Oscars 2020: Predicción Mejor Canción
La música es el lenguaje de los sentidos, puede ser la expresión más consciente del inconsciente y ser el guardián de nuestras más profundas emociones traducidas en armonías, melodías, disonantes, ritmos y un puñado de palabras que encierran un torbellino de emociones.
Algunas canciones han dejado una profunda huella en el imaginario popular y han sido premiadas con el Oscar desde su incorporación en la ceremonia en 1934. Antes de entrar a lo actual, echemos un vistazo a algunas del pasado.
Cómo olvidar la escena de la serenata ofrecida por Audrey Hepburn con toalla en el cabello incluida, tocando la guitarra e interpretando la emotiva “Moon river” de Henry Mancini para el filme “Breakfast at Tiffany’s” (1961), la bucólica secuencia de la bicicleta a cargo de Paul Newman con el clásico instantáneo de Burt Bacharach “Raindrops keep fallin’ on my head” en “Butch Cassidy and The Sundance Kid” (1969) o el inicio de “Shaft” (1971) en la que Richard Rondtree se pasea desafiante por las calles neoyorquinas mientras suena el emblemático y chirriante funk de “Theme from Shaft” de Isaac Hayes.
¿Recuerdan esas magistrales y acrobáticas escenas de baile? “Flashdance…what a feeling” de Giorgio Moroder de “Flashdance” (1983) y la edulcorada y excelentemente pulida “(I’ve had) The time of my life” compuesto a 6 manos por el tándem DeNicola, Markowitz y Previte de “Dirty dancing” (1987) que protagonizó el Dios del Baile: Patrick Swayze.
Algunas canciones ganadoras de los 80s aún suenan en recepciones sociales o en los intermedios de las viejotecas y todavía pueden causar un coma diabético al tipo más rudo. Christopher Cross interpreta la cursi “Best you can do” de “Arthur” (1981) compuesta por Bacharach (de nuevo) más 2 colaboradores, el lado oculto de la garganta de Joe Cocker asombra en “Up where we belong” que interpreta junto a Jennifer Warnes para cerrar el clásico final del “y vivieron felices…” en “And officer and a gentleman” (1982). Stevie Wonder y su “I just called to say I love you” mostrando a un Gene Wilder totalmente estúpido por la escultural figura de Kelly LeBrock en “The woman in red” (1984), “Say you, say me” de Lionel Ritchie perteneciente a “White nights” (1985) otra película sobre bailarines (encima desertores de un país que desaparecería 4 años más tarde) y el hitazo megamundial de “Take my breath away” escrito por Moroder (de nuevo) para “Top gun” (1986).
Los 90s tuvieron a “My heart will go on” de Celine Dion en 1997 pero también hubo sensibilidad fraguada al calor de verdaderos artesanos de la canción como “Streets of Philadelphia” (1993) de El Jefe y al año siguiente Elton John (que tuvo que competir contra sí mismo) saliendo airosa “Can you feel the love tonight” de “The Lion King”, una de sus 3 canciones compuestas para ese filme y que fueron nominadas.
Luego de ese flashback clasiquero, retornamos al presente y los nominados son:
“STAND UP” de la película HARRIET
La inglesa Cynthia Erivo, compuso junto Joshuah Campbell la imponente “Stand up”, interpretada con una convicción envidiable merced a su poderoso mensaje de lucha que lo traslada en primera persona a la pantalla grande al encarnar a Harriet Tubman, la abolicionista que escapó de la esclavitud y pudo liberar a otros esclavos a través del Ferrocarril Subterráneo. Reconocida como heroína durante la Guerra Civil norteamericana al apoyar al ejército de la Unión, posteriormente participó en el movimiento sufragista que propugnaba el derecho al voto de las mujeres. La Administración Obama propuso que el billete de 20 dólares lleve su rostro, algo que la Administración Trump ha impedido por “motivos técnicos” hasta el 2028 al menos.
“INTO THE UNKNOWN” – de la película FROZEN II
Idina Menzel (voz de Elsa) interpreta la canción durante el filme pero al comparar su registro con la versión de Brendon Urie, las costuras saltan a simple vista. Menzel claramente esfuerza su rango vocal, pero para Urie alcanzar ese D#6, al momento de cantar el título de la canción, no le representa ninguna molestia. No tiene sentido comparar esta versión con las otras 12 más que se grabaron en diferentes idiomas, desde el catalán hasta el telugu (la décimo tercera lengua más hablada en el mundo).
