aplaudir además los valores de producción a pesar de que todo pareciera indicar que el cine mexicano este año se propuso rememorar a “Amelie” (ver la lograda “Corina”).

Al final queda la sensación que con lo presentado Nuestros Tiempos pudo ser, con un poco más de valor (o talento), una mucho mejor película.

Calificación: 2.5 / 5 MEDIOCRE

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Acerca del autor

Adolfo Uriarte     instagram.com/_mascine_/

Fotógrafo por necesidad y hambre, cinéfilo por las mismas causas. Coincido que las buenas películas te marcan, pero las malas son mas divertidas. Mi mayor pecado: odio Star Wars.


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