On The Silver Globe ¿La mejor película de todos los tiempos?
Para responder rápidamente a la pregunta: No. Debido a que el arte audiovisual es tan diverso y complejo, que no hay una cuantificación real sobre lo que es y no es bueno. Cierto, hay reglas narrativas y filmicas que se deben de seguir, pero cuando intencionalmente se rompen estos esquemas, o la propia función del cine reside en desafiar las disciplinas metódicas, entonces ni siquiera esas reglas tienen mucho valor. Este post, más que nada, es una continuación a la lista de nuestras “10 mejores películas de la historia” realizada por todos los autores de este blog el día 1ero de abril en el post conmemorativo a Cinescopia (que pueden ver aquí), en el cual explico más a profundidad por qué ésta fue mi elección si ya especifiqué que no existe una mejor película de la historia, la resonancia que la obra de Andrej Zulawski ha tenido en mí con Possession (1981) y ésta película, On The Silver Globe (1987) es suficiente como para hacer un post en su memoria, especialmente teniendo en cuenta que desafortunadamente el director falleció en febrero de éste año, y el eco de su muerte fue casi inexistente en el círculo cinematográfico.
Lo que crea este director con The Silver Globe, es una lengua cinematográfica muy por encima del resto, debido a un propio aspecto fundamental que en su manera más básica hace funcionar al propio lenguaje, se comunica directamente con el espectador en un método “pregunta y respuesta” que no he visto en ninguna otra película, y lo hace por medio de una flexibilidad estilística y narrativa que llevan a los límites las capacidades temporales y dimensionales del arte audiovisual.
La historia sigue a una tripulación de astronautas, que abandonan la tierra decepcionados con la naturaleza humana, llegando a lo que parece ser un planeta con una superficie similar a la nuestra, con la condicionante atmosférica de que sólo se puede sobrevivir si se vive cerca del océano. Eventualmente mueren uno por uno, y al final sólo sobreviven tres exploradores cósmicos, dos hombres y una mujer, los cuales por medio del incesto logran poblar ese planeta y recaer en una especie de tribu primitiva, en la que forman sus propios dioses y su propia cultura. No es hasta que un burócrata espacial llega décadas, que la película plantea sus conceptos principales sobre la cíclica naturaleza de la existencia sin dejar de aislarse de la nuestra propia cultura, la cultura de quien está viendo la película.
Se inicia ambiguamente, muestra una interacción de personajes en la cual no quiero profundizar para el curioso que no la haya visto, pero que sirve para plantear el estilo de toda la obra, con una voz en off el director nos cuenta el contexto bajo el cual se terminó la película, nos habla directamente, dejandonos saber como escenas vitales se destruyeron o no se lograron filmar. Toma ideas de cintas experimentales y las emplea en lo que pudo haber sido una súper-producción.
El principal defecto (o virtud) de una película así es su trasfondo. Hay un cierto aspecto de documental. En el periodo más éxitoso del realizador, a inicios de la década de los 70’s, él escapa de Polonia para abandonar aquel régimen comunista soviético represor y poder expresar su arte. Años después con el director ya instalado en París, Francia, el departamento de cultura polaco lo invita a regresar a su país de origen, otorgándole los beneficios de una nueva producción de su agrado. Zulawski entonces decide regresar e iniciar el ambicioso proyecto de la adaptación de On the Silver Globe (novela escrita por su abuelo). A un 80% de terminada la filmación, el departamento de cultura polaco cambia de ministro, y el nuevo encargado de los fines culturales interpreta aspectos de la película como una representación del combate al totalitarismo (muy obtusa interpretación, en lo personal), se ordenó parar la filmación y destruir todo el material de la producción. Zulawski regresó a Francia, devastado por la pérdida de todo un esfuerzo artístico, más sin embargo parte de los miembros de la filmación y el propio director, lograron rescatar piezas de vestuario y la mayoría del metraje de la película que se logró filmar, y diez años después, en 1987 regresa a terminar su opus magnum en honor al equipo de producción y el enorme esmero que se tenía hacia la obra.La progresión del tiempo es la herramienta confrontativa de Zulawski, hacia el propio propósito que estos astronautas tenían, el cual es la libertad ética, que se pierde ante el entendimiento de la función de una sociedad, y de la edificación de símbolos para nuestra identidad como especies. Podemos ver de primera mano el descenso a la demencia, la creación de dioses, eventos históricos, esto es así por medio de una narración de cámara en mano mucho antes de que otras películas popularizaran el método, y se pone por encima de ellas al hacer una propia reflexión sobre el valor que esto le puede otorgar al cine en su cuarta dimensión, debido a los propios diálogos del director, no contribuyen a mucho, pero al mismo tiempo crean una nueva forma de asimilar al séptimo arte, comprender al cine como un proceso personal, uno que va más allá de la sociedad, es entender al cine por medio del cine, en un metalenguaje complejo y emocional, la deconstrucción del propio proceso de montaje de una película, algo que no tendría el mismo poderío si se tratase de un drama o de una película romántica. La ambición de su premisa da un enorme contraste y es suficiente para comprender el rol del artista por la propia técnica empleada, más que metraje incompleto, estamos ante un espejismo de quienes somos como especie, pero no es uno poético o subjetivo, estamos ante uno involuntario, lo cual le da mucho más poderío a la obra (el nivel de pertinencia de sus imagenes sólo lo iguala Werner Herzog en su mejor momento).
Si el cine persiguiera una conclusión lógica, ésta es en lo personal su mayor aproximación, una que entiende y muestra directa e indirectamente el daño y las consecuencias de las restricciones creativas hacia el arte, dudo mucho que su mensaje principal fuese la lucha al totalitarismo, pero nos ayuda a entender la condición del mundo en aquel tiempo, al final la represión ideológica no beneficia ni perjudica a la sociedad en conjunto, pero el espíritu humano no entiende colectivos, y Andrej Zulawski como individuo muestra la irrelevancia del tiempo en la pertinencia de una película, quizás sea lo único que nos supere.
1 Comment
Podría ser un cinéfilo a partir de su mente funcional pero eso no está ligado a tu mente narrativa. El lector se confunde mucho con los saltos de panoramas y elementos de la descripción que haces. El lector trata de ir hilando un corpus pero al final vuelve al inicio del laberinto sin tocar, si quiera, la mitad de lo que busca. Sin duda tu afirmación es verídica: lees menos y escribes mucho, deberías intentarlo a la inversa, puede ser más provechoso.