La canción (la versión de Urie obviamente) literalmente es una montaña rusa que se eleva firmemente para caer rasante y hacerte perder la peluca y la cabeza durante ese recorrido. Una excepcional composición de los esposos Kristen Anderson y Robert Lopez que ya ganaron dos Oscar por “Let it go” de “Frozen” (2013) y “Remember me” de “Coco” (2017).
“I’M STANDING WITH YOU” de la película BREAKTHROUGH
Calificada como una de las películas más inspiradoras del año y por otro lado como una de las más feroces en cuanto a su enfoque sobre la fe, relata el milagro de lo que llamaríamos la resurrección del hijo de Joyce Smith, la autora de la novela en la que se basó la película. Para muchos la fe es el último salvavidas, para otros un estado de alienación absurdo, la música puede jugar para ambos bandos. Canción compuesta por Diane Warren, nominada en 11 ocasiones, e interpretada con solvencia por Chrissy Metz que esta arropada con lo justo por un coro góspel que acentúa el mensaje de mantenerse firme al lado de alguien a pesar de todas sus adversidades.
“I CAN’T LET YOU THROW YOURSELF AWAY” de la película TOY STORY 4
A Randy Newman le toma dos simples minutos para hacerte chasquear los dedos, viejísimo lobo de mar con 22 nominaciones, dos de ellas en esta edición por la Banda Sonora Original de “Marriage Story” y obviamente en esta categoría. Ganador en dos ocasiones por canción original de “Monster, Inc.” (2002) y “Toy story 3” (2010). Su maestría para componer canciones sencillas pero pegajosas es innegable e intachable. El sentido musical de Newman es innato, nacido en New Orleans y con una familia plagada de compositores, sin ir más lejos competirá con su propio primo Thomas Newman en la categoría de Banda Sonora Original por su partitura de “1917” y para reafirmar el linaje de la familia Newman, basta con señalar que el padre de Thomas/tío de Randy fue nominado 43 veces ganando en 9 de ellas.
“(I’M GONNA) LOVE ME AGAIN” de la película ROCKETMAN
Elton John declaró estar “atónito con los resultados” obtenidos por Taron Egerton. ¿Qué más debería agregarse? Probablemente quedará para los infames anales de los Oscar que Taron ni siquiera haya estado nominado a Mejor Actor, su brillante actuación, alabada por el mismísimo Elton y su interpretación en 21 de las 22 canciones de la banda sonora que incluye el dueto con John en esta canción, no parecen ser suficientes para la Academia para reconocerlo (hasta el propio Rami Malek, que hizo una insuperable pantomima en “Bohemian Rhapsody”, debe sentirse ofendido por esta omisión). ¡Esta gran producción solo compite con esta única nominación!
Volviendo a la canción, no es exagerar que la misma derrocha color, entusiasmo y sobre todo la dicha de ser uno mismo a través del amor propio que es el creador del significado de nuestra propia vida, una moneda que parece estar agotándose en estos tiempos en que tendemos a reflejarnos en nuestro consumismo antes que en nuestro existencialismo. Escrita junto a su inseparable compañero Bernie Taupin parte de su lírica medita acerca de los excesos y las sabias enseñanzas que le dejaron, para resumir: un Himno.
PRONÓSTICO:
Si hay justicia en este mundo debería ganar Elton John. No premiarlo significaría ningunear a una de las mejores películas del año que refleja con una honestidad hasta brutal parte de la atribulada vida de uno de los mejores cantautores de la música.
Posibles batacazos:
“Stand up” de Erivo & Campbell por el mensaje y contexto histórico de reivindicación de los derechos afroamericanos que destacan la canción y la película y que, durante los últimos años, ha sido señalado (y hasta lastrado) como lo “políticamente correcto”.
“Into the unknown” por “Frozen II”. El nivel de producción de la versión en la voz del Panic At The Disco, Brendon Urie, es sencillamente excepcional y logra cautivarte instantáneamente, algo complicado en una era en donde las avalanchas de música son permanentes y llegan hasta a desorientarte